Sebastian Vettel, en la cima del mundo por tercera vez

A estas horas, todos lo sabemos. Sebastian Vettel es el nuevo campeón del mundo, el ganador final de la temporada 2012. El piloto alemán lo ha tenido difícil, y no solo en esta carrera, donde la mala suerte en la primera vuelta le ha puesto las cosas contra corriente. Fernando Alonso ha demostrado durante la temporada 2012, una vez más, que está entre los elegidos de la Fórmula 1 actual, por si alguien aún dudaba. La pregunta sería entonces, ¿merece Sebastian Vettel el título?

Hablar sobre quien merece más el título es innecesario. Tanto Sebastian Vettel como Fernando Alonso merecían el título por sus propias razones. No hay que mencionar los puntos fuertes de cada uno, pues son dos de los mejores pilotos de la actualidad con dos máquinas que les han permitido luchar por estar delante y ganar carreras en determinados momentos. Pero mientras que en España tenemos muy presentes los méritos de Fernando, los de Sebastian pasan algo más desapercibidos. Por lo tanto, analizaremos un poco su temporada para ver que sí merece el título.

Todo el mundo habla del Red Bull como el mejor coche del final de temporada, exceptuando quizás las dos últimas carreras, en las que McLaren ha parecido algo más fuerte. Lo cierto es que esto no era así cuando empezó el 2012. McLaren empezó fortísimo y Red Bull parecía haber perdido la magia de 2011, con un Sebastian Vettel que salvó un podio en Australia gracias a un Lewis Hamilton poco acertado y una victoria en Bahréin, donde los McLaren estuvieron perdidos.

La temporada de Sebastian Vettel fue, hasta el Gran Premio de Italia, bastante parecida a la de Fernando Alonso, salvando las distancias. Con un coche que, aún estando bien en algunas carreras, no podía compararse con los McLaren en determinadas partes del campeonato. Una temporada que Vettel habrá ganado gracias a marcar los puntos de los cuartos puestos, de los quintos. De los solo cuatro podios que tenía antes de llegar a Singapur y todos los resultados dentro de los puntos a parte de esos.

Es cierto que Red Bull dió con algo en el último tercio de campeonato, pero no es menos cierto que todos los aficionados y parte de la prensa se ven afectados por lo que a mi me gusta llamar “síndrome Monza”. Actualmente, la temporada europea termina en Monza, cuando en el pasado la temporada europea seguía un poco más lejos. Además, incluso en otros años, después de Monza solo quedaba la recta final del campeonato. En 2012, tras Monza quedaban siete carreras. Un tercio entero de campeonato.

Para hacernos una idea, sería como hablar del Gran Premio de Alemania de 2006, el año en que Fernando Alonso ganó su último título. Efectivamente, Alemania. A nadie se le ocurriría pensar en Alemania como la carrera anterior de la recta final, y sin embargo después de Monza, a la gente le sorprendió que Red Bull reaccionara. No debería ser así. Con un tercio para el final, el equipo austríaco tenía todas las posibilidades de remontar, como así ha sido, a través de mejoras y su piloto, Sebastian Vettel.

Además, cuando un piloto está en persecución de su rival, sabe que no puede permitirse ningún error. Así fue el último tercio de Vettel, con una gran presión de tener que ganar sí o sí, y con el conocimiento de que la mecánica no estaba a su favor, mientras que Fernando no tuvo la obligación de ganar carreras, pues era consciente de las limitaciones del Ferrari, y sabía que la mecánica raramente le fallaría. Evidentemente eso no desmerece al asturiano, en cualquier caso, pues tenía sus propios problemas. Realmente, han sido situaciones distintas con presiones distintas.

Lo que está claro es que, si Fernando Alonso ha sido capaz de usar un coche que nunca ha sido el mejor y llevarlo a ganar carreras y subirse al podio a menudo, Sebastian Vettel ha sabido marcar puntos con paciencia cuando su coche no era el mejor y ha sabido sobrellevar la presión cuando se ha visto obligado a ganar carreras si quería mantener sus esperanzas de título en vida. Hay que tener en cuenta que si Vettel ha marcado 141 puntos en el último tercio de campeonato, Mark Webber ha marcado solo 47, lo que debería hacer pensar sobre si es el coche o si el piloto tiene algo que ver.

Lo mismo se puede decir con Massa, que cuando el Ferrari empezó a mejorar, aún sin estar al nivel de ganar carreras, pudo empear a marcar puntos, y de hecho en este último tercio, el brasileño marcó los mismos que Jenson Button (87, por 114 de Alonso), y más que Kimi Raikkonen. Esto nos enseña que siempre es muy relativo hablar de que un piloto u otro merezca más el título que sus rivales, pues actualmente una temporada de Fórmula 1 es muy larga, y aunque es inevitable que la suerte siga siendo importante, lo es menos que cuando había ocho carreras en total.

Al final, Sebastian Vettel ha tenido que luchar contra él mismo más incluso que contra los rivales, pues en cada carrera en cuanto ha tenido un coche que le permitía ganar, tuvo que luchar contra quien fuera, sabiendo que en caso de no ganar, esos puntos podrían ser los que le hicieran perder el campeonato. El campeón del mundo debe ser quien más puntos tenga al final del año, y por el motivo que sea, Sebastian Vettel es quien lo ha logrado en 2012. Pero lo ha logrado contra el mejor rival que podría haberse imaginado, lo que da más valor aún al título.

Ahora el alemán entra en el “olimpo” de la Fórmula 1, con tres títulos de campeón del mundo, acompañando a leyendas como Ayrton Senna, Nelson Piquet, Niki Lauda, Jackie Stewart y Jack Brabham. El propio Vettel ha comentado la importancia de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, pero también ha dicho, acertadamente, que los pilotos suelen labrarse su suerte, y que el coche es bueno por el input que han dado los pilotos, él inclúido.

Este 2012 hemos vivido un campeonato que pasará a la historia por multitud de razones, pero la lucha que hemos visto, en ocasiones de forma directa y en otras de forma indirecta, entre Sebastian Vettel y Fernando Alonso, ha sido espectacular, emocionante, y digna de recordar. La victoria de Sebastian, como la derrota de Fernando, son efímeras, en el mundo de la Fórmula 1. Hoy todo es celebración en un equipo y tristeza en el otro. Pero mañana hay que olvidarlo todo y empezar a trabajar para 2013. Felicidades al nuevo tricampeón, y ¡que llegue pronto la próxima temporada!

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 0 Comentario