Las salidas del escape acumulan mucha suciedad, tanto de la carretera como del humo que expulsan
Es fácil limpiarlas, incluso sin son cromadas
Cuando limpiamos el coche ponemos especial atención en ciertos detalles, como los cristales y las llantas, pero mucha gente suele olvidarse de un componente que, cuando está sucio, afea bastante el conjunto, mientras que si está limpio llama mucho la atención: el tubo de escape.
Me refiero a las salidas del escape, es decir, al silencioso. Obviamente, si las colas de escape de tu coche no están a la vista, esto no te interesa tanto. Tampoco si son escapes de acero, pero sí te puede parecer interesante si tu coche tiene las bocas del escape de acero inoxidable, de titanio y, sobre todo, cromadas.
La forma de que el escape parezca un espejo
Las salidas del tubo de escape suelen estar colocadas en la parte inferior del paragolpes trasero, por lo que se ensucian a la mínima, especialmente cuando llueve y cuando nieva. Además, el humo que sale por el propio escape también lo ensucia en su tramo final, a menudo, dejándolo negro y con un aspecto descuidado (si el coche es un diésel de los de antes, todavía más).
Si el escape es de acero inoxidable o de titanio, para que vuelva a lucir como nuevo hay que utilizar agua y jabón, pero también desengrasante. Lo ideal es limpiarlo en un lavado a presión y puede venirte muy bien un limpiallantas.
Rocíalo con ese producto, tanto por la parte exterior como dentro de la propia boca, deja que actúe unos segundos para que “arrastre” la porquería y límpialo bien con agua y jabón a presión.
Por último, acláralo con agua a presión. Después, utiliza un trapo de microfibra para secarlo bien y terminar de limpiarlo, si es que queda algún rastro de suciedad. Sobra decir que lo recomendable es hacer todo esto cuando el escape esté frío.
Si la boca es cromada, hay un paso extra. Después de secar el escape, puedes utilizar un abrillantador de metales. El más conocido es ‘Algodón Mágico’, de la marca Stark, pero sirve perfectamente el ‘aladdin’ de Sidol que venden muchos supermercados, como Mercadona, por menos de 4 euros.
Es una lata metálica que tiene dentro una especie de algodón impregnado en producto. Huele fuerte y mi recomendación es que lo utilices con guantes. Para utilizarlo, saca el algodón de la lata, corta un poco con las manos y frota la cola de escape, con ganas y durante un rato.
Por último, deja secar y luego lo limpias con un trapo de microfibra. Lo normal es que ese trapo se quede negro y que el escape quede reluciente, como si se hubiera pulido.
Imágenes | Unsplash y Borla
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