Mark Webber, el campeón moral que acabó desmoralizado


La Formula 1 es una amiga cruel para muchos pilotos, grandes pilotos y grandes trabajadores en la sombra. Grandes personas, pero eso a la Formula 1 no le interesa. Mark Webber es uno de los grandes, y me atrevo a decir que será uno de los pilotos llamados a ser recordados como campeones morales.

Un campeón moral es aquél que no ha llegado a ser campeón del mundo pero que se lleva consigo una legión de admiradores que opinan que debería haberlo sido. Hay muchos en la historia de este deporte porque este es un deporte que no perdona una vacilación, que es duro en muchos sentidos, y lamentablemente es ingrato fuera de la pista.

Al terminar la carrera de Abu Dhabi nos centramos preferentemente en dos cosas: el título de Sebastian Vettel, y la desastrosa carrera de Ferrari con esa estrategia espantosa. Yo creo que debemos pararnos a analizar un poco la trayectoria de Mark Webber, para mi el campeón moral del 2010.

Ocho largos años de trabajo (los mismos curiosamente que le llevó a Jenson Button estar en condiciones de ganar un mundial de pilotos) desde que Mark Webber empezase en Minardi en esto de la Formula 1. Fue en 2002, los primero kilómetros de un joven Webber que hizo méritos hasta el punto de entrar en las filas de Jaguar en 2002 y 2003. Y me paro aquí porque, ¿qué méritos fueron esos? Puntuar quinto en Australia con un Minardi. Para Mark Webber valía una victoria, para la afición era un sueño.

A pesar de que el Jaguar no fuese una maravilla (aunque a mi me encantaba su diseño), sus actuaciones en carrera no dejaron a nadie indiferente, nos quedamos con su segunda posición en parrilla en el Gran Premio de Malaysia de 2004. No cuajó porque tuvo un error (o algo falló) en la salida, pero ojo, un Jaguar en primera línea. En 2004.

Llegan 2005 y 2006 y Mark Webber se encuentra en las filas de Williams. Con las esperanzas puestas en esta escudería para lanzarlo al cielo de la Formula 1, Webber se da cuenta de que ha llegado en muy mal momento de forma para Williams, y además Nick Heidfeld lo mantiene a raya, siempre detrás. Años para olvidar en Williams. De ahí saltamos a Red Bull, año 2007, escudería nueva y con todo el futuro por delante.

En ese año las cosas parecen ir algo mejor con un podium en el Nürburgring, pero cuando tenía las mejores opciones de victoria, en Fuji, aparece un tal Sebastian Vettel y hace un strike con su Toro Rosso contra el Red Bull. Horror y desastre. Ironías del destino, el que parecía ser un inconsciente ha resultado ser campeón del mundo tres años después.

2008, un año bastante decepcionante para Webber, pero manteniendo intacta la sangre de piloto, le llevaría a un 2009 mucho más benévolo con él, con una victoria en Nürburgring, tanto y tanto tiempo buscada, y se le coloca como la revelación del año con un coche que es una maravilla tecnológica gracias al genio de Adrian Newey. Llega 2010 y se masca en el ambiente que debe ser el año de Mark Webber. No lo tendría fácil: Fernando Alonso con una Ferrari volcada 100% con él; McLaren con dos campeones del mundo; RedBull con el protegido Sebastian Vettel. Una temporada para valientes.

Mark Webber, campeón moral de 2010

¿Qué decir de esta temporada? Mark Webber fue muy consistente durante una gran parte de la temporada, manteniendo más opciones de ganar el título que Fernando Alonso, protagonista de una remontada extrema en la segunda mitad de la temporada.

Con más victorias (hasta el final) que su compañero “Der Seb”, habiendo sido líder durante un buen trecho, con una serenidad que se la daba la experiencia… Este era el año. No creo que vaya a haber muchas más oportunidades como 2010 para Mark Webber. Y cuando todo estaba a punto de decidirse, cuando solo faltaba una carrera… Webber pasa de favorito a tercer clasificado en el mundial. Y eso que Hamilton no consiguió adelantar a Kubica, sino queda cuarto.

En RedBull apostaron por el caballo ganador a futuro. Intercambiaron las posiciones de los aspirantes en una sola carrera. Rompieron el culmen de la carrera de un piloto como Mark Webber. Yo solo pido que no nos olvidemos de la gran temporada que ha hecho este año, del saber estar (salvo cabreos) y en mi opinión, le daría el premio como campeón moral de 2010. Por toda su carrera.

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