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Cómo preparar tu coche para afrontar las altas temperaturas

Se acerca el verano y con él las temperaturas por encima de los cuarenta grados en buena parte de la península. Estas condiciones ponen al límite la mecánica de nuestro coche, lo que puede resultar en averías si no realizamos un mantenimiento correcto.

En este artículo repasamos algunas operaciones de mantenimiento básicas que cualquiera puede realizar en su casa y que ayudarán a que tu vehículo se enfrente a las altas temperaturas veraniegas en las mejores condiciones posibles. ¿Nos acompañas?

Comprueba el nivel de anticongelante

El anticongelante —o la mezcla de anticongelante y agua destilada, dependiendo del rango de temperaturas de la zona en la que vivamos— es uno de los elementos más importantes para mantener el correcto funcionamiento de nuestro motor. Este líquido es transportado por un circuito cerrado a través de varias zonas de nuestro motor, reduciendo su temperatura por conductividad térmica.

Esto provoca que el líquido se caliente, por lo que debe pasar por un radiador que lo enfría, volviendo a repetirse el ciclo. Como podréis suponer, esto hace que el líquido refrigerante sea un componente esencial para mantener la temperatura de funcionamiento ideal de nuestro motor, evitando costosas averías.

Si el nivel del anticongelante baja demasiado, el circuito no se llena de líquido totalmente, lo que hace que la bomba de agua no funcione correctamente y por tanto nuestro motor no se refrigere correctamente

Aunque el circuito de refrigeración es cerrado y en teoría estanco, el líquido refrigerante sufre una ligera evaporación con el tiempo, lo que hace que su nivel baje. Si baja demasiado, el circuito no se llena de líquido totalmente, lo que hace que la bomba de agua no funcione correctamente y por tanto nuestro motor no se refrigere correctamente.

Por ello es de vital importancia que comprobemos con regularidad el nivel de refrigerante, especialmente en los meses más calurosos donde se pone un mayor estrés sobre el sistema de refrigeración. El nivel se puede comprobar echando un vistazo a las marcas de mínimo y máximo del vaso de expansión que encontraremos en el vano motor de nuestro vehículo. Si no conocemos su localización exacta siempre podemos consultarla en el manual de nuestro coche.

El nivel se debe encontrar entre la marca de mínimo y máximo. Para obtener una lectura más exacta es recomendable hacer la comprobación con el motor frío, ya que el líquido se expande ligeramente con el calor. Si el nivel se encuentra por debajo del mínimo debemos rellenar el sistema con un anticongelante que cumpla con las especificaciones que indica el fabricante de nuestro coche.

Como consejo adicional, debemos comprobar también el estado del líquido refrigerante, ya que el anticongelante pierde propiedades con el tiempo, reduciendo su eficacia y por tanto la de todo el sistema. Cada fabricante recomienda unos plazos de sustitución diferentes, estando contemplados normalmente en los planes de mantenimiento oficiales. Sin embargo, si nosotros mismos realizamos el mantenimiento de nuestro vehículo o llevamos a cabo estos mantenimientos en talleres de terceros, debemos tener en cuenta los plazos de sustitución.

Un radiador limpio es más importante de lo que crees

El radiador de nuestro vehículo es el responsable de reducir la temperatura del líquido refrigerante, por lo que de su correcto funcionamiento depende en gran medida que nuestro motor se mantenga en su temperatura de funcionamiento óptima. La gran mayoría de vehículos tienen instalado el radiador en el frontal, dado que es la zona del coche en la que es más fácil obtener un flujo de aire limpio y constante.

Un radiador sucio disminuye la superficie de contacto del metal con el aire fresco y por tanto su capacidad de enfriamiento de agua

Sin embargo, al colocar el radiador en el frontal del vehículo, lo estamos exponiendo a insectos, suciedad de la calzada levantada por otros vehículos, piedras, polvo, etc. Esto hace que el radiador se ensucie, disminuyendo la superficie de contacto del metal con el aire fresco y por tanto su capacidad de enfriamiento de agua.

Por ello es importante mantener el radiador lo más limpio posible. En algunos coches el acceso suele ser sencillo y podemos limpiarlo a mano con algo de maña y paciencia. Sin embargo, en otros el acceso será imposible y la única forma de eliminar parte de la suciedad será usar una pistola de agua a presión desde el frontal del vehículo, teniendo cuidado de mantener una distancia prudencial para no dañar ningún plástico por exceso de presión.

El polvo en suspensión es el enemigo

Debido a la naturaleza casi desértica de buena parte de la geografía nacional, el polvo en suspensión es un gran problema para nuestros vehículos, especialmente en las estaciones más secas. El polvo es enemigo de cualquiera de los componentes de nuestro coche, ya que llega hasta los rincones más remotos, taponando tomas de aire, juntas, etc.

Sin embargo, los principales perjudicados por la presencia de polvo son los filtros de aire, tanto del habitáculo como de admisión. Antes de la llegada del verano no está de más comprobar que los filtros de aire no están obstruidos. Si es así, deberemos cambiarlos por unos nuevos, una operación que podemos realizar en casa sin ningún problema.

Ten el aire acondicionado a punto

Para muchos el aire acondicionado es un elemento de confort, pero la realidad es que con las altas temperaturas se convierte en un sistema de seguridad imprescindible. Establecer una temperatura adecuada en el habitáculo es crucial para mantener nuestra atención al volante intacta. Según algunos estudios, cuando la temperatura pasa de 30ºC dejamos de percibir un diez por ciento de los estímulos externos. Cuando superamos los 35ºC, los efectos sobre nuestro cuerpo son similares a los sufridos cuando circulamos bajo los efectos del alcohol (tasa de 0,5 g/l de sangre), llegando a aumentar el tiempo de reacción en un veintidós por ciento.

Cuando la temperatura pasa de 30ºC dejamos de percibir un diez por ciento de los estímulos externos. Cuando superamos los 35ºC, los efectos sobre nuestro cuerpo son similares a los sufridos cuando circulamos bajo los efectos del alcohol (tasa de 0,5 g/l de sangre), llegando a aumentar el tiempo de reacción en un veintidós por ciento.

Por ello es realmente importante que nos aseguremos de que nuestro sistema de climatización esté funcionando a la perfección antes de que llegue el verano. Los sistemas de aire acondicionado son tremendamente complejos y peligrosos de manipular si no se tienen los conocimientos adecuados, por lo que es altamente responsable que ante cualquier avería lleves tu coche a revisar por un profesional.

Hasta aquí nuestros consejos para poner tu coche a punto para este verano. Sin embargo, también nos gustaría conocer vuestra opinión. ¿Qué revisáis en vuestro coche antes de la llegada de las altas temperaturas? ¿Realizáis vosotros mismos estas tareas o se las encargáis a un profesional?

Imagen | PinkMoose

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