La calidad de la pintura que queremos proteger es tan importante como el vinilo que vamos a aplicar
Romain Monti es piloto de carreras y youtuber. Y cuando por fin pudo hacerse con el coche de sus sueños, ese que tanto admiraba de pequeño, decidió proteger su pintura con un vinilado. El coche en cuestión es un Porsche 911, un 996 GT3 para ser exactos. De las cerca de 2.000 unidades fabricadas, la mayoría son de color plata, pero el suyo es azul oscuro. Lo quería con un color chillón, pero ese azul es muy raro en un 996 GT3. Así que en lugar de pintar de nuevo el coche, aplicó un vinilo en color Porsche Ruby Star.
Todo bien hasta que unos años después decidió quitar el vinilo. Y a medida que arrancaban el vinilo, también arrancaban la pintura del preciado 996 GT3. ¿Qué ha fallado? ¿Qué se puede hacer para evitar una situación similar? Te contamos los pros y los contras de vinilar un coche y sobre todo cómo evitar que nos pueda ocurrir lo mismo.
Pros y contras y consejos para vinilar un coche
Cambiar el color de un coche no es barato, independientemente de la opción que elijamos, pintura o vinilo. Y más aún cuando buscamos un acabado profesional. En todo caso, la opción de vinilar suele ser la más barata de las dos, sobre todo si lo hace uno mismo. Además, de permite cambiar de color más a menudo, una de las ventajas que ofrece es la protección de la pintura. Al mismo tiempo, es mucho más fácil revertir la operación quitando el vinilo que si hemos pintado el coche.
Pero vinilar un coche requiere igualmente una buena preparación de la carrocería y del coche. Entre el lavado que ha de ser perfecto (eliminando la grasa e impurezas que no vemos a simple vista), el secado y el desmontaje de algunas piezas para un buen resultado es una operación larga y que requiere cierta experiencia para un resultado óptimo. Y por supuesto, toda una serie de materiales, que van desde una racleta hasta una pistola de calor o imanes, y por supuesto todo un juego de cutters.
Si buscamos un resultado impecable sin el estrés de hacerlo uno mismo en el parking de casa mientras los vecinos nos miran con cara de pocos amigos, la mejor opción es recurrir a un profesional. Aun así, hay una serie de aspectos a comprobar antes de entregar el coche y en la recepción posterior del coche.
Lo primero es asegurarse de que estamos en presencia de la pintura original, si hay algunas partes de la carrocería que han sido repintadas. En caso de pinturas que no son de fábrica hay que estar seguro que han efectuado un buen trabajo. El carrocero de Romain Monti lo explica bien, en el caso de su Porsche, pintaron el coche sin desmontar los elementos. Y por tanto la pintura no cubrió las aristas. Es algo que se ve al levantar, por ejemplo, las juntas de las lunas, o en las pequeñas piezas de plástico.
Unido a una mala preparación del coche y sobre todo una falta de pintura de imprimación, hacen que la pintura del coche con el tiempo no adhiera bien. Unido a un vinilo con un fuerte poder adhesivo hace que cuando retiraron el vinilo, arrancaron la pintura de los bordes porque las aristas no habían sido pintadas.
Y en segundo lugar, en función de la pintura de nuestro coche, debemos preguntar si es un vinilo fácil de instalar (los hay más complicados que otros porque son más rígidos, por ejemplo), hasta qué punto es adherente y si es fácil de quitar o no, por si queremos otro color más adelante.
En caso de querer poner un vinilo de protección transparente, sobre todo después de haber hecho pintar de nuevo el frontal del coche, por ejemplo, hay que esperar un mínimo de tres semanas para que la pintura se adhiera bien a la carrocería antes de aplicar un vinilo. De lo contrario, cuando se retire el vinilo de protección, se llevará la pintura pegada.
Después del vinilado, es el momento de disfrutar del coche. Aunque los vinilos requieren cierto mantenimiento y precauciones. Más que las rayadas o las piedras que puedan impactar el coche en carretera, el mayor riesgo para los vinilos proviene del entorno. Las temperaturas extremas pueden dañar el material y el clima húmedo puede acabar provocando que los bordes del rotulado se despeguen.
En cuanto a la limpieza, ojo con el ángulo y la potencia de las pistolas de agua a presión tipo Kärcher. Demasiada potencia podría arrancar los vinilos, sobre todo si son de bajo poder adherente o han sido mal aplicados.
Imágenes | Romain Monti, Auto Records
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