Viviendo la victoria de Fernando Alonso en Valencia

Son las ocho de la mañana y comienza a sonar el despertador. Yo ya llevo diez minutos despierto, pero no estoy en casa, sino en la habitación de un hotel en Valencia. Hoy tengo un día intenso por delante así que nada mejor que una buena ducha matutina y un potente desayuno para comenzar el día con energía.

Un rato después ya estoy en un autobús rodeado de compañeros de gremio de varios paises europeos rumbo al circuito urbano de Valencia. Llegamos algo tarde y las carreras han empezado. El rugido de los cuatro cilindros del motor 2 litros de los monoplazas de GP3 resuena por el puerto de la capital valenciana cuando nosotros entramos al circuito, concretamente al Paddock Club de Pirelli, suministrador oficial de neumáticos de la Fórmula 1 y nuestro anfitrión en esta ocasión.

La sala está situada justo encima de los boxes y contamos con una terraza bastante generosa desde la cual no nos perdemos un detalle de la actividad del pit lane. En uno de los muros de los equipos de GP3 me parece ver a Carmen Jordá y me pregunto qué hace ahí en vez de en la pista. Poco después me entero de que ha tenido que retirarse por problemas mecánicos. Llego a tiempo para ver a Patric Niederhauser hacerse con la victoria.

Antes de que comience la carrera de GP2 nos ofrecen un paseo por el Paddock y no podemos decir que no. Vemos a Fernando Alonso pasar andando, de lejos, y nos dirigimos al hospitality de Pirelli, aunque de camino pasamos por los de HRT, Marussia y McLaren, entre otros.

Mientras andamos de vuelta a nuestro Paddock Club nos encontramos con Maria de Villota, en el hospitality de Marussia, y poco después nos cruzamos con Pedro Martínez de la Rosa. A su paso le deseo suerte, pero creo que ni me escucha, está concentrado en la tarea que tiene por delante.

La carrera de GP2 está llegando a su fin cuando volvemos a nuestro privilegiado puesto, la terraza con vistas al pit lane. La última vuelta es una guerra por la victoria entre James Calado y Fabian Leimer, pero están tan metidos en la batalla que Luiz Razia, del equipo Arden, se aprovecha de la situación y toma la primera posición justo en la penúltima curva del circuito. La carrera es suya.

Por fin vemos una salida, la de la Porsche Mobil1 Supercup, y desde la propia recta. No obstante, decidimos comer para estar listos cuando llegue el momento de la verdad, la carrera de Fórmula 1. Un poco de pasta y carne, y sin tomar siquiera postre volvemos a la terraza para ver el triunfo de René Rást en esta categoría.

Hemos hecho bien en comer, porque ahora se abre el pit lane al público acreditado para que se acerque a los garajes y cotillee. Cuando bajamos nos encontramos una demostración del equipo Lotus, que ensayan las paradas en boxes. Menuda coordinación. Por el pit lane pululan famosos e invitados de todo tipo. La gente se agolpa frente a los garajes de los equipos principales y esperan el final de la famosa Drivers Parade (la vuelta en camión de los pilotos), para poder ver a sus ídolos de cerca.

Cada vez queda menos para el comienzo de la carrera y ya estoy nervioso. Es mi primera vez en la Fórmula 1. Pienso que los tapones que me han dado a la entrada no me van a hacer falta, pero descubro en cuanto encienden los motores que voy a necesitarlos. Los pilotos salen a pista y comienza la vuelta de formación. Definitivamente tengo que ponerme los tapones, el ruido es ensordecedor cuando el coche está tan cerca.

Esto va a empezar. Vettel llega a su posición en la parrilla calentando neumáticos y frenos. Diviso a Alonso en la lejanía, ¡sale undécimo! Que lástima, para un Gran Premio que veo en directo, y en un sitio tan privilegiado, y Fernando no va a estar en la disputa por la victoria. Todavía no sabía lo equivocado que estaba.

La carrera empieza y el estruendo de los coches se va alejando. Qué bien suenan, ¡pero qué alto! No imaginaba que sonaran tanto abriendo gas a fondo en la recta. Sigo la carrera desde una pantalla gigante situada en las gradas de enfrente. Fernando gana plazas desde el primer momento y la grada ya grita y aplaude con cada maniobra del asturiano.

Vettel empieza a abrir un hueco enorme con Hamilton, que rueda segundo, con Grosjean detrás. La ventaja es tal que el alemán para en boxes y sale por delante de los dos coches que tiene por detrás. A los mandos de su Lotus, Grosjean consigue adelantar a Lewis Hamilton y Alonso hace lo propio con Maldonado. La grada cada vez está más contenta y celebra todo lo que beneficie a nuestro piloto.

Alonso ya ha adelantado a Di Resta para colocarse en cuarta posición. La suerte quiere que un toque entre Heikki Kovalainen y Jean-Eric Vergne fuerce la salida del Safety Car durante cuatro vueltas. La carrera se reanuda con Alonso en tercera plaza, ¡y salía undécimo! El público festeja cada vez más los movimientos del bicampeón. Vettel está muy lejos, pero el asturiano consigue adelantar a Grosjean tras superar previamente a Hamilton gracias a un error de McLaren en la parada en boxes. Estamos en el cajón intermedio del podio a pesar de haber salido desde tan atrás.

Primero con el adelantamiento de Kimi Raikkonen a Lewis Hamilton, y después con el accidente de éste último contra el muro, los aplausos y gritos del público son cada vez mayores. Valencia vibra con Fernando Alonso, que está llevando a cabo una remontada de libro de texto.

Por las pantallas vemos que el coche de Vettel va muy despacio. Problemas para el alemán. ¡Está fuera de la lucha! El circuito de Valencia explota de alegría y no queda un solo asistente sin celebrar la primera plaza del piloto español por excelencia. ¡Vamos Fernando, los puntos son tuyos!

Solo queda tener paciencia y rezar para que Alonso no tenga ningún problema. El público le aplaude cada vuelta que pasa. ¡Menuda carrera! El público en pie y con los brazos en alto espera la llegada a la línea de meta del asturiano. Fernando aparece tras la curva de principio de recta y el sonido de su monoplaza queda ensordecido por el de los gritos y aplausos de la muchedumbre. La suerte ha estado de nuestro lado, pero Fernando es un grande. Ha ganado.

A pesar de la mala suerte en la reñida clasificación del sábado, hemos vivido una remontada espectacular. Una victoria en casa sabe mejor que ninguna y más todavía si con ella llegas a la siguiente cita del calendario como líder del mundial, siendo además el primer piloto en ganar dos carreras en esta disputada temporada, que hasta ahora había tenido siete ganadores diferentes en los primeros siete Grandes Premios.

Creo que no podría haberme estrenado con esto de la Fórmula 1 de mejor forma, viendo una carrera de las de casa, con ganador de casa, líder del mundial, y con un ambiente impresionante gracias al mago de siempre, que junto a la selección de fútbol, Rafa Nadal y el resto de nuestros deportistas nos alegran un poco el día a día en estos tiempos difíciles.

Fotografía | Javier Álvarez

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