El cambio radical del reglamento del Mundial de Rallyes es inevitable

Hace ya más de un mes os informábamos de que los cambios en el reglamento del Campeonato del Mundo de Rallyes estaban claros. Ahora la radicalización de las modificaciones parece inevitable y será el próximo mes de septiembre cuando el Consejo Mundial haga público el nuevo formato del WRC a pesar de la reticencia de aficionados y pilotos a ver cambiar el tradicional ADN del campeonato.

En estos momentos hay varias propuestas sobre la mesa, pero sin duda la que ha recabado más apoyos (o al menos los más potentes) es la presentada por Red Bull y Jost Capito, director del equipo Volkswagen. El jefe de la marca de Wolfsburgo ha ido haciendo serías modificaciones a la primera opción que dijo, la misma que ya propuso en 2007 cuando todavía se encontraba en Ford.

Algunos incluso llegaron a asemejar el llamado Shootout a hacer que las primeras 23 horas y 50 minutos de Le Mans fueran una clasificación y que los últimos diez minutos, hasta llegar al número mítico de las 24, fuera la carrera en la que se decide todo. Obviamente se está alterando la esencia del deporte con tal de sacar partido económico y ventas. Es por ello que parece que a los únicos a los que le terminaron de parecer una buena idea fue a los responsables de los equipos, muchas veces más preocupados por mantener a flote el negocio que por el bienestar del deporte.

El polémico reglamento del nuevo WRC:

La nueva propuesta de Jost Capito, ya con las modificaciones incluidas, consistiría en dos días de competición tradicional, viernes y sábado y la posibilidad de una superespecial que abra el rally los jueves. Este nuevo formato implicaría que se repartieran puntos al final de cada etapa, lo que premiaría que los pilotos salgan a competir cada día con el cuchillo entre los dientes, pero que también penalizaría menos los errores, algo que en el Mundial de Rallyes ha ido suavizándose durante la última década con la normativa del Rally2.

Tras estas dos primeras etapas “tradicionales”, llegaríamos al shootout del domingo en el que los pilotos ser irán enfrentando en duelos cara a cara (primero contra segundo, tercero contra cuarto y así sucesivamente) con la salvedad de que el piloto que vaya delante contará con una ventaja que se calculará tomando los tiempos de los dos días anteriores, sacando un promedio de la diferencia por kilometro que el primer piloto le ha metido a su perseguidor.

Si es de una décima de segundo por kilometro y el recorrido del Shootout tiene 10 kilometros, entonces el primero saldrá con una ventaja de un segundo a jugarse la victoria con el segundo clasificado. Obviamente con todas las cámaras grabando el directo (más o menos una hora de programa con los diez primeros pilotos clasificados) en un tramo muy similar al de una superespecial o a la Carrera de Campeones. Sencillito de entender para toda esa gente que ya no comprende actualmente el reglamento del WRC. Obviamente, nótese mi ironía.

Con Volkswagen o sin él, los rallyes deben ser rallyes:

Hace unos días “la voz de los rallyes”, Colin Clark, apuntaba hacia lo mismo que yo comenté en el momento que surgió la información sobre la continuidad de Volkswagen hasta la temporada 2019 en el WRC. Actualmente la marca germana tiene el dominio del campeonato y además ejerce mucho peso en cada una de las decisiones que se toman en él. Es difícil pensar en un escenario en el que la FIA y los responsables del WRC no cedan a los deseos de una Volkswagen que ya amenazó con dejar el campeonato en 2015.

En concreto, el periodista de wrc.com preguntaba sobre si el gran público prefería un WRC con un reglamento radical o un WRC sin Volkswagen. Obviamente si me dan a elegir entre una marca o seguir teniendo el Mundial de Rallyes del que me enamoré, mi decisión sería clara. No porque Volkswagen siga el mismo camino que marcó Citroën durante la última década, al fin y al cabo esto es deporte y el mejor debe ganar, sino que se está modificando un reglamento para que se asemeje más a otras disciplinas más validas para su emisión para la televisión sin pensar en las raíces de la categoría.

Lamentablemente, en dos meses la decisión parece que estará tomada y el Consejo Mundial podría ratificarla en septiembre tal y como ya he dicho antes. Sin duda la idea de repartir puntos al final de cada etapa parece positiva, si le sumáramos la eliminación de los splits dentro del coche ya sería lo ideal, pero el hecho de que la victoria de un rally del WRC se decida en una superespecial ratonera que en nada representa rallyes como Finlandia o Monte-Carlo… sinceramente es como absorber el alma de los rallyes sólo para buscar el beneficio comercial y televisivo.

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