Después de mucho buscar, hemos encontrado el coche de segunda mano que queremos comprar, ¿es importante saber por dónde ha circulado?
Si el coche ha estado circulando en una zona cercana al mar, se habrá encontrado con dos enemigos para su mantenimiento: el salitre y la humedad. Ambos hacen que las piezas del coche se desgasten antes de la cuenta, y no realizar un buen mantenimiento, acelera este gasto.
¿Qué es el salitre y qué provoca en los coches?
El salitre es un compuesto que tiene la sal. La sal es uno de los elementos más corrosivos de la naturaleza, por lo que los materiales del coche se pueden ver muy afectados por este compuesto, ya no solo a nivel de carrocería, sino también a nivel mecánico.
No hace falta que el coche se "moje" directamente con el agua del mar. El salitre se adhiere al viento y viaja con él, y tiene la capacidad de agarrarse a cualquier lado del vehículo.
En zonas de costa, se deben realizar cuidados adicionales del vehículo para prevenir desgastes por el salitre. Si no se ha realizado este mantenimiento, es muy probable que la carrocería esté afectada y que partes mecánicas estén más deterioradas de la cuenta.
La humedad, otro gran enemigo
La humedad hace que los materiales se desgasten mucho más rápido, además de aumentar la oxidación de los metales. Esta oxidación de piezas metálicas hacen que pierdan resistencia y, en el caso de que sean piezas móviles como bisagras, que el movimiento que hacen no sea tan limpio o que se queden directamente atrancadas.
Además, que pase humedad en ciertas zonas estancas como los faros, hacen que pierda eficacia o que se puedan estropear.
En los casos más extremos, sobre todo en los tejidos del interior o en el conducto de ventilación, pueden salir hongos como el moho.
Las zonas más afectadas en un coche "marino"
Por todo esto, cuando se adquiere un coche que ha vivido cerca del mar, debemos hacer un análisis más exhaustivo de cómo están los materiales del coche para comprobar que no han sido presa del salitre o la humedad.
Una buena revisión a las piezas metálicas del coche, que pueden verse afectadas por estas condiciones es fundamental. Además, convendría probar probar todas las partes móviles del coche (como las puertas), para comprobar que funcionan correctamente, no ejerzan resistencias y no tengan ruido.
Los bajos del coche es también un aspecto en el que hay que hacer énfasis al ser una de las zonas más expuestas, comprobando que todos los materiales estén correctamente.
Las zonas donde se acumulan suciedad son zonas de cultivo de hongos, por ellos es importante fijarse en el tiradores, volante, palanca de cambios, alfombrillas... Y para el sistema de refrigeración, nada mejor que utilizar el olfato para detectar posibles olores raros.
En Motorpasión | Los indicios que te ayudan a saber si el coche de segunda mano que vas a comprar ha recibido un gran golpe