Platero: el coche del CSIC que se conduce solo (por Madrid)

Este es Clavileño, otro de los coches autónomos del CSIC

De coches que se conducen solos os hemos hablado ya de varios de los proyectos que hay en marcha en diferentes países, desde los trenes de carretera del proyecto SARTRE, que se han probado en tráfico real por España hace unos días, hasta de cómo funciona el coche autónomo de Google, pasando también por el piloto automático temporal HAVEit de Volkswagen. Pues bien, hoy es necesario hablar de otro proyecto más, y en esta ocasión de nuevo español.

Se trata del programa Autopía del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y de la Universidad Politécnica de Madrid. Este proyecto de coches automatizados que se conducen solos lleva en desarrollo ya más de 15 años.

Platero es el nombre del coche protagonista, un Citroën C3, aunque también tienen otros prototipos, como un Citroën C3 Pluriel y un par de furgonetas Citroën Berlingo eléctricas. El C3 que nos ocupa ha circulado por sí mismo a través de carreteras abiertas al tráfico desde San Lorenzo de El Escorial hasta Arganda del Rey, primero por ciudad y luego por autovía.

Platero ha recorrido unos 100 km por carreteras madrileñas

Eso sí, lo ha hecho detrás de un coche guía (el C3 Pluriel llamado Clavileño) y escoltado por un coche de la Guardia Civil, por si acaso fallara algo. Platero recorrió en total unos 100 km de distancia a una velocidad media resultante de unos 60 km/h. La velocidad máxima a la que puede circular, comprobada en circuito sin tener incidentes, ha sido de 109 km/h.

El computador que va en el maletero del coche es la base del sistema de control del sistema de conducción autónoma, y utiliza una estrategia de control basada en la lógica borrosa que permite simular el comportamiento de un conductor humano.

Es fundamental el sistema de navegación y posicionamiento DGPS, GPS diferencial, con una precisión de 0,5 m. Este se tiene que complementar para mayor precisión con un sistema de radio con el que recibir correcciones diferenciales, o bien con un sistema de comunicación inalámbrica local Ethernet, con la misma función. Se consigue una precisión de centímetro.

Este sistema inalámbrico de comunicación entre vehículos también permite conocer la posición de los coches que están en las cercanías, y que estén equipados con el sistema, muy al estilo CarToCar o SARTRE. Esta fue la función desempeñada por el coche guía que iba delante (y que sí llevaba conductor).

Recientemente se le ha incorporado un sistema de visión artificial realizado por la Universidad de Alcalá de Henares que reconoce la calzada y los obstáculos en ella situados. Estos coches funcionan de manera autónoma especificándoseles un trayecto como una sucesión de calles.

Es necesario tener mapas precisos y detallados

Se ha tenido que emplear un coche guía porque los mapas de los navegadores GPS actuales no tienen la suficiente precisión ni están totalmente actualizados en términos de desvíos y accidentes. Como se iba a circular por carreteras con tráfico real era mejor prevenir que lamentar.

Cuando el vehículo conoce las condiciones exactas de la calzada es perfectamente capaz de circular sin la presencia de un coche guía. El coche autónomo no imita los movimientos del vehículo guía que le sirve de referencia, sino que recibe su información y actúa en consecuencia de acuerdo a su programación en lógica borrosa.

El acelerador se controla electrónicamente y así se controla la velocidad del coche en cada momento. El freno también lleva un controlador electrónico. La dirección se controla gracias a un motor eléctrico acoplado al volante. Así todos ellos se accionan con las órdenes del computador.

El programa Autopía recibe fondos y financiación de dos de dos proyectos del Plan Nacional de Investigación Desarrollo e Innovación del Gobierno de España: del proyecto Guiade y del proyecto Onda-F.

Aquí os dejo con unos vídeos con algunas de las pruebas que se realizan en circuito cerrado, como por ejemplo pararse en un cruce con ceda el paso y luego reanudar la marcha, moverse en una rotonda, o realizar un adelantamiento (incluso teniendo que abortar la maniobra por llegar en sentido contrario otro coche y luego volver a intentarlo).

Vía | El Mundo Más información | UPM-CSIC Programa Autopía Vídeo | (1) YouTube, (2) YouTube, (3) YouTube En Motorpasión | Un coche del CSIC ya ha rodado sin conductor en España En Motorpasión Futuro | Cómo funciona el coche autónomo de Google

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