El Evento Marlboro en el Jarama, la crónica y fotos

Tuve que hacerme 1.100 kilómetros en dos días, perderme las fiestas patronales, perder un día de trabajo y darme un madrugón de los que hacen época, pero es que la invitación que me hicieron por parte de Philip Morris para asistir al Evento Marlboro en el Jarama no se podía rechazar. Juntar en la misma frase Ferrari, Jarama y prueba eran motivos más que suficientes para hacer el sacrificio oportuno.

Así que me planté en el circuito del Jarama, junto a mi chica que iba en calidad de reportera gráfica y con mi compañero Javier Costas, para reunirme con otros compañeros de blogs del motor a pasar un día que se podría clasificar como increíble, o inolvidable, o especial, o… Hay tantos adjetivos, que no acabaría nunca.


A las 8:30 ya estaba allí, como nos había pedido la organización. Tras las pertinentes acreditaciones, accedimos a la zona de exposición, donde nos esperaban los responsables de Marlboro y Best Lap para comentarnos un poco de que iba el tema y enviarnos a los vestuarios, para recoger los monos ignífugos y las botas y disfrazarnos de pilotos.

Una vez hecho eso, el desayuno de rigor en la carpa habilitada para el briefing y las comidas no podía faltar. Nada mejor que llenar un poco el estómago con unos cuantos dulces para ir relajando los nervios. Los Ferrari estaban ahí al lado y las ansias de poder conducirlos se hacían inevitables.

Primero, y antes de subirnos a los coches, nos dieron un briefing en la carpa, donde el responsable de Marlboro en España nos comentó todo lo referente al evento. Después, el piloto catalán David Bosch nos explicó a todos los asistentes que y que no debíamos hacer a bordo de los coches, para que todo fuese sobre ruedas, nunca mejor dicho.

Por fin llegó el momento de subirse a los coches. Primero nos esperaban los Alfa Romeo para el curso de conducción. Al ser un curso con tantísima gente, estaba todo reducido a la mínima expresión, pero siempre vienen bien estos consejos.

El curso constaba de dos partes, frenada asimétrica sobre mojado y slalom entre conos. En la primera nos enseñaban a hacer una frenada de emergencia, sin ABS, sobre suelo mojado y con las ruedas de la derecha sobre una superficie deslizante.

A mi me tocó un Alfa 147 2.0 TS con el cambio Selespeed y por suerte tenía el ABS activado, así que fuí el único que tuvo la oportunidad de comprobar como sería la misma frenada con y sin ABS y tengo que decir que se nota y mucho el efecto.

Luego nos pasaron a la zona de slalom, donde nos enseñaban a jugar con la inercia del peso del coche. En esta ocasión elegí el Alfa Brera 3.2 JTS Q4. Digo elegí porque sabía a que coche tenía que subirme, gajes del oficio. Allí el instructor nos explicó como trazar mejor el slalom acelerando y soltando el pedal para que el eje delantero traccionara mejor en este tipo de situaciones.

La primera pasada vas colado en todos los conos, pero conforme van pasando las tandas, vas cogiendo el truquillo y confianza y cada vez vas más rápido. Lástima que cuando ya le has cogido el gusto, te toca bajarte del coche, pero no había más tiempo.

Y por fin llegó el momento cumbre, los Ferrari. Por turnos, cada uno fuimos subiendo en los coches, bien para hacer la Hot Lap en un Ferrari F430 Challenge de competición conducido por Javier Díaz o para darle dos vueltas al Jarama con un instructor al lado.

Pero primero, un curso rápido de conducción deportiva por David Bosch, en el cual nos explicó cual era la mejor forma de trazar una curva, de frenar y acelerar y de actuar en una situación de sobreviraje o subviraje. Estuvo comentándonos todas estas cosas y algunas más durante unos 10 minutos, pero os aseguro que si se hubiese tirado 3 horas hablando, no me habría importado, daba gusto oirlo hablar de algo en lo que se le notaba un apasionado.

En mi caso, primero llegó la Hot Lap con Javier Díaz y bueno, pasó todo tan rápido que apenas pude darme cuenta de algo. Sólo decir que para saber lo que se vive ahí dentro hay que subirse, explicarlo con palabras es una tarea bastante difícil. De esta Hot Lap hay vídeo grabado desde el interior, mejor lo véis vosotros mismos cuando prepare el vídeo.

Después de una espera que se me hizo eterna, llegó mi turno para conducir un Ferrari. Para esto, había a nuestra disposición un Ferrari F430 y un Ferrari F430 Spider, más un Ferrari F360 Challenge, que por una pequeña avería no pudo ser utilizado para no gripar el motor, ya que perdía aceite (y no es que fuese amanerado).

Las vueltas las hice con el Ferrari F430 y bueno, es complicado expresar tanto sentimiento junto. Una vez me puse al volante, tanta exquisitez me dejó embobado. El taco tacto del volante, la comodidad de los asientos, los detalles de fibra de carbono y muchas cosas más me dejaron sin palabras. Eso sí, la goma de la puerta se salió y tuve que esperar (sí, esperar, ¡aún más!) a que me ayudaran a recolocarla. Manda webs, me dejan un Ferrari y se rompe algo…

Una vez arreglado el desaguisado, tocaba ponerse manos a la obra. Me ajusto el asiento, me pongo el cinturón y el instructor da la orden, písale. La sensación de aceleración es mucho menos de lo que me esperaba (y no soy el único que pensaba esto), pero hay que ver como se mueve este bicho por el asfalto.

Las curvas estaban marcadas con conos, para indicarnos la trazada correcta y con las órdenes del instructor, todo parecía fácil. En la primera vuelta iba con un poco de desconfianza, 180.000 euros en tus manos no se llevan todos los días, pero en la segunda, con algo más de conocimiento del circuito (hay muchas curvas ciegas en el Jarama), ya pude disfrutar más de la experiencia.

Eso sí, llevaba activado todo. Según me dijo el instructor, llevaba el programa de lluvia, así que conducirlo se hacía tarea fácil. Además, las levas del volante sólo las utilizábamos para poner el coche en punto muerto una vez de vuelta a boxes, ya que en todo momento se hacía uso del cambio automático.

El problema es que si vienes de dar una vuelta con un piloto profesional, todo lo que hagas tú con el coche te da la sensación de que eres un torpe, pero que le vamos a hacer, yo no llevo desde los 11 años compitiendo como Javier Díaz.

Después de la merecida comida a la que nos invitaron, tocaba el turno de la parte (para mi gusto) más divertida del día, el circuito de karts, donde los bloggers tuvimos un pique sano para ver quien hacía el mejor tiempo.

Antes de ponernos el casco, tocaba otra miniclase, esta vez a cargo de Santiago Porteiro (hermano de Félix Porteiro) para explicarnos las características de los karts y el funcionamiento del transpondedor.

Destacar la actuación de Luis de Actualidad Motor, ya que se acercó de forma amenazante a los tiempos de Santiago, que según nos comentó estaba en 31 segundos y Luis repitió varias veces los 32 segundos y algo.

Y se acabó lo que se daba (con algo de pena), tocaba despedirse, pasarse mails y quedar para la próxima, que esperemos no tarde en repetirse.

Por cierto, un 10 para la organización del evento. En todo momento estuvieron atentos con nosotros los bloggers, además de con los ganadores del sorteo. Carpas con agua vaporizada para mitigar el calor (45 grados de máxima y con un sol de justicia), bebidas refrescantes para saciar la sed y lo más importante para mí, que también dejaron participar a mi chica en todos los eventos, menos en la conducción del Ferrari (por falta de tiempo).

Por último, dar las gracias a David Quirant de Medios y Redes por ponerme en contacto con los responsables de medios, a Philip Morris y Best Lap por la invitación al evento y saludar a los bloggers Gonzalo, Luis, Javier, Jorge y mi compañero Javier Costas, con los que pasé un día genial.

Fotos | Ana (mi chica)
Más información | Best Lap
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