Ford Fusion 1.6 TDCi, prueba (parte 1)

Nuestros lectores más allá de Finisterre pensarán que he fumado algo, pero en Europa el Ford Fusion es esto, una evolución del antiguo Fiesta diseñada para suplir unas necesidades habitacionales mayores, pero con un precio muy contenido sin ir al segmento monovolumen. Mide 4 metros de largo, es contenido, y de alto algo más de 1,7 metros.

El Fusion se caracteriza por ser un coche anticrisis ya que puede suplir las necesidades de modelos superiores por mucho menos dinero, y no hablemos ya de costes de mantenimiento. La versión probada es la más cara, acabado Urban4 y motor 1.6 TDCi de 90 CV, menos de 16.000 euros.

Oro parece, plátano es: no es un todocamino, aunque puede dar el pego. Si nos sobran esas defensas de plástico, con la versión Futura vamos mejor servidos. Todas las versiones del Fusion son de tracción delantera. Dada su altura es más adecuado para aparcar en bordillos o superar resaltos urbanos grandes.

Sus potenciales compradores son gente joven o cerca de serlo, que demanda más habitabilidad que en un utilitario, un maletero más grande, un coste bajo y alguna ventaja tipo SUV, como una carrocería más alta y por ende, un puesto de conducción más alto. Hay gente que se siente más segura así, sobre todo de estatura inferior a la media.

Tras probar dos unidades del Fiesta de la generación anterior, no hay grandes diferencias con el Fusion. Dinámicamente es un poco peor ya que acusa más inercias, el viento lateral y lo que implica un coche más grande: menos prestaciones a igualdad de consumo.

Los motores son los mismos que se veían en el Fiesta: 1.4 80 CV y 1.6 100 CV en gasolina y dos TDCi 1.4 70 CV y 1.6 90 CV. Los diesel son de origen PSA Peugeot-Citroën.

El comportamiento del coche en carretera es correcto, si no exigimos mucho. Tiene de deportivo lo mismo que de limusina. Dándole cera en un puerto me pareció suficientemente estable, pero ahí estaba el ESP para cuando era poco fino con el volante. En autopista lo puse a 200 Km/h. Mentira, su punta es muy inferior, 176 Km/h.

La aerodinámica y la 5ª muy corta son los culpables. A 120 Km/h el motor gira a casi 2.600 RPM, con lo que en este tipo de carretera el consumo y el ruido suben deprisa sin ir precisamente a velocidades criminales. Tiene chispa pero no es un adelantador brillante. Le falta aislamiento acústico para el motor y en aerodinámica, principales fuentes de ruido.

En cuanto a consumos, homologa 4,6 l/100 Km, muy poco más que el 1.4 TDCi de menor potencia. Para bajar de 4 litros hay que circular como mucho a 90 Km/h y con altura constante, y los 4,6 los consigue fácilmente si no dejamos al tacómetro superar las 2.500 RPM en cruceros. El motor pide una 6ª a gritos, pero es lo que hay. Al menos es muy progresivo.

Me gastó un poco más, según ordenador: 4,7 l/100 Km, habiéndole hecho autopista sin pasar de 120 Km/h. Con 45 litros de depósito tiene una autonomía muy respetable, 800-900 Km o 1.000 si somos muy tranquilos con el acelerador. Es más ahorrador que el 1.6 gasolina, que los 6,6 l/100 Km homologados no se los cree ni él.

Conociendo el 1.4 TDCi, sólo es recomendable si el presupuesto está calculado al milímetro o se vaya a realizar una conducción sobre todo por ciudad y el extrarradio, pues para ir cargado a tope va a ir un poco justo, sobre todo con pendientes ascendentes. El 1.6 TDCi no es ningún torpedo, pero aguanta mejor.

En ciudad tiene el problema de que la suspensión es rebotona con ciertos resaltos urbanos, a veces pega botes. La dirección está muy asistida, es cómodo en la urbe pero en carretera se agradecería un tacto más preciso. Dadas las relaciones de cambio, tiene una buena aceleración y es muy fácil de conducir.

Los frenos vienen con los mismos defectos que en el Fiesta previo, y es la imprecisión del pedal y que en el eje trasero llevamos tambores sí o sí. He practicado un par de frenadas de emergencia y bajar un puerto rápido y no aprecié síntomas de fading, pero donde estén unos discos que se quiten los tambores.

Si frenamos a fondo se encienden los intermitentes automáticamente. Con el ESP desconectado o careciendo de él, si nos pasamos de velocidad en un giro basta con aliviar acelerador y volante (normalmente).

Continuará...

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 13 Comentarios