Es el momento en que todos debemos sumar por los rallyes y no dividir

Durante los seis años que llevo escribiendo para Racingpasión/Motorpasión F1 me ha tocado hablar de muchos momentos grandes del automovilismo (como la primera victoria de Dani Sordo en el WRC o los Dakar de Carlos Sainz y Nani Roma en coches), sin embargo, también me ha tocado cubrir la parte amarga de este mundo. La misma que te duele como si lo sufrieras sobre tus propias carnes, la misma que te obliga a decir que lo vas a dejar, que no vas a volver sufrir por lo mismo.

Pero el lunes llega, la siguiente carrera aparece marcada en el calendario y nadie puede decir que no a una pasión que a mí, como a otros muchos, nos ha estado moviendo desde que dejamos de jugar con coches de juguete para pasar a soñar con ser algún día héroes de nuestras propias historias del automovilismo. Durante esta etapa de mi vida escribiendo para vosotros, me ha tocado asistir a muchas desgracias, todas con nombres propios, ya sean Dan Wheldon, María de Villota o Philippe Bugalski. Ya sea un aficionado del Dakar, del Campeonato Italiano de Rallyes o del Regional Cántabro. Cada muerte duele por igual y todos los verdaderos amantes del automovilismo lloramos por ellas como si de nuestra propia familia se tratara.

Este fin de semana, el Rallysprint de Miengo nos volvió a mostrar la cara amarga. Las primeras informaciones que llegaban desde el municipio cántabro no eran nada alentadoras y finalmente la fatal confirmación llegaba cuando el reloj ya marcaba las diez y media de la noche. Un hombre de 47 años y un joven de 20 fallecían tras ser arrollados casi una decena de aficionados por el coche de uno de los participantes. Además de las perdidas de estas dos personas y las lesiones en los heridos, los daños psicológicos han sido muchos y tanto piloto como copiloto han vivido desde entonces todo un calvario, el mismo que poco a poco están ayudando a calmar con el apoyo de sus familiares, amigos y todos los aficionados y gente que formamos este mundo de los rallyes.

Seguridad ante todo:

No debemos tapar el sol con un dedo. Lo principal que tenemos que tener en cuenta es que el sábado hubo un problema de seguridad grave y que los aficionados no estaban en el lugar adecuado para seguir una prueba con el mínimo riesgo posible, siendo una zona en la que además de no respetarse las distancias de seguridad ya había habido algunos sustos en anteriores ediciones (se trataba de una zona rápida tras salto con una ligera curva en la que es fácil perder el control del coche). Porque no debemos olvidar que el “Motorsport can be dangerous” y que es casi imposible reducir la posibilidad de sufrir un percance a cero, al igual que tampoco es posible hacerlo en nuestra vida diaria, pudiendo tropezar cuando salimos a la calle a hacer una acción tan rutinaria como comprar una barra de pan.

Aquí es cuando entra en juego nuestra responsabilidad. La de medios, aficionados, organizadores y participantes para hacer que todos podamos disfrutar de esta pasión llamada automovilismo. Los circuitos se tratan de zonas más restringidas en la que habitualmente no hay problemas como el vivido en Miengo. Sin embargo, tenemos que concienciarnos de que en pruebas de rallyes, raids, rallysprints, subidas de montaña o slaloms (por poner unos ejemplos) tenemos que ser severos con el cumplimiento de las normas, evitando situarse en las escapatorias naturales de los coches, respetando las cintas rojas y las zonas prohibidas al público y buscando siempre que sea posible una zona elevada para seguir la acción de forma segura. Recordad, nunca se es suficiente precavido. A continuación os dejo el anexo sobre seguridad que realizó la RFEdA que está en un perfecto castellano y tan clarito que lo podemos entender todos. No podemos seguir llorando la desaparición de más integrantes de esta gran familia que son los rallyes.

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El blanco de los medios generalistas y amarillistas:

No nos engañemos, que haya dos fallecidos en una prueba deportiva es noticia. Lo que no es de recibo es que los medios generalistas hayan querido de nuevo aprovechar el morbo de contar con las imágenes del accidente, tal y como hacen informativo tras informativo emitiendo clips de 20 segundos sobre una colisión de camiones producida en Rusia en pleno horario infantil, que de no ser porque existe un video nunca hubiera formado parte de las noticias de una cadena española.

Durante estos días he podido ver filtrados varios emails de los grandes canales de la televisión española (Mediaset, A3Media, La Sexta…) pidiendo a los aficionados y camarógrafos la cesión de los derechos de las imágenes del accidente. ¿Qué necesidad hay de emitir algo que obviamente puede dañar la sensibilidad del espectador más allá que la de atraer a otro buen número de televidentes a golpe de la básica necesidad de morbo? Yo tengo mi respuesta, ninguna. ¡Ojo! Vuelvo a dejar bien claro que me parece necesario informar de ello, tal y como lo hizo un servidor cuando conoció lo sucedido, pero los medios generalistas lamentablemente no se acuerdan de los rallyes para otra cosa que no son desenlaces fatales o accidentes de los que ellos llaman “espectaculares”.

Una vez más ha quedado patente que las cadenas han buscado el morbo, han vuelto a ser esos carroñeros que en vez de sumar explicando las normas básicas de seguridad para que esto no vuelva a ocurrir, han decidido echar más tierra sobre una disciplina que posiblemente sea de las más sanas y respetuosas del Mundo del Automovilismo y con ello dividir aún más a la opinión pública. Si no, no me explico que muchos de mis compañeros hayan sido entrevistados y que al no recibir el canal en cuestión el OK para emitir el video del accidente, no hayan sido lanzadas al aire sus entrevistas (como fue el caso de RallyCenter y Oscar Fuertes con España Directo) o incluso que hayan sido recortadas en exceso. El tiempo de todos es oro y a buen seguro que las palabras de gente que lleva siguiendo este mundillo desde hace años hubiera ayudado a aprender de este tipo de situaciones.

Ni tan siquiera voy a nombrar a ese energúmeno de la palabra capaz de decir que “los rallyes tienen licencia para matar”. No se merece publicidad gratuita, ni siquiera que perdamos tiempo con una persona que no sabe nada sobre los valores y cordialidad que se viven en una prueba de este tipo. Tampoco seré yo el que defienda los que han aprovechado la situación contraria, la de la crítica gratuita con el único objetivo de obtener visitas fáciles y sin ayudar a difundir las normas de seguridad para que no se vuelva a repetir un accidente como el del pasado fin de semana que a tantas familias ha repercutido. Tanto estos oportunistas, como aquellas opiniones que sólo han buscado, una vez más, crear polémica, no han ayudado. Es por ello que precisamente he esperado cuatro días para tratar de ordenar las ideas y de ayudar con mis noticias a que poco a poco fuéramos recuperando la normalidad, por difícil que sea.

Ahora más que nunca, somos una familia:

Tengo que reconocer que tras saber la noticia del fallecimiento de los dos espectadores tuve la tentación de apagar el ordenador y no volver en una buena temporada. Sin embargo, las muestras de apoyo de los aficionados, las ganas de denuncia social ante el trato recibido por parte de algunos de los medios de información y las cariñosas palmadas en la espalda provenientes de lugares tan distintos como Venezuela, México y Reino Unido me hizo buscar fuerzas de flaqueza para tratar de sumar y nunca dividir. Fuisteis vosotros los que me hicisteis el lunes volver a ponerme frente a mi teclado desgastado, con miles de noticias en sus teclas, para volver a compartir con todos los que me leéis una de mis pocas formas para haceros llegar mis sentimientos.

La iniciativa promovida por algunos compañeros como Macarena López, reportera de Canal+ en los Rallyes del Nacional de Asfalto, que a través del hastag #DefiendeLosRallyes desencadenó un flujo continuo de mensajes de apoyo a través de las redes sociales y volvió a poner a esta categoría en el mapa y reivindicando nuestro derecho a ser tratados con el mismo respeto que otros deportes. Desde el domingo, mi móvil ha sido un sonido continuo advirtiéndome de que una nueva bocanada de aliento llegaba para unos rallyes que están más vivos que nunca dentro del corazón de los aficionados a pesar de no vivir su mejor momento en cuanto a repercusión y atractivo.

Es difícil sacar una lectura positiva de un fin de semana que considero trágico en la que hemos perdido a otros dos hermanos con la misma sangre corriendo por sus venas. Para mí no la hay, pero sin duda ha quedado claro que estamos tan unidos como siempre y más enamorados que nunca de todo este mundo de los rallyes. No creo que tengamos que esperar al próximo accidente para volver a exigir una información correcta, no sesgada y precisa de nuestra pasión. Debemos seguir pidiendo que respeten nuestros derechos, pero sobre todo, SOBRE TODO, tenemos que poner todo de nuestra parte como aficionados, organizadores y medios de información para que no se vuelva a repetir una tragedia así.

Desde Motorpasión F1, nos gustaría mandar un cariñoso y cálido abrazo a la familia y amigos de los dos fallecidos, así como a los heridos y al piloto y copiloto implicados en el accidente que junto al resto de participantes tratan de recuperarse de las heridas psicológicas que les dejó este sábado de verano. Por favor, recordad siempre sumar y nunca dividir. #DefiendeLosRallyes

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