Paul Hembery y su egocentrismo de nuevo sepultan mis expectativas

El director de Pirelli Motorsport, y nuevo handicapper del campeonato, Paul Hembery, ha pronosticado que para el venidero Gran Premio de China se observarán, mínimo, tres paradas en los pits. Así que, ante la sentencia se vuelve a cercenar el derecho de poseer alguna mísera expectativa con respecto a la carrera de Shangai.

En este punto se indica que Pirelli proveerá a cada equipo con la selección de compuestos medios y blandos, los cuales, según el autonombrado guionista y director del show, están diseñados para ofrecer a las escuderías "diferentes opciones de estrategias". Ahora bien, si los neumáticos están diseñados y fabricados para que deliberadamente fallen en un punto que Pirelli previamente establece pues me pregunto. ¿Cuáles opciones?

En el pasado Gran Premio de Australia, Pirelli sorprendió a todos presentando un neumático blando que literalmente se deshacía en menos de 8 vueltas. Era tanta la inutilidad del compuesto que casi el total de los equipos optó por desechar tales gomas lo más temprano posible.

Aunque el tema de los Pirelli, y toda la historia "de amor y dolor" que se ha gestando en torno a su condicionamiento, no deja de ser preocupante que Paul Hembery anuncie con tanta antelación lo que sucederá en cada Gran Premio. Ya he manifestado varias veces mi inconformidad cuando observo a alguien, que no es ni piloto ni director de escudería, comunicar al mundo lo que ha de suceder durante las carreras.

Es que si no hubiese sido por el tristemente célebre "Multi21" y la orden directa a Rosberg para que no le pasara por encima a Hamilton, el Gran Premio de Malasia hubiera pasado sin pena ni gloria. Sin embargo, fue gracias a las polémicas que los medios no dedicaron otra buena dosis de veneno a los neumáticos autodestruibles y a su vocero oficial. Es que ahora resulta que el mejor piloto no es el más rápido en pista sino el que sabe consentir a sus delicados neumáticos. ¿Qué gana Pirelli con esta imagen? ¿Y la Fórmula 1? A mí que me lo expliquen.

Creo entender que muchos de los artificios implementados en la actual Fórmula 1 se hacen con la intención de "fabricar emociones", inclusive se plantean desde la seguridad de que el campeonato es el evento deportivo más seguido del planeta y por lo tanto cuenta con una multiplicidad de fanáticos incondicionales. Pero, a modo personal, estoy plenamente convencido de que si ahora mismo se disputaran, en un horario similar, la Fórmula 1 y la MotoGP, sería el evento de las dos ruedas el ganador y por nocaut.

Las razones son sencillas. En las motos corren con desenfreno desde el inicio hasta el final mientras en la Fórmula 1 se realiza una escandalosa cantidad de rebases en los boxes, se cuenta con el KERS, el DRS, las órdenes directas vía radio, los neumáticos programados para autodestruirse y las remotas posibilidades que tiene un piloto para defender su posición.

Acá el talento, capacidad, osadía, valor, inteligencia y cualquier cosa que represente la esencia de un piloto ya no resulta tan relevante. Y pensar que a muchos aficionados les gusta lo que Bernie y sus amigos les intenta vender.

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