Reedición de la persecución de Bullitt con los coches de la época


La mejor persecución de la historia del cine ha dado mucho que hablar entre los aficionados al motor que la disfrutaron tanto como yo lo he hecho las veces que la he visto.

Primero, Motor Trend hizo la comparativa actualizada con un 2006 Dodge Charger R/T y un 2006 Ford Mustang GT, pero esto no despejaba las dudas existentes, así que los redactores de Times Online los han vuelto a enfrentar, pero esta vez como debía ser, con un 1968 Ford Mustang GT 390 Fastback igual al conducido por el teniente Frank Bullitt (Steve McQueen) y el 1968 Dodge Charger 440 Magnum pilotado por los dos asesinos de la película.

¿Cómo era posible que un Mustang con 50 CV menos y mucho menos par motor lograse alcanzar y echar de la carretera a todo un señor Charger?

Muchos han especulado con que la persecución de Bullitt era una farsa, otros han dicho que en el Charger iban dos ocupantes, lo que le daba ventaja al Mustang, algunos apostaban por la mejor maniobrabilidad del Mustang y ninguno se ponía de acuerdo en nada. Bueno sí, en algunos fallos que se pueden apreciar, como el famoso VW Beetle verde que era adelantado una y otra vez en la misma calle, por poner un ejemplo.

Como seguidor incondicional y amante de los Mustang clásicos, en especial los de la primera generación y los Fastback del 65 en particular, me duele escribir esto, pero tras las pruebas realizadas en el circuito de Silverstone las conclusiones son que el Dodge Charger “se merienda” al Mustang casi sin despeinarse. Mopar vence al óvalo. Y lo hace en muchos sentidos. El Ford Mustang se hace díficil de controlar en la pista mojada de Silverstone por varios motivos, el eje rígido trasero y un mal reparto de pesos del Ford Mustang le dan la corona de vencedor al Dodge Charger.

Pero claro, en plena guerra entre las marcas americanas por tener un best seller automovilístico la apariencia era el principal aliciente para vender sus coches. Y ahí es donde el Ford Mustang ganaba de calle al Dodge Charger. Ford podría haber cedido otro modelo más potente para la película, pero el Ford Mustang era el coche de moda y McQueen el actor de moda. La suma de estos dos factores fue el principal motivo para inclinar la balanza a favor del pony car de Ford y ser el vencedor virtual en su particular lucha cinematográfica con el Dodge Charger.

1968 Ford Mustang GT 390 Fastback

  • Motor: V8 6.392 cc (390 ci)
  • Potencia: 325 CV @ 4.800 rpm
  • Par máximo: 578 Nm (427 lb-ft) @ 3.200 rpm
  • Transmisión: Manual de cuatro velocidades o Select Shift Cruise-O-Matic
  • Aceleración 0-100 km/h: 6,3 seg
  • Velocidad máxima: 193 km/h
  • Precio: 2.952 dólares en 1968

1968 Dodge Charger 440 Magnum

  • Motor: V8 7.219 cc (440 ci)
  • Potencia: 375 CV @ 4.600 rpm
  • Par máximo: 650 Nm (480 lb-ft) @ 3.200 rpm
  • Transmisión: Automática de tres velocidades o manual de cuatro velocidades
  • Aceleración 0-100 km/h: 6 seg
  • Velocidad máxima: 217 km/h
  • Precio: 3.480 dólares en 1968

Aún así, después de leer esto, seguiré soñando con ser el poseedor de un flamante 1965 Ford Mustang GT Fastback pintado en Raven Black y con el llamativo interior con los acabados en cuero rojo del pack Pony Interior y deleitarme con el sonido de su motor V8 en los paseos de fin de semana.

Vía | All Ford Mustangs

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