¿Merece la pena convertir un Toyota Prius a enchufable? (Parte 2)

Hace algunos días hablábamos de como se podía trasformar un Toyota Prius convencional a todo un híbrido enchufable mediante unas sencillas modificaciones. Posteriormente tratábamos este tema visto desde el punto de vista de la cartera y de si compensaba hacer dicha modificación para un uso plenamente eléctrico.

Hoy por el contrario vamos a estudiar si compensa instalar el kit de conversión a plug-in en el Toyota Prius para utilizarlo de una forma híbrida combinada mezclando electricidad y gasolina y no solo funcionando en VE como era el anterior caso que por cierto, no acababa de convencer.

El Toyota Prius funcionando con el kit en modo híbrido asistido tiene unas cuantas ventajas respecto a su homólogo convencional. Empecemos por los consumos: en este modo dependiendo de la conducción obviamente, podemos hacer medias de unos dos litros y medio cada cien kilómetros sin mucha dificultad.


El kit plug-in lo que hace es inyectar electricidad en las baterías principales del coche, y entonces el Prius viendo que le “sobra” energía eléctrica intentará usar más esta en detrimento del motor de gasolina. Por lo tanto conseguimos poder circular mucho más tiempo en modo eléctrico y cuando lo hagamos con el motor de gasolina encendido, este funcionará a menos revoluciones por minuto.

Entonces podemos hacer medias de 2,5 litros a los cien pero ¿durante cuántos kilómetros? ¿Cuando deja de asistir el kit al movimiento del coche? Pues depende, nos movemos entre unos 60 y 90 kilómetros de duración, luego ya pasa a consumir como un Prius de serie. Para los cálculos cogeré 75 kilómetros de autonomía.

Por cierto, estoy hablando del kit de cuatro kilovatios . Este kit instalado ya en el coche sale por unos 4000 euros. Pues vamos ya a los tradicionales cálculos de siempre. Andar 100 kilómetros con un Prius sin modificar asumiendo un consumo de unos cinco litros y un precio de la gasolina de 1.30 salen unos 6,5 euros.

Por el contrario para hacer 100 kilómetros con el kit asistiéndonos nos va a llevar unos 2,5 litros de gasolina lo que supone 3,25 euros y a eso hay que añadirle la electricidad que hemos consumido. En total nos sale por unos 4,25 euros. Estamos ahorrando unos 2,25 euros cada 100 kilómetros.

Si el kit vale 4000 euros, para amortizarlo necesitamos recorrer unos 180.000 kilómetros con el invento funcionando. Si recordáis, en nuestro análisis del kit funcionando plenamente en modo eléctrico salían unos 90.000 kilómetros recorridos hasta conseguir la amortización.

Pero ahora viene lo gracioso y es que se puede ahorrar más es más fácil amortizar el kit de esta segunda manera. El meollo de la cuestión viene dado porque utilizándolo de esta forma, necesitaremos menos recargas de la batería para ahorrarnos esos 4000 euros en gasolina.

Suponemos que las baterías se mantendrán en buena forma tras 3000 recargas, recorriendo unos 75 kilómetros en híbrido asistido por carga tenemos un total de 2400 cargas para recorrer esos 180.000 kilómetros. Así que podríamos llegar a ahorrar algunos euros en gasolina al final de la vida del kit.

Por el contrario, recordamos que funcionando en el modo EV las baterías se deterioraban antes de conseguir la amortización del kit o muy poco después con lo que apenas teníamos margen para el ahorro de verdad.

Además hay que tener en cuenta que es mucho más sencillo utilizar el kit y el coche en un modo híbrido asistido al tener una mayor autonomía y unas mayores prestaciones que en el modo puramente eléctrico. Pero bueno, a mi modo de ver todos estos escombros de números cálculos apenas valen para nada.

¿Por qué?

Durante todo el trabajo de documentación y estos tres artículos escritos sobre el kit plug-in me he dado cuenta de un par de cosas. Esta trasformación no nos va a hacer millonarios ni vamos a ahorrarnos un montón de dinero en gasolina, ni hemos descubierto el invento del año.

Pero lo cierto es que tampoco es un timo ni un engañabobos ni un fracaso. Es una opción bastante razonable, un término medio entre estas dos cosas, ni lo uno ni lo otro. Tenemos un fuerte desembolso inicial que se va recuperando poco a poco a medida que pasan los kilómetros.

Como puntos positivos tiene que haces de tu coche un vehículo menos contaminante y mucho más eléctrico que el de serie. Consigues un mayor confort de marcha y por supuesto, tienes un coche con enchufe que eso… no tiene precio. Además, quien sabe como se pondrá la gasolina de aquí a unos años.

Por lo tanto, aquellas personas que se decidan a ponerlo no están cometiendo un error, simplemente están haciendo algo distinto con su coche. Obviamente dependerá también del uso que se le vaya a da al vehículo. Cuanto más urbano y de corta distancia sea, más interesante sera la modificación.

Así pues, esta serie de artículos sobre el Prius plug-in toca a su fin. Los híbridos enchufables son el paso intermedio natural entre los coches convencionales y los puramente eléctricos y si no nos queremos esperar a que los fabricantes pongan su modelo en el mercado pues esta es una buena opción para no perder el tren de las novedades.

Hablando de este tema, un Prius adaptado a enchufable nunca será tan bueno como el plug-in que fabrica la propia Toyota, pero lo que es seguro es que ya se puede tener cosa que el modelo oficial no, salvo que seas alcalde de Madrid.

En Motorpasión Futuro | ¿Merece la pena convertir un Toyota Prius a enchufable? (Parte 1), Como convertir un Toyota Prius a enchufable

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