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Cómo lograr que las alergias primaverales no vivan en tu coche torturándote

¿Sin darte cuenta, tu coche se ha convertido en un contenedor de pañuelos de papel usados? ¿Cuándo empiezas a conducir tienes que usar el limpiaparabrisas para quitar un polvo amarillo que se acumula en los cristales?

¿La tos y los estornudos se han convertido en la banda sonora habitual del coche?

Normal, estamos en primavera, mientras el cambio climático no lo impida, el ciclo natural de las plantas sigue funcionando y ahora lo que toca no es otra cosa que la polinización.

El polen de las flores inunda el ambiente, pero se cuela sin pedir permiso en nuestro coche que si no tenemos un poco de cuidado lo podemos acabar convirtiendo en un micro hábitat peligroso y poco saludable.

Este artículo no te va a curar la alergia, ¡ya nos gustaría!, pero al menos te podrá ayudar a que identifiques los síntomas y sepas como poder evitar las consecuencias.

¿Cómo afectan los síntomas de la alergia en la conducción?

Los síntomas afectan, y mucho. Según la Dra. María Muñoz Pereira, responsable de Alergología del Hospital Universitario HM Montepríncipe y del Hospital Universitario HM Puerta del Sur. Si sufrimos rinitis y conjuntivitis, en los meses de primavera por el contacto directo con los pólenes que hay en el aire, tendremos síntomas como por ejemplo, estornudos, que inevitablemente hace que cerremos unas décimas de segundos los ojos y perdamos la atención en la conducción.

“Alteraciones en la visión, conjuntivitis o estornudos son los principales efectos de las alergias que afectan a la conducción”. Dra. María Muñoz Pereira, HM Montepríncipe y HM Puerta del Sur.

El problema se agrava cuando estos estornudos son muy seguidos y ocasiona un riesgo mayor. Además, la conjuntivitis por otra parte, hace que el ojo lagrimee y la visión pueda alterarse. Las secreciones nasales que precisan el uso de pañuelos también es un motivo de distracción al volante.

Mantener el coche limpio, tu mejor aliado

El habitáculo del coche cuando nos movemos se convierte en un auténtico aspirador del aire exterior. Cuando bajamos las ventanillas todo lo que entra por ellas se mezcla con las partículas del interior y se forma una amasijo que tengas o no alergia te produce picores en la nariz, irritación en los ojos, estornudos y distintas sensaciones que no ayudan mucho en la tarea del conductor.

EL IMPACTO DE LOS GRANOS DE POLEN EN SUSPENSIÓN, A LA VELOCIDAD QUE LOS RECIBIMOS MIENTRAS CONDUCIMOS OCASIONAN MÁS SÍNTOMAS

Para prevenir todo esto conviene pasarse por el lavadero de coches y aspirar la tapicería, limpiar alfombrillas y quitar el polvo del salpicadero. Hay que tratar de tener el interior del coche lo más limpio posible, y mientras circulamos mantener las ventanillas subidas.

Si nuestro filtro de polen está en condiciones nos asegurará que el aire que entre esté limpio, por cierto, ¿cuándo fue la última vez que lo revisaste? Estos filtros se conocen como filtros HEPA de alta eficiencia o antipolen y se caracterizan porque utilizan Carbón y Polifenol, y son capaces de neutralizar los alérgenos.

Los filtros del sistema de ventilación reducen al máximo las partículas nocivas del aire, eliminan bacterias y gases, además de proteger el interior de las partículas del polen. Incluso se puede aumentar su eficacia utilizando un purificador de aire.

A PRIMERAS HORAS DE LA MAÑANA Y ULTIMAS DE LA TARDE SON LOS MOMENTOS MÁS DELICADOS PARA LOS ALÉRGICOS

En caso necesario, tal y como nos comenta la doctora Muñoz Pereira también se podría recurrir al uso de mascarillas con filtro de aire y utilizar algunos colirios y spray nasales que no son medicamentos e intentan hacer una barrera en la mucosa para que no entre en contacto con el polen.

Las ventanillas siempre subidas, porque además, el impacto de los granos de polen que hay en suspensión en el aire, a la velocidad que los recibimos cuando vamos conduciendo ocasionan más síntomas.

El polen de la ciudad, más fuerte todavía

Uno de los principales fenómenos que potencian las alergias, nos recuerda la doctora Muñoz Pereira, es la contaminación ambiental, que presenta dos consecuencias negativas para las enfermedades alérgicas.

Por un lado las plantas fabrican unas proteínas de defensa a la agresión medioambiental que hace que el polen de las plantas de ciudad sea más alergénico que el polen de esa misma planta en medio rural y las partículas de diésel que se “pegan” a los granos de polen hacen que sean más alergénicas.

Por otro lado, la contaminación, el humo y las infecciones respiratorias son irritantes de la vía aérea, ocasionando inflamación de la mucosa nasal y conjuntival y eso hace que los granos de polen penetren más en dichas mucosas.

Acudir siempre a un especialista

Ojo con los medicamentos, los médicos están cansados de decirlo: “evitar la automedicación”. Las circunstancias de la persona y del entorno hacen que el medicamento que se utilice deba ser el más específico en cada caso, por lo que es probable que no sirva para mí lo que utiliza otra persona, por muy bien que a esta funcione.

NO AUTOMEDICARSE, LO QUE A UNAS PERSONAS LE SIENTA BIEN PARA OTRAS PUEDE TENER EL EFECTO CONTRARIO

Si bien es cierto que los medicamentos de última generación han disminuido sus efectos somnolientos, uno de los efectos secundarios de los conocidos antihistamínicos es precisamente la somnolencia que producen.

Esto unido a otros factores como una comida copiosa o cansancio pueden provocar que nos durmamos al volante.

Los síntomas de las alergias son variables, para algunos son ocasionales y en otros casos se acaban volviendose crónicos, pero en cualquier caso en cuanto empiecen los síntomas no es descabellada la idea de parar el coche y esperar a que pase la crisis

Fotos: Istock, HM Hospitales, Toyota

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