Lo mejor:
Jari-Matti Latvala se encontró con una victoria prácticamente regalada. A pesar de ello el finlandés ha espantado todos sus males y se marcó una prueba muy regular y sin fallos.
La remontada de Sébastien Loeb fue sencillamente espectacular, probablemente de lo mejor que he visto estos últimos años en el Mundial. El alsaciano les metió más de un minuto a sus rivales recortando todo el tiempo perdido.
El ritmo de Sébastien Ogier volvió a ser impresionante para ser su primera vez en tierras neozelandesas. El Junior de Citroën se esta destapando como la verdadera revelación de la temporada.
Xevi Pons sigue camino de conseguir la copa S2000. De tres pruebas en las que ha participado el catalán, ha ganado dos y ha conseguido el segundo puesto en esta ultima ampliando la ventaja al frente de la clasificación.
Lo peor:
La presión pudo finalmente con Ogier. Cuando se vio ganador durante la jornada del domingo se puso nervioso y cometió tres errores en cuatro tramos que le costaron la victoria final.
Nunca se había visto al “caníbal” Loeb tan desmelenado y errático. El seis veces campeón del Mundo salió a saco durante las tres jornadas, pero poco a poco fue acumulando fallos que le apartaron del triunfo.
Petter Solberg fue otro de los afectados por la jornada negra del domingo. El noruego incluso llegó a tener la victoria en sus manos momentos antes de terminar su participación en el rally contra un poste de telégrafos.
En la misma situación nos encontramos a Hirvonen y Sordo. Los dos pilotos oficiales se están viendo superados por pilotos de menor experiencia, perdiendo rally tras rally muchos de los galones que habían obtenido con mucho esfuerzo.