Señales de circulación y su clasificación por prioridad: cuáles debemos obedecer si se contradicen

La señalización es esencial para ordenar y reglamentar la circulación del tráfico. Así, cuando en la autoescuela nos preparan para ser conductores, nos enseñan a gobernar un coche o vehículo pero, sobre todo, a circular e identificar qué significan y exigen las señales.

Las señales de circulación que podemos encontrar en carretera pueden ser de diferente índole y se clasifican según prioridad o preferencia, pero, ¿tenemos claro cuál prevalece? Vamos a repasarlo.

Qué es una señal de circulación y cuál es su cometido

En circulación, las señales pueden ser tanto indicaciones de un agente de tráfico, como circunstanciales (cambiando el funcionamiento habitual de la vía) o además de fijas (semáforos, verticales o marcas viales).

Su objetivo siempre es el de advertir, informar, ordenar y reglamentar la circulación del tráfico para que los conductores reaccionen con la antelación necesaria ante una circunstancia específica de la vía.

De esta manera, en puntos especialmente críticos como cruces, intersecciones, curvas o estrechamientos, la señalización es esencial para que se discurra con total seguridad en carretera.

En resumen, el fin último de las señales es el de asegurar la seguridad en la circulación, así como la eficacia de la misma, a la par de hacer la vida más sencilla en los conductores.

Tipos de señales según su prioridad

Pero, ¿qué pasa si encontramos dos señales de diferente tipo que se contradicen entre sí? Veamos cuál tiene prioridad y por tanto cuál debemos obedecer.

Según se estipula en la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, recogida en el Real Decreto Legislativo 6/2015, en el capítulo III (donde se recoge lo referente a la señalización) y en su Artículo 54, que atañe a la preferencia de las mismas, su orden de prioridad es el siguiente:

1. Señales y órdenes de los agentes de la autoridad encargados de la vigilancia del tráfico en el ejercicio de las funciones que tengan encomendadas.

Es decir, cualquier orden o indicación de un agente prevalece sobre el resto. Por ejemplo, por mucho que un semáforo se ponga en verde si un agente no indica que podemos seguir la marcha, deberemos permanecer detenidos hasta que nos de paso.

2. Señalización circunstancial que modifique el régimen normal de utilización de la vía.

Pueden ser dispositivos de barrera (fijas, móviles, paneles de dirección provisionales, conos, luces amarillas fijas o intermitentes…) o bien dispositivos de guía (hitos, paneles direccionales permanentes, balizas, luces rojas fijas u otro tipo de señales de tráfico manuales).

Este tipo se señales pueden contradecir las de tipo fijo y son las que tenemos que acatar primero. De esta manera, si encontramos una señal de obra (que son las que tienen fondo amarillo) que indica el límite de velocidad a 60 km/h y otra fija en la vía que es de 90 km/h, se debe obedecer el indicado por la primera.

3. Semáforos.

Este tipo de señal luminosa, que suele constar de tres luces (rojo, ambar, verde) y habitualmente regula cruces, pero también el paso con otros usuarios de la vía (por ejemplo un paso para peatones), siempre prevalece sobre lo indicado en señales verticales o en las marcas viales de la carretera.

Así, si encontramos una señal de ceda el paso y un semáforo, lo que hay que obedecer es al semáforo: no podremos reanudar la marcha hasta que esté en verde.

4. Señales verticales de circulación.

Son las que más variaciones tienen y están formadas por uno o varios postes y una o varias placas que se clasifican por su finalidad: señales de peligro (triángulares), señales de reglamentación (circulares) y señales de indicación (cuadradas o rectángulares). En su placa disponen de un pictograma donde se muestra la prohibición, advertencia o recomendación o indicación.

En su caso prevalecen únicamente sobre las marcas viales, que son las que van pintadas sobre el suelo. Por ello, si una señal vertical muestra un STOP, pero sobre el pavimento aparece pintado un ceda al paso, a lo que se debe dar prioridad es al STOP y por tanto hay que detenerse en la instersección.

5. Marcas viales.

Son las últimas en la escala de prioridad y suelen ser líneas, símbolos, figuras, palabras o números pintados o marcados sobre el pavimento. Además, pueden tener diferentes colores (lanco, amarillo o azul). Normalmente separan carriles, indican el borde de la vía o recuerdan lo indicado por una señal vertical.

Sin embargo, si contradice la señal vertical que tiene cerca o al lado, lo que hay que obedecer es la señal vertical.

Qué hacer si son del mismo tipo y excepciones

Aunque esta biblia de prioridad es la que hay que tener en cuenta, puede ocurrir que dos señales del mismo tipo indiquen obligaciones diferentes y sean por tanto contradictorias entre sí. En ese caso la que prevalece es la más restrictiva.

Por otro lado, hay dos excepciones a tener en cuenta y que no siguen este orden de prioridad:

- Semáforo + señal de STOP: si en el poste de un semáforo hay además una señal de STOP, cuando el semáforo esté en ámbar deberemos obedecer a la señal de STOP antes de reanudar la marcha. Este caso suele darse por en intersecciones potencialmente peligrosas y de elevada siniestralidad.

- Barrera de paso a nivel + otra señal: cuando se levanta la barrera de un paso a nivel, que regulan una intersección con vías ferroviarias, si existe otra señal habrá que hacer caso a esta segunda.

Por último, si hay dos señales diferentes a derecha o izquierda de la calzada, los coches o vehículos que vayan a girar a la derecha deberán cumplir lo indicado por la señal de la derecha y los que vayan a girar a la izquierda lo que exija la señal colocada en la izquierda.

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