McLaren lo ha guardado durante 30 años
Senna ganó con este coche el Gran Premio de Brasil de 1991 de una forma épica
Los que seguimos la Fórmula 1 sabemos que hay carreras y carreras. Algún Gran Premio (la mayoría) cae en el olvido porque no pasa nada o casi nada, simplemente se recuerda como una cita más de la temporada de turno, pero hay otras carreras que, por unas cosas u otras, trascienden al resto y permanecen en la memoria de los aficionados para siempre.
El Gran Premio de Brasil de 1991 forma parte de este último grupo porque Ayrton Senna ganó por primera vez un GP de F1 en su país y porque lo hizo de una forma absolutamente épica. Ahora, el McLaren MP4/6 con el que ganó esa carrera hace 34 años sale a subasta.
Se subastará en Dubái y podría alcanzar los 15 millones de dólares
A lo largo de los últimos años, hemos visto romper muchos récords en las subastas de coches, como el que batió el Ferrari F2003-GA con el que Michael Schumacher ganó su sexto mundial cuando se subastó en el año 2022, convirtiéndose en el F1 más caro jamás subastado.
Ese récord ya ha sido superado, de hecho, hace unos meses se vendió otro Ferrari F1 de Schumacher por 15,98 millones de euros, pero ahora hay un coche que puede reventar todos los récords: el McLaren MP4/6 con el que Ayrton Senna ganó el GP de Brasil en 1991.
Lo subasta RM Shoteby’s y se estima que pueda alcanzar entre 12 y 15 millones de dólares, pero es probable que acabe superando esa cifra. ¿Por qué? Muy fácil, porque es uno de los F1 más especiales de todos los tiempos.
No solo es el último F1 con motor V12 y cambio manual que ganó un Campeonato Mundial de Fórmula 1, también es el coche con el que Senna ganó su tercer mundial de F1 y el monoplaza con el que Senna ganó la carrera más memorable de su vida.
El Gran Premio de Brasil de 1991 se celebró en el Interlagos y fue la segunda prueba de una temporada que terminó con Ayrton Senna proclamándose Campeón del Mundo por tercera (y última) vez en su vida. Para entonces, Senna lo había ganado casi todo y ya era un piloto más que consagrado, pero le faltaba algo (por eso digo casi todo): vencer en el Gran Premio de su país, Brasil.
Por unas cosas u otras, Senna nunca había ganado en Brasil, pero ese año parecía que por fin podría llegar su ansiado triunfo en Interlagos porque el piloto de McLaren-Honda hizo la pole position y tenía un coche rapidísimo, aunque Mansell no se lo iba a poner nada fácil con su Williams-Renault.
Durante buena parte de la carrera, Senna mantuvo a raya a todos sus rivales, incluido Mansell, aunque el inglés cada vez estaba más cerca del brasileño, hasta que pinchó, lo que volvió a dar una buena ventaja a Senna.
Pero todo se torció poco después para Senna porque su coche comenzó a fallar a once vueltas del final. La caja de cambios de su McLaren se quedó sin cuarta marcha y eso le hizo perder mucho tiempo respecto a Mansell. Por suerte para Senna, la caja de cambios del Williams de Mansell también falló y el británico se vio obligado a abandonar.
Mientras tanto, Senna pilotaba como podía, con una caja de cambios averiada y el resto de rivales acercándose, pero sin perder el liderato. A falta de dos vueltas para el final, Senna también perdió la tercera y la quinta marcha, por lo que solo tuvo una opción: hacer todo el circuito en sexta (no podría haber saltado de segunda a sexta). Aunque su perseguidor, Patrese, también tenía problemas, se acercaba rápido y, por si eso fuera poco, comenzó a llover.
Contra todo pronóstico, Senna cruzó el primero la línea de meta y por fin ganó una carrera en su país. Lo que pasó después dio más épica a su victoria: Senna estaba tan agotado tras haber conducido su coche en esas condiciones que no pudo ni bajarse del coche por su propio pie, piensa que ni siquiera podía utilizar el freno motor para perder velocidad antes de las curvas, tuvo que encargarse él a base de ejercer fuerza sobre el pedal izquierdo.
Al acabar la carrera, tenía espasmos en los músculos y calambres en los hombros. Ni siquiera pudo pasear la bandera de Brasil por el circuito mientras celebraba la victoria.
El equipo médico de Sid Watkins intervino, le ayudaron a quitarse los guantes, los arneses y el casco, pero también le echaron una mano para bajarse del coche. En el podio, Senna estaba visiblemente agotado, hasta el punto de no tener casi fuerzas para levantar el trofeo, pero las sacó de donde pudo y lo levantó mientras lloraba.
Esa temporada, el McLaren MP4/6 ganó ocho victorias. Ahora, el mismo coche con el que Senna ganó en Interlagos, es decir, el chasis número MP4/6/1 de McLaren, sale a subasta en Dubái. McLaren lo guardó durante casi 30 años, hasta que se lo vendió en 2020 a su dueño actual. Antes de cambiar de manos fue revisado por Lanzante y antes de que llegue a su nuevo dueño volverá a pasar una revisión. También cuenta con un certificado de autenticidad de McLaren.
Imágenes | RM Shoteby's y Hexagon
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