Un año de finales de infarto. Un año para la historia.

La verdad es que si hay algo que se valora especialmente en el mundo del motor es la igualdad en las carreras. Seguramente hay pocos deportes tan espectaculares como una carrera en la que varios pilotos estén en disposición de pelearse por la victoria. Y este año estamos realmente de enhorabuena, ya que prácticamente todas los campeonatos importantes del automovilismo se están decidiendo (o están por decidir) en la última prueba.

El abanderado de esta situación, cómo no, es el Mundial de Fórmula 1, en el que 3 pilotos (Lewis Hamilton, Fernando Alonso y Kimi Raikkonen) están en un estrecho margen de 7 puntos, todos con opciones todavía de proclamarse campeones del mundo en el decisivo Gran Premio de Brasil. Pero no menos emocionante están los campeonatos del WRC, del WTCC o del DTM, a parte de los ya decididos títulos de la GP2 o la Indy Racing. Quizás el caso más extremo de igualdad corresponde al Campeonato del Mundo de Turismos, el WTCC, en el que hasta 6 pilotos tienen todavía opciones de proclamarse Campeones del Mundo en la última prueba a disputarse en el difícil trazado urbano de Macau. También está que arde el Campeonato Alemán de Turismos, el DTM, en el que 3 pilotos (2 de Audi, Mattias Ekström y Martin Tomczyk , y 1 de Mercedes, Bruno Spengler) separados por 6 puntos, se jugarán el campeonato en la última cita en Hockenheim. Y en el Mundial de Rallyes, estamos asistiendo a una incesante remontada de Sebastien Loeb hacia el liderato que todavía mantiene el finlandés Marcus Grönholm, pero ya sólo con 6 puntos de ventaja sobre el francés.

Y los campeonatos ya finalizados también se decidieron in extremis, sobre todo la Indy Racing, que no tuvo vencedor hasta la última curva de la última prueba, cayendo el título a manos de Dario Franchitti tras quedarse Scott Dixon sin gasolina en la última vuelta. También la GP2 se decidió en la última cita en Valencia, a favor de Timo Glock, aunque esas 2 últimas mangas no tuvieron tanta emoción como la IRL.

Visto lo visto, pues, sólo el campeonato americano de la Champ Car podría decidirse, salvo milagro mayúsculo, en la penúltima prueba que se disputará en Australia. En ese campeonato, Sebastien Bourdais ha puesto la directa en el tramo final y ha roto la tremenda igualdad que estaban demostrando el francés, Will Power, y los dos ex-F1, Justin Wilson y Robert Doornbos.

¡Agarraos que vienen curvas!

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