Baterías y coche eléctrico (Introducción)

Todo el mundo dice que el coche eléctrico es el futuro. Se puede decir que ya está formando parte del presente. Estos coches prometen, todos los estamos deseando. Son más limpios, sencillos, fiables, cómodos, ecológicos, silenciosos y una larga lista de otras cualidades positivas.

Pero, ¿por qué no son ya todos los coches eléctricos? Desgraciadamente aún no está todo pulido en lo que al VE se refiere. Hay ciertas cosas que necesitan ser mejoradas y problemas que han de ser resueltos, el mayor de ellos ahora mismo es la autonomía y como causa de esta, las baterías.

Al fin y al cabo, las demás carencias de estos vehículos, como pueden ser una mayor variedad de modelos, mayores prestaciones, sensaciones deportivas… se resolverán con el tiempo cuando la demanda aumente; pero el problema de las baterías es un lastre difícil de salvar para el desarrollo del coche eléctrico.

Los primeros coches autopropulsados de la historia allá a finales del siglo XIX utilizaban baterías y motores eléctricos. Presentaban numerosas ventajas frente a los complejos y ruidosos coches de gasolina, como la limpieza y la elegancia, sencillez en su uso, facilidad de abastecimiento…

Con el tiempo, el motor de gasolina fue ganando en prestaciones y en refinamiento, y entonces es cuando la principal desventaja de los coches eléctricos (su autonomía) fue la que los hizo desaparecer.

Hemos avanzado mucho, pero lo cierto es que las mecánicas de combustión están empezando a tocar techo y la mejora de su eficiencia está limitada por las leyes físicas. Además las emisiones de los coches convencionales empiezan a ser insostenibles para el entorno y todo ello, a mi parecer, va a acabar jubilando el motor de combustión.

La mayor debilidad de los coches eléctricos son las baterías. Hoy en día los nuevos modelos eléctricos que intentan hacerse un hueco en el mercado cuentan con unos 150 o 200 Km de autonomía en el mejor de los casos. Eso no es suficiente bajo mi punto de vista y el de casi todo el mundo.

Aspectos a mejorar en las baterías actuales

Para que esta situación cambie y los eléctricos puedan ser definitivamente el coche que todos necesitamos, las baterías han de mejorar los siguientes aspectos:

Densidad energética: Conseguir que un kilogramo de baterías pueda almacenar una mayor cantidad de electricidad. De esta manera se necesitarán acumuladores menos pesadas para ofrecer unas autonomías razonables

Aumento de ciclos de carga/descarga: Hoy en día, los vehículos enchufables dan como referencia que sus baterías conservarán un 80% de la capacidad inicial tras unos 10 años de uso. La batería debe aguantar en buenas condiciones una cantidad de ciclos de carga y descarga semejante a la vida del coche que pueden ser unos 400.000Km o 10-15 años.

Reducción de los tiempos de recarga: En el mejor de los casos, algunos modelos que se empiezan a vender, ofrecen posibilidad de efectuar recargas rápidas del 80% de la capacidad en 30 minutos. Esto podría reducirse aún más con mayores intensidades de carga.

El objetivo sería poder cargar el coche eléctrico en el tiempo que se tarda en llenar un depósito. Por supuesto, este tipo de recargas rápidas no deben provocar ningún daño ni desgaste prematuro en las baterías por mucho que se abuse de él. Con estas premisas, un coche eléctrico si que podría realizar viajes de larga distancia.

Reducción de costes: Hoy en día el material más empleado para las baterías de toda clase de dispositivos es el litio. Esto hace que haya una alta demanda de este metal. Desgraciadamente, sus yacimientos escasean y por ello es caro de extraer aunque también es posible reciclarlo.

Si la cosa sigue así, el litio podría ser el nuevo “oro negro” y ser fuente de conflictos geopolíticos y disputas como lo es hoy en día el petróleo. Aunque no parece haber muchas alternativas a este metal, unas baterías compuestas por materiales baratos facilitarían mucho el auge del coche eléctrico.

Como se suele decir, en ingeniería no hay soluciones perfectas. Hay que atenerse a unos costes predefinidos, unas especificaciones mínimas y unos plazos de tiempo. De nada sirve dar con la batería ideal si esta luego vale un precio totalmente exagerado. Hay que buscar soluciones de compromiso.

En resumen, a día de hoy aún queda un buen camino por andar para que el coche eléctrico sea el coche de todos. Y la mayor parte del recorrido consta de mejorar las baterías que existen en la actualidad. Ese es el objetivo, dar con la batería.

A buen seguro, casi todas las marcas están gastando bastante dinero en I+D para ser los primeros en dar con la solución. Esperemos que se consigan progresos notables en este campo en los próximos años. Necesitamos estos coches.

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