Desastre de la FIA en Monza: Caos de sanciones el sábado y hasta Red Bull reconoce que debió relanzarse la carrera

En el Gran Premio de Italia de Fórmula 1 el gran protagonista del evento volvió a ser el más indeseado de todos. La FIA alteró el devenir del evento en Monza con un buen puñado de decisiones entre caóticas e incomprensibles. Las más destacadas, la formación de la parrilla tras la clasificación y no relanzar la carrera tras el Safety Car.

Para la primera de ellas, la FIA sorprendió con un nuevo criterio que parece más lógico, pero del que no se había avisado ni figura en el reglamento. En cuanto al segundo, hasta en Red Bull reconocen que fue absurdo no relanzar la carrera, y que Max Verstappen ganase tras el coche de seguridad y ante los abucheos de los aficionados.

Solo Leclerc sabía su posición de parrilla tras la clasificación

Hasta nueve pilotos hicieron cambios en su mecánica antes de la clasificación del sábado, lo que les reportó penalizaciones en la parrilla de salida. Por segunda vez en los tres últimos Grandes Premios, la mitad de los pilotos tenían una sanción, por lo que formar la parrilla era prácticamente un sudoku. Quizá la FIA debería meditar sobre tanta limitación.

El caso es que la ordenación de la parrilla fue un caos que duró más de cuatro horas. Solo Charles Leclerc, el poleman, sabía en qué posición iba a salir el domingo, mientras que en resto se limitaban a hablar en abstracto en las entrevistas y comunicados de prensa. Alguno incluso bromeaba sobre la insólita situación.

Pierre Gasly pedía por Twitter tres horas y media después de la clasificación que si alguien sabía en qué posición iba a salir el domingo. Fernando Alonso y Max Verstappen discutían sobre cuál de los dos partiría séptimo, ya que ambos creían que esa era su posición. Verstappen llevaba razón, pero porque la FIA cambió su criterio.

Esta vez, la FIA decidió aplicar primero las sanciones más graves, para que los que tenían las más leves no saliesen beneficiados. Así, Verstappen salía a carrera séptimo cuando, reglamento en mano y aplicando el criterio de eventos anteriores, debería haber partido cuarto. Un despropósito inexplicable, o al menos inexplicado.

Helmut Marko cree que el final de la carrera "no fue digno"

La traca llegó en la carrera, cuando pasó lo que muchos pensaban imposible: se echó de menos a Michael Masi. En lugar de detener la carrera con una bandera roja, o de acelerar el proceso para reanudar la prueba, la FIA decidió acabar la carrera detrás del coche de seguridad, en una imagen dantesca que daña a la Fórmula 1.

Solo un equipo defendió la decisión de la FIA, y no fue Red Bull. Se trató de Mercedes, liderados de nuevo por Toto Wolff y Lewis Hamilton, aún lagrimeando por la derrota que sufrieron en Abu Dabi hace ya casi un año. Por lo demás, incluso Red Bull ha asumido que fue una pésima decisión no relanzar la prueba.

"Finalizar detrás del coche de seguridad no fue la decisión correcta. Creo que hubiéramos tenido un buen final, incluso si hubiera sido emocionante. Simplemente no fue un final digno para la carrera aquí. Deberían haber trabajado más rápido", explicaba sin tapujos Helmut Marko después de la carrera.

En Ferrari también han lamentado una actuación de la FIA que volvió a ser dantesca. Ojalá nunca vuelvan a ser los protagonistas de un Gran Premio.

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