Comparativa Renault Mégane vs Citroën C4: ¿cuál es mejor para comprar?

Entre la amplia oferta de modelos del segmento de compactos del mercado español, tanto el Renault Mégane como el Citroën C4 son nombres de referencia. Hemos querido poner a ambos frente a frente, analizando sus diferentes argumentos, para responder a esa eterna pregunta que todo conductor se hace más de una vez, ¿cuál de las dos opciones me interesa más?

El Renault Mégane ya cuenta con cuatro generaciones y casi 23 años de vida desde su llegada a los concesionarios en 1995. Por su parte, el Citroën C4 es mucho más joven: sólo ha visto dos generaciones desde su llegada a los concesionarios en 2004. La segunda se estrenaba en 2010, para someterse a un ligero lavado de cara en 2015.

A diferencia del Renault Mégane, la actual generación del Citroën C4 vive ahora sus últimos meses de comercialización, por lo que su gama se ha visto notablemente reducida en lo que respecta a acabados y motorizaciones disponibles. Sin embargo, esto se traduce en unos interesantes descuentos a fin de agotar existencias, siendo uno de los puntos fuertes en la actualidad frente al compacto de Renault.

Diseño

La cuarta generación del Renault Mégane adopta el nuevo lenguaje de diseño del fabricante del rombo, materializada principalmente en las nuevas ópticas con forma de C, que integran las luces LED diurnas, o el prominente logo de la marca en el frontal, así como en los afilados faros traseros con predominio de las líneas horizontales.

La línea estética de los modelos Renault siempre se ha caracterizado por ser particular, con cierta tendencia hacia los extremos: o los amas, o los odias. No hay más que recordar la trasera de la segunda generación. Respecto al Citroën C4, el Mégane es algo más bajo, mientras que su zaga desde el tercer pilar es más corta, lo que ayuda a ofrecer una imagen más deportiva y aerodinámica. Además su línea es más robusta y musculosa principalmente en la delantera, gracias a unas defensas más prominentes y los grandes huecos donde se ubican las luces antiniebla.

Por su parte, el Citroën C4 ofrece un diseño más conservador en general. En su última actualización recibida en 2015 los cambios exteriores se reducían a las nuevas ópticas delanteras, que integraban asimismo faros LED diurnos y pilotos con efecto 3D. En el compacto de la marca del doble chevrón dominan las formas fluidas y, en comparación, con el Mégane gana en músculo en la trasera, con unos paragolpes más grandes en proporción y ligeramente elevados.

Dimensiones

LARGO

ANCHO

ALTO

BATALLA

CITROËN C4

4.329 mm

1.789 mm

1.489 mm

2.608 mm

RENAULT MÉGANE

4.359 mm

1.814 mm

1.447 mm

2.669 mm

Al movernos en el segmento de los compactos, tanto el Citroën C4 como el Renault Mégane atesoran unas dimensiones muy similares, por lo que se diferencian en pocos centímetros. No obstante, esos milímetros de más marcan la diferencia en lo que toca al confort y espacio para los ocupantes.

Comparando ambos modelos franceses, el Renault Mégane gana en todo menos en altura, siendo el Citroën C4 4,5 cm más alto. El compacto del rombo es 3 cm más largo, 2,5 cm más ancho y cuenta con una distancia entre vías 6,1 cm mayor. Eso se traduce en una mejorada habitabilidad para el Mégane en detrimento del compacto del doble chevrón.

A diferencia de sus anteriores generaciones, tanto el C4 como el Mégane han eliminado de la gama la carrocería de tres puertas y se ofrecen sólo en configuración cinco puertas.

Motorizaciones y precios

PRECIO

MOTORES

TRANSMISIÓN

CONSUMO - EMISIONES HOMOLOGADAS

GASOLINA

Renault Mégane 1.2 TCe 100

De 19.440 a 20.540 euros

1.2 TCe de 100 CV

Manual 6 velocidades

De 4,4 a 7,0 l/100 km - 120 g/km de CO2

Renault Mégane 1.2 TCe 130

De 21.140 a 24.040 euros

1.2 TCe de 130 CV

Manual 6 velocidades

De 4,5 a 6,8 l/100 km - 119 g/km de CO2

Renault Mégane 1.2 TCe 130 EDC

De 24.190 a 25.390 euros

1.2 TCe de 130 CV

Automático EDC 6 velocidades

De 4,7 a 6,8 l/100 km - 122 g/km de CO2

Renault Mégane 1.6 TCe GT

29.890 euros

1.6 TCe de 205 CV

Automático EDC 7 velocidades

De 4,9 a 7,8 l/100 km - 134 g/km de CO2

Citroën C4 1.2 e-THP 110

20.650 euros

1.2 e-THP de 110 CV

Manual 6 velocidades

De 4,0 a 6,1 l/100 km - 112 g/km de CO2

DIESEL

Renault Mégane 1.5 dCi 90

De 20.790 a 22.290 euros

1.5 dCi de 90 CV

Manual 6 velocidades

De 3,4 a 4,2 l/100 km - 95 g/km de CO2

Renault Mégane 1.5 dCi 110

De 23.190 a 25.940 euros

1.5 dCi de 110 CV

Manual 6 velocidades

De 3,4 a 4,2 l/100 km - 95 g/km de CO2

Renault Mégane 1.5 dCi 110 EDC

De 26.240 a 27.440 euros

1.5 dCi de 110 CV

Automático EDC 6 velocidades

De 3,5 a 4,0 l/100 km - 95 g/km de CO2

Renault Mégane 1.6 dCi 130

De 26.040 a 27.240 euros

1.6 dCi de 130 CV

Manual 6 velocidades

De 3,6 a 4,7 l/100 km - 103 g/km de CO2

Renault Mégane 1.6 dCi GT

32.140 euros

1.6 dCi de 165 CV

Automático EDC 7 velocidades

De 4,3 a 5,1 l/100 km - 120 g/km de CO2

Citroën C4 1.6 BlueHDI 100

21.650 euros

1.6 BlueHDI de 100 CV

Manual 6 velocidades

De 3,2 a 4,4 l/100 km - 95 g/km de CO2

El Renault Mégane y el Citroën C4 están en momentos diferentes: la cuarta generación del modelo del rombo no ha llegado ni a la mitad de su vida, mientras que la segunda generación del compacto de Citroën está ahora en sus últimos meses de comercialización.

Es por ello que la oferta de motores y acabados del Citroën C4 está ya muy limitada en nuestro mercado: sólo está disponible un acabado, el Tonic, que puede asociarse únicamente a dos motorizaciones. Ambos propulsores son los más pequeños ofrecidos durante la vida comercial de la segunda generación, que estaba compuesta en sus inicios por cuatro mecánicas: dos gasolina y dos diésel.

Por su parte, el Renault Mégane ofrece en su oferta cuatro opciones diésel y tres de gasolina. En realidad la gama la representan dos motores gasóleo, con diferentes niveles de potencia, y dos gasolina. Los dos propulsores más potentes del Mégane, el TCe de 205 CV y el dCi de 165 CV, sólo están disponibles en la variante deportiva GT.

Todos los motores ofrecidos en la gama Renault Mégane y Citroén C4 tienen calificación Euro 6 y se asocian a tracción delantera.

Por otro lado, mientras que el Citroén C4 ha eliminado de su oferta el cambio automático EAT6 y se limita al manual de 6 velocidades, el Renault Mégane cuenta con hasta tres cajas de cambio diferentes: una manual de seis relaciones y la automática EDC de doble embrague en dos versiones, una de seis velocidades y otra de siete que se reserva asimismo para la variante GT.

De igual manera, los acabados disponibles en el Mégane son siete: Life, Limited, Business, Zen, GT-Line, Bose y GT, aunque este último hace referencia a la mencionada versión deportiva.

Habitabilidad

Renault Mégane: más espacio para rodillas y hombros, pero menos para la cabeza

Atendiendo a las dimensiones, el Renault Mégane ofrece en general una mejor habitabilidad que el Citroën C4. La mayor distancia entre vías asegura más espacio para las piernas en la bancada trasera. Además es uno de los más destacados de su segmento en lo que respecta al espacio para los hombros, con 1.591 mm para las plazas traseras y 1.586 mm para las delanteras. Esto se traduce en 13,4 cm más en los asientos delanteros y 13,5 cm más en la banqueta posterior si lo comparamos con el Citroën C4 (1.457 mm y 1.451 mm respectivamente).

En lo que toca a la capacidad de maletero ambos modelos son muy parejos: el Mégane cubica 384 litros, mientras que el C4 ofrece 380 litros. No obstante, en el caso del compacto de Citroën, la capacidad puede aumentar hasta los 408 litros si hacemos uso del falso fondo del maletero, siempre y cuando no equipe rueda de repuesto. Además, el habitáculo cuenta con numerosos y útiles huecos portaobjetos, cuidado de que todo quede al alcance de la mano.

El Renault Mégane cuenta con una capacidad de carga también mayor si abatimos lo asientos traseros: 1.247 litros frente a los 1.183 litros del Citroën C4. La diferencia es de 64 litros.

Hay que tener en cuenta que, a pesar de ofrecer una mejor vida a bordo, el Renault Mégane no deja de ser un compacto, por lo que las tres plazas traseras se reducen a dos si realmente queremos ir cómodos, aunque hay que señalar que para un adulto de 1,80 m, el espacio para la cabeza y piernas es bastante correcto.

Comportamiento

Tanto el Renault Mégane como el Citroën C4 hacen gala de una conducción confortable, deudora de una amortiguación blanda y una dirección muy manejable que los convierte en modelos ideales para desenvolverse en ciudad. En ambos se ha cuidado la insonorización de la cabina y en general los dos son muy agradables en conducción.

Sin embargo, el Mégane, ofrece diferentes configuraciones dinámicas gracias a la tecnología MultiSense que permite escoger entre cinco modos de conducción: Normal, Comfort, Sport, Eco y Personalizado. En carretera abierta, principalmente en vías convencionales más reviradas, la suspensión se torna más dura si optamos por el Sport, mientras que la dirección se hace más precisa, salvado esa sensación artificial que ofrece por ejemplo el Comfort.

Al ser más configurable en cuanto a dinámica, el Renault ofrece más diversión al volante incluso en vías rápidas, mientras que el C4 se queda algo justo en comparación.

Calidad percibida

En su cuarta entrega el Renault Mégane ha dado un salto en lo que respecta a calidad percibida. La diferencia entre ambas generaciones la encontramos principalmente en el habitáculo, en el que se emplean materiales de calidad superior a la de su segmento. En general el interior es bastante minimalista, siendo la gran protagonista la consola central, donde se integra un generoso display, y que disfruta de un acabado en negro mate que tiende a ser algo sucio.

En el salpicadero se ha optado por materiales blandos y de tacto gomoso, usando asimismo materiales agradables tanto en el volante como el pomo del cambio. Asimismo, el Mégane ofrece hasta seis tapicerías, todas negras, eso sí, e incluye algunos detalles con efecto aluminio.

En lo que respecta al Citroën C4, en su última actualización también se puso atención en mejorar la calidad percibida. El interior es ahora más limpio, con menos botones en la consola central que integra además una nueva pantalla de 7 pulgadas. También se incorporan acentos cromados en el volante, las salidas de aire o la palanca de cambios. Por contra, sólo una tapicería, en tela con motivos a rayas, está ahora mismo disponible.

Tecnología de asistencia y seguridad

Como viene ocurriendo desde hace unos años, el segmento de los compactos integra numerosas bondades de ayuda a la conducción y de seguridad activa. Ni el Renault Mégane, ni el Citroën C4 son ajenos a esta tendencia. No obstante, en este apartado el Mégane disfruta de más opciones tecnológicas.

Entre sus sistemas se destaca la incorporación de un Head-Up display, una pantalla que se eleva por encima del volante evitando que apartemos la vista de la carretera, así como control de velocidad adaptativo, frenada de emergencia asistida, alerta de cambio de carril involuntario, alerta de distancia de seguridad, alerta de exceso de velocidad con reconocimiento de señales o detector de ángulo muerto.

De igual manera, el modelo del rombo cuenta con sistemas como el Easy Park Assist, que estaciona de forma autónoma tanto en línea como en batería (45º y 90º), cámara de visión trasera, o luces adaptativas automáticas.

Por su parte, el Citroën C4 ofrece una tecnología más limitada, aunque mucha viene de serie en el único acabado disponible. Por ejemplo, el C4 equipa sin sobreprecio un controlador de velocidad programable pero no adaptativo, así como sistema de arranque en pendiente, detector de nivel de inflado de los neumáticos y ópticas con función cornering, que aporta un haz de luz sumplementario en las curva.

De forma opcional integra otros sistemas más avanzadas como la vigilancia de ángulo muerto o sistema de ayuda al aparcamiento. De la oferta se han caído algunas opciones interesantes como las luces adaptativas, el freno de estacionamiento eléctrico o la alerta por cambio voluntario de carril.

Conectividad y multimedia

Pasando al plano de conectividad y multimedia, también gana el Renault Mégane. El compacto de la marca con sede en Boulogne-Billancourt ofrece la posibilidad de equipar la misma pantalla táctil vertical de 8,7 pulgadas (22 cm) previamente estrenada en el Talisman o el Espace. Ésta incluye el nuevo sistema R-LINK2, que hace uso de la cartografía Tom Tom, ofrece servicios de conectividad y es compatible con los estándares Android Auto y Apple CarPlay.

Este display a modo de tablet integrada sólo está disponible como opción a partir del acabado Zen, aunque también se puede optar por una pantalla táctil TFT horizontal más sencilla de 7 pulgadas, que incluye el sistema R-LINK, más limitado y con menos funciones de conectividad. De igual manera, el Mégane ofrece la posibilidad de equipar el sistema de audio Sound Bose System.

Por su parte, el Citroën C4 ofrece actualmente de serie una pantalla táctil también de 7 pulgadas, que cuenta con Connect Radio y que puede equipar de forma opcional el sistema de navegación Connect Nav. Este sistema multimedia cuenta con la tecnología Mirror Screen, también compatible con Apple CarPlay y Android Auto, que permite proyectar la pantalla de un smartphone si lo conectamos mediante cable. Asimismo, tanto el Mégane como el C4 disponen de serie de entrada USB, conexión Bluetooth y entrada auxiliar.

Relación precio/equipamiento

El principal argumento del Citroën C4 es sin duda el precio. Si bien en Citroën los descuentos son habituales, en el caso el compacto, al finalizar ahora su vida comercial, estos son notables. El precio recomendado del C4 oscila entre los 20.650 euros de la variante de gasolina y los 21.650 euros del modelo diésel. Si acudimos al Renault Mégane, la horquilla de precios es mucho mayor, aunque el modelo más básico, el Mégane en acabado Life y con el propulsor de gasolina de 100 CV, parte de los 19.440 euros.

Aunque Renault también ofrece descuentos en Mégane según versión, oscilando entre los 2.000 y los 3.000 euros, los dos únicos Citroën C4 a los que se puede optar se ofrecen actualmente por un precio promocional 16.190 euros: la marca ha equiparado gasolina y diésel a base de descontar 1.000 euros adicionales.

Si comparamos el equipamiento entre estas dos variantes Tonic y el acabado menos completo de los Mégane, el C4 se plantea como mejor opción: cuenta de serie con elementos de los que carece su rival, como las luces antiniebla con función cornering, climatizador bizona, elevalunas eléctricos traseros o el limpiaparabrisas y las luces automáticas. Además, cuenta con los airbag traseros de cortina y en ese precio se incluye el navegador opcional.

Si bien el equipamiento ofrecido en el Renault Mégane es mucho más completo, la mayor parte de las bondades tecnológicas se agrupan en packs opcionales que, a su vez, no están disponibles en todos los acabados.

De hecho, en su mayoría, no es hasta el cuarto, el Zen, cuando podemos empezar a montar estos sistemas, por lo que estamos hablando de 22.690 euros en adelante, sumando el paquete en cuestión. Por ejemplo, si queremos disfrutar de la frenada de emergencia asistida, la alerta de distancia de seguridad y el controlador de velocidad adaptativo, deberemos desembolsar 495,87 euros adicionales del Pack Safety.

Nuestra recomendación

Escoger entre el Renault Mégane y el Citroën C4 se hace complicado, ya que ambos modelos ofrecen, en general, gozan de buenos argumentos y una buena relación calidad/precio. Si lo que buscamos en una ganga de última hora y nos da igual optar por motores básicos y menos tecnología, el C4 es la mejor opción, precisamente por los descuentos promocionales a los que está sujeto y porque más o menos han tratado de ofrecer el mayor equipamiento posible al menor precio.

Por otro lado, si contamos con un presupuesto mayor y buscamos más oferta mecánica, mayores opciones de configuración y tecnología más avanzada, el Renault Mégane se presenta como la elección adecuada. Además, el compacto del rombo ofrece una mejorada habitabilidad y está ligeramente por encima en calidad percibida.

A ello le sumamos que a la cuarta generación del Mégane le queda mucho por delante y en cambio el C4 ultima ahora su vida. Por lo demás, estamos ante dos modelos muy similares: decantarse por uno u otro depende de las necesidades de cada uno.

Citroën C4

A favor:

  • Precio y promociones

  • Equipamiento de serie muy completo

  • Estética más consevadora

  • Maletero ampliable a 408 litros

  • Portaobjetos y ergonomía del habitáculo

En contra

  • Limitada oferta mecánica (dos motores)

  • Sólo un acabado disponible

  • Pocas opciones de personalización

  • Tecnología de asistencia, conducción y conectividad más limitada

Renault Mégane

A favor:

  • Mejor habitabilidad

  • Mayor oferta mecánica y de transmisiones

  • Más acabados disponibles y más opciones de personalización

  • Tecnología de asistencia, conducción y conectividad más completa

En contra:

  • Precio más elevado

  • La tecnología más interesante es siempre opcional y no está disponible hasta los acabados más altos

  • Diseño más atrevido

  • Equipamiento de serie ajustado

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