Cinco veces 5. La historia del BMW Serie 5 (parte 2)

En el Salón de Fráncfort de 1995 se presentaba la nueva Serie 5. Como característica principal, ahora la Serie 5 de BMW luciría un frontal con sus típicos faros dobles, aunque esta vez ubicados detrás de una cubierta transparente.

Esta cuarta generación ofrecía más espacio interior, algo que ha ido creciendo con el paso de las generaciones, un volante multifunción, sistema de navegación y control dinámico de la estabilidad, todo novedoso para el momento.

Claro que también la carrocería ofrecía mayor rigidez torsional y se posicionaba como el primer automóvil de producción a larga escala fabricado casi completamente en aleación ligera. Los propulsores que montaba eran fabricados en aluminio.

Las motorizaciones que iban a propulsar al nuevo BMW Serie 5 eran de seis cilindros en línea con potencias entre los 150 y 193 CV, reduciendo los consumos respecto a los que sustituían. Al año siguiente, en 1996, aparecían dos propulsores V8.

En 1998 BMW presentó el propulsor más potente de su historia hasta el momento, alimentado por lubricante controlado por fuerzas centrífugas y mariposas de admisión controladas electrónicamente, proporcionaba 400 CV, era el nuevo BMW M5.

En el año 2000 un restiling dotó al BMW Serie 5 de anillos luminosos con funciones de posición y luz para los faros delanteros. A principios de 2004, cuando se comenzaba a comercializar la siguiente generación, ya había más de 1,47 millones de unidades de la Serie 5, rodando por todo el mundo.

La quinta generación: 2003

En este año se comienza a fabricar la nueva generación del BMW Serie 5, que llegaba a los concesionarios un año más tarde. De nuevo BMW conseguía innovar en cuanto a seguridad activa y pasiva para sus modelos tanto Touring (familiar) como para la berlina.

El exterior se continúa afilando sin perder su estilo ya reconocido mundialmente, con líneas cóncavas y convexas. En mecánica destacó el sistema de control _iDrive_, que se incluía de serie. Los motores se fabricaron en aluminio o aluminio y magnesio, con una carrocería en la que su frontal y zaga, también en aluminio permitían un equitativo reparto de pesos entre ambos ejes.

Elementos mecánicos y electrónicos se ofrecían de serie como el _DSC_ o control electrónico de estabilidad, la dirección activa y el _Adaptative Drive_, con ajuste electrónico de la amortiguación y gestión de las barras estabilizadoras.

En la quinta generación del BMW Serie 5, el conductor disfrutaba de la tecnología más avanzada para la conducción, como el _Head Up Display_ con visión nocturna, control de velocidad activo con _Stop & Go_ y un avisador de cambio de carril involuntario.

La gama de motorizaciones se amplió hasta seis de gasolina y cuatro diesel, con potencias entre los 170 CV del BMW 520i hasta los 367 CV del BMW 550i. Especialmente para los BMW M5 y BMW M5 Touring, se montaba un propulsor V10 de 5 litros con una potencia de 507 CV.

La renovación: 2007

Desde 2007 se comienza a mejorar todos los BMW Serie 5 que salen de fábrica con la gama tecnológica BMW _EfficentDynamics_. Elementos como la recuperación de la energía de frenado, un indicador de cambio de marcha óptimo, control activo de las entrada de aire ... etc, hicieron de estos alemanes todo un laboratorio de bajo consumo y eficiencia.

El BMW 520d homologaba su consumo medio en 5,1 litros a los 100 km, con unas emisiones de dióxido de carbono de 136 g/km, sin renunciar a una potencia de 177 CV. Desde 2005 a 2008 los Serie 5 fueron los más vendidos de su segmento, con unas ventas mundiales hasta finales de 2007 de más de un millón de unidades.

En enero de 2008 la planta de BMW en Dingolfing había fabricado, desde 1973, cinco millones de BMW Serie 5.

En Motorpasión | Cinco veces 5. La historia del BMW Serie 5 (parte 1)

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 55 Comentarios