Cinco veces 5. La historia del BMW Serie 5 (parte 1)

Comenzamos la historia del BMW Serie 5 ya que ha cumplido seis generaciones, en los años 60 veía la luz esta berlina de cuatro puertas, deportiva, con el motor colocado longitudinalmente en la parte delantera y tracción trasera, un coche que muchos desearon tener.

Así veían la luz los BMW 1500, 1800 y 2000. Una gama que consiguió encumbrar a BMW en el mercado automovilístico mundial y ponerle “cara” en el mercado mundial, la marca de las aspas había creado la berlina por excelencia en ese momento.

En 1972 se cambiaba la nomenclatura de esta gama, pasándose a llamar Serie 5, a partir de ese momento el número cinco era sinónimo de vehículos grandes, pero con estilo deportivo en su conducción, vehículos en los que BMW volcaba toda la tecnología aprendida hasta el momento.

Nace la Serie 5: 1972

En el Salón del Automóvil de Fráncfort de 1972 se presentaba la nueva Serie 5, nueva en el nombre y nueva también en su concepto. Los propulsores que acompañaban a estas berlinas del segmento alto fueron de cuatro cilindros y 115 y 130 CV para el BMW 520 y el BMW 520i, respectivamente.

Se comenzaba a usar el tipo de nomenclatura que ha llegado hasta nuestro días el “5” especifica la serie y los dos números siguientes indican la cilindrada. Como no, el recuerdo de modelos como el BMW 501 llamado “Ángel Barroco” o el deportivo BMW 507, se hizo presente.

Las líneas que determinaron esta serie y de las que no han dejado de abusar eran sencillas; grandes ventanillas, línea de la cintura baja y los típicos faros dobles, que además marcaron un estilo de diseño para BMW. Por vez primera con este vehículo se utilizaron los ordenadores para programar las áreas de deformación del habitáculo en caso de impacto.

Tras dos años de comercialización se presentó el primer seis cilindros del mercado, un motor que proporcionaba 145 CV que para la época era todo un récord en cuanto a potencia en una berlina. Más adelante, en 1980, se presentaba el BMW M535i con 6 cilindros y 218 CV de potencia.

En 1976 llegaba el primer BMW impulsado por hidrógeno, basado en la primera generación de los BMW Serie 5, un vehículo escuela con el que la de Munich comenzaba a explorar las energías alternativas. Tecnología que llega hasta nuestro días en el BMW Serie 7 propulsado por hidrógeno que esperemos sea algo factible para la marca ahora que todas siguen este camino de la mal llamada “ecología” automovilística.

Segunda generación y nuevo nacimiento: 1981

Hasta el momento la Serie 5 de BMW estaba teniendo un éxito insospechado, se llegaron a vender casi 700.000 unidades. La segunda generación llegaba al mercado en 1982 siguiendo el mismo diseño de grandes ventanillas aunque diferenciado por un frontal más llamativo.

La ingeniería también había mejorado, ahora era un coche con chasis de construcción ligera que proporcionaba un mayor espacio interior sin cambiar sus medidas exteriores respecto a la anterior generación. La suspensión mejoraba el confort de marcha, con un nuevo desarrollo con eje delantero de doble articulación y trasero de brazos semi-tirados.

Los sistemas electrónicos como el antibloqueo de frenos, ordenador de a bordo y la inyección electrónica de la gasolina debutaban en esta segunda generación del BMW Serie 5, la gama crecía hasta ofrecer motores desde 90 CV hasta 184 CV. Estaba a punto de fraguarse otra leyenda; la “M” iba a empezar a acompañar al Serie 5. La versión de 1984 un BMW M535i con 218 CV, sería el lobo con piel de cordero de esta familia.

El primer diésel para “el cinco”

Tras pensar como seguir ofreciendo las prestaciones de su Serie 5 con motorización diesel, en 1983 presentaba el BMW 524td, un propulsor potente y refinado de seis cilindros en línea y 2.4 litros de cilindrada con una potencia máxima de 115 CV, que por contra ahorraba bastante en sus consumos (comparándolo con modelos similares de la época) y no perdía la deportividad de esta Serie.

Conjuntamente se presentaba un económico motor gasolina que cosechó un gran éxito, se trataba de un 2.7 litros de 125 CV a 4.250 rpm, estrenaba electrónica y disponía de menor peso. Esto unido a una nueva caja de cinco velocidades y mayor desarrollo (overdrive), lo hacían muy eficiente y ahorrador, siempre pensando en lo que sería un coche ahorrador en esa época, seguro que hoy en día nos reiríamos de los “ajustados consumos”.

La creación de una leyenda: la letra “M”

De nuevo en el Salón del Automóvil de Fráncfort de 1985, la compañía BMW Motorsport GmbH (fundada en 1972), daba en el clavo al crear el BMW M5, con un exterior que casi no se distinguía del resto de modelos, pero con unos componentes bajo la carrocería optimizados, como su propulsor de 6 cilindros en línea, 4 válvulas por cilindro y 6 mariposas de admisión. Este motor era un derivado del BMW M1, su potencia ascendía hasta los 286 CV.

La segunda generación del BMW Serie 5 era remplazada siete años después del comienzo de su producción, las ventas hasta el momento fueron de 722.000 unidades, un nuevo récord para la marca.

La tercera generación: 1988

Esta nueva generación también llegaba con nueva tecnología, aunque ya en 1984 los modelos que salieron de fábrica montaban catalizador, estos recién llegados lo harían de serie en todas sus motorizaciones. El BMW 520i, 525i, 530i, 535i y el BMW 524td eran motores de seis cilindros e inyección electrónica de carburante. Disponían de potencias entre los 115 y 211 CV.

El nuevo BMW M5 aumentaba la potencia de su motor hasta los 315 CV, que a su vez aumentaría con la versión de 1992 hasta los 340 CV de potencia. Este mismo año aparecían los modelos de ocho cilindros el BMW 530i y 420i. En 1993 se presentaba el BMW 518i como un modelo básico con un propulsor de 4 cilindros.

Todos los motores de seis cilindros contaban ya con tecnología de cuatro válvulas por cilindro y gestión variable de los árboles de levas VANOS que otorgaban una mayor potencia, par motor y eficiencia. La tercera generación trajo una mayor seguridad gracias a una carrocería de deformación programada y a nuevas aplicaciones de la tecnología como una estructura del habitáculo más rígida.

Opcionalmente y por primera vez podía montar suspensión con amortiguadores controlados electronicamente, dirección Servotronic con asistencia variable en función de la velocidad, control automático de la estabilidad, ASC, además del sistema antibloqueo de frenos. Continuará...

En Motorpasión | El BMW Serie 5 se pone a la venta



También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 47 Comentarios