Mi Gran Premio de Estados Unidos 2013: Sebastian Vettel… y van ocho seguidas

Uno ya no sabe exactamente qué decir de nuevo sobre las carreras de Sebastian Vettel. En realidad, sus victorias dan una sensación de ser tan humillantemente fáciles de conseguir, que resulta complejo aportar datos innovadores con la intención de poner algún punto sobre las íes de sus carreras.

De modo que os remito a mis últimos análisis para que extrapoléis lo dicho en ellos a la carrera de Austin. Sin errores. Sin concesiones. Sin dejar el más mínimo resquicio a las sorpresas. Podrá tener el coche que tiene, pero que nadie se piense que ganar ocho carreras consecutivas con cualquier monoplaza es algo simplemente anecdótico.

A lo largo de la historia de la Fórmula 1, hemos tenido diversos monoplazas muy dominadores. Grandes coches que han grabado su leyenda con letras de oro en los anales de este deporte tan agradecido con su historia. Y nunca ningún piloto ha logrado encadenar ocho victorias seguidas antes, con la razonable duda de lo hecho por Ascari en la primera mitad de la década de los 50. Aún así, es algo muy grande, que aún puede llegar a cotas superiores en Interlagos.

Grosjean y Webber completan el podium

Cada vez debe ser menos sorprendente, que el único capaz de dar guerra a Vettel (desde la distancia, todo sea dicho), fue nuevamente Romain Grosjean. El francés está firmando un final de temporada sencillamente genial. Me atrevería a decir que fue el único capaz de seguir el ritmo marcado por el alemán – nunca igualarlo, por eso -, firmando una carrera soberbia. Esta llevando a su Lotus a un nivel muy alto, y acabar por delante del otro Red Bull es sin duda merecedor de aplausos.

Lo del otro Red Bull, de todos modos, es digno de un serio estudio. Ciertos sectores de la prensa podrán inventarse las conspiraciones que les vengan en gana, pero realmente, Red Bull no necesita hacer demasiadas peripecias técnicas en su segundo monoplaza, ya que Mark Webber se complica las carreras él solito. El australiano arruinó una buena salida con una pésima gestión de su posición en la curva 1. Esa maniobra, sorprendente en alguien con su experiencia, le costó pasar de la segunda a la cuarta posición, y al final, probablemente le costó a Red Bull el doblete.

Más allá de la salida, sin embargo, Webber mostró un ritmo un tanto irregular. Combinaba fases de muy buenas vueltas con otras en las que parecía no poder plantar cara a Romain Grosjean (aunque cuando se acercaba es lógico que sucediera esto). Y en el último stint, tuvimos una nueva muestra de lo que está siendo Webber en esencia estas últimas carreras: con un ritmo muy bueno en sus neumáticos duros, no fue capaz de pasar a Grosjean en pista, y acabó destrozando sus gomas para ver como el tercer escalón del pódium era lo máximo a lo que podría aspirar. Estas actuaciones no son aceptables con un Red Bull, por muy bien que nos caiga Webber.

Lucha entre Hamilton, Hulkenberg, Alonso y Pérez

La lucha más bonita de la carrera, sin embargo, se produjo entre el grupito de cuatro pilotos que rodaban detrás de las plazas de pódium: Hamilton, Hulkenberg, Alonso y Pérez. Pasada la primera tanda de paradas, este grupo estuvo enfrascado en una bonita lucha de ritmos y algún que otro mano a mano durante prácticamente todo el último stint. Menos de 10 segundos separaban al primero de ellos, Hamilton, del último, Pérez; y aunque Pérez se fue quedando poco a poco en las últimas vueltas de la carrera, los otros tres entraron en meta separados por 3 insignificantes segundos.

Cabe destacar, otra vez, la sensacional carrera que firmó Fernando Alonso, fundamentada en una magistral vuelta en la Q2 que, sinceramente, nadie esperaba. La salida de Alonso fue de las pocas del año en las que el asturiano perdió una plaza. Eso le condenó a rodar al ritmo que le marcaba por delante Sergio Pérez. Aunque hizo la goma a su estela, Alonso apretó cuando las gomas del mexicano empezaron a decaer, y una sensacional estrategia de Ferrari lo colocó por delante de Pérez al reincorporarse a pista tras su primer pit stop. A partir de ahí, Alonso hizo una gestión extraordinaria de sus gomas, y decidió pasar al ataque cuando vio la oportunidad de cazar a Hulkenberg y Hamilton.

Con el primero pudo después de una bonita batalla en pista, pero Hamilton trabajó también extraordinariamente sus neumáticos y a base de administrar su ventaja, logró mantener a Alonso siempre a una distancia prudencial. La caída de rendimiento final en las gomas del asturiano también permitieron que Hulkenberg se le echara encima y le pudiese disputar la 5ª posición, pero Alonso se defendió a la perfección para conservar una muy meritoria posición tal y como iba el Ferrari en Austin.

Antes de terminar, me gustaría destacar el papel de Valtteri Bottas no solo durante la carrera, sino durante todo el Gran Premio. El sábado logró colarse en la Q3 dando destellos de una sorprendente velocidad, pero lejos de hundirse poco a poco hacia la cola de la parrilla en la carrera, Bottas firmó un ritmo muy destacable, logrando incluso mantener a raya al Mercedes de Nico Rosberg, que no pudo alcanzarlo en el último stint. Cabe recordar, que esto lo está haciendo con un Williams sin efecto coanda, ya que el equipo decidió eliminarlo para ir probando especificaciones 2014.

Este 2013 toca ya su fin. Nos leemos después del Gran Premio de Brasil, último del año, por aquí, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).

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