Es una operación posible sólo en coches con cambio manual. Y aún así, podríamos causar todavía más averías
A todos nos ha pasado alguna vez. Nos subimos al coche y lo encendemos. Pero no, obtenemos como única respuesta de su parte un ruido que se asemeja exactamente a lo que es, una queja porque ya no puede más. Se ha quedado sin batería.
Existen soluciones para hacer frente a este inconveniente. Una de ellas, es recurrir al viejo truco de empujar el coche para que con el movimiento, el alternador vuelva a revivir el coche. Un momento, ¿todavía es posible encender un coche empujándolo? Sí, en algunos casos se puede, pero conlleva ciertos riesgos.
Empujar el coche para arrancarlo es cosa del pasado
Sí, se puede arrancar un coche sin utilizar cables o un arrancador. Para ello se recurre al viejo truco de empujar el coche, ya sea con la ayuda de alguien o uno mismo con la ayuda de una pendiente o de la fuerza que nos quede en las piernas. Sin embargo, en la actualidad no es posible hacerlo con todos los coches.
No se puede arrancar empujando un coche si tiene transmisión automática en el sentido amplio de la palabra. Es decir, tampoco se puede en los coches con un cambio manual robotizado o automático de doble embrague. Es más tampoco se puede hacerlo con los coches manual equipados de un sistema automático de stop/start o freno de mano eléctrico.
Además, la mayoría de coches requieren ahora pisar los pedales del embrague y/o del freno al arrancar el motor, por lo que tampoco se podrán arrancar empujándolos cuando se agota la batería.
Y para colmo, tampoco se podrían arrancar con este método los coches equipados con un catalizador. En el proceso este se podría obstruir si se acumula combustible sin quemar durante los intentos de arranque. Esta obstrucción puede provocar daños e incluso la destrucción del catalizador, y sustituirlo puede costar entre 200 y 1.500 euros, según el coche. Ante cualquier duda, en el manual de usuario se indica si se puede arrancar o no empujándolo.
De todos modos, más allá del hecho de que el coche se niega a arrancar, debemos estar seguros que no lo hace porque la batería se ha agotado o porque el motor de arranque ha dejado de funcionar. Con cualquier otra avería, insistir en encender el coche empujándolo no serviría de mucho. Si es el alternador el que falla, el coche volverá a pararse tras unos minutos, por ejemplo. Y además podríamos provocar más averías.
Si a todo eso le añadimos que empujar un coche o soltarlo cuesta abajo para arrancarlo es una operación un tanto peligrosa, alguien puede tropezar y caerse, se puede perder el control del coche o chocar contra otro vehículo en el intento, por ejemplo, definitivamente no es una buena idea.
¿La solución en estos casos? Llamar a la asistencia del seguro o un mecánico que, mediante un arrancador, podrá encender el coche. Así ir a comprar una nueva batería, que podremos cambiar uno mismo para ahorrarnos unos cuantos euros -es muy fácil-, o llevar el coche al taller por si parece que sea algo más serio.
Imágenes | Hugo Clément, Motorpasión
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