GreenWay, una alternativa de intercambio de baterías para furgonetas eléctricas

Una de las trabas clásicas del coche eléctrico es el elevado tiempo de recarga de las baterías. De ahí que proyectos como Better Place llamen la atención en positivo, ya que uno percibe en el cambio rápido de baterías una operación muy comparable a los repostajes de carburante. Sin embargo, la de Better Place no es la única opción que explota esta idea.

En Eslovaquia, GreenWay apuesta por las baterías intercambiables para furgonetas de reparto. Las ventajas que anuncia la empresa son incontestables. La operación de intercambio de baterías dura, según GreenWay, 7 minutos, de manera que la autonomía declarada, de 200 km por carga, se eleva de forma astronómica y muy rentable para un vehículo cuya finalidad es no estar parado.

Eso sí, el intercambio es un proceso muy manual, en el que el conductor baja de la furgoneta, abre un armarito con su tarjeta personal e intransferible, saca un transpalet eléctrico y procede a desmontar una batería para luego montar la otra. Visto desde fuera, es un proceso que parece sencillo, pero como es lógico esos 7 minutos se pueden alargar hasta lo indecible.

De hecho, el sistema no deja de ser una revisión de aquel vetusto cambio de baterías que ya Mercedes realizaba en 1972, carretilla incluida. Visto así, lo único que ha ganado el sistema en estos 40 años es un armario para guardar las cosas, una tarjeta para usarlo de forma personalizada y poco más. Al menos, eso es lo que se desprende del vídeo ofrecido por GreenWay, cuyos planes de expansión por Eslovaquia y los países limítrofes ya están en marcha:

Como vemos, el espacio destinado a las baterías no sólo ocupa buena parte de la caja del furgón, sino —y esto es más peliagudo cuando hablamos de vehículos de reparto— la zona del portón lateral. De la carga útil, mejor no hablar, pero una Citroën Jumper como la del vídeo se mueve entre los 1.000 y los 1.200 kg. Si a eso le restamos la masa de ese conjunto tan aparatoso, ¿qué nos queda?

Si tenemos en cuenta que la puerta lateral de una Citroën Jumper como esa mide 1.250 mm de ancho, eso es más o menos lo que perdemos de caja. Por otra parte, resulta muy difícil acceder a la carga si no es por la parte trasera de la furgoneta, algo que en ciudad no siempre es posible. Para el caso, casi estaba más conseguida la idea de Mercedes-Benz, ¿no os parece?

Más información | GreenWay
Vídeo | GreenWay Project Slovakia (YouTube)
En Motorpasión Futuro | Mercedes y el cambio de baterías para eléctricos

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