La importancia de comprobar el aceite antes de comprar un coche de segunda mano

Comprobar el aceite es algo que se debería convertir en un rutina para un conductor. El aceite es la "sangre" que hace funcionar el "corazón" del coche, es decir, el motor. Al comprar un coche de segunda mano esta prueba de dos minutos nos puede evitar llevarnos algún susto.

Que un coche tenga menos aceite de la cuenta o que tenga ese aceite en mal estado puede provocar que el motor se rompa, con todos los costes que eso conlleva.

Cómo comprobar el aceite del coche

Chequear el aceite de nuestro coche es algo que no nos va a llevar más de dos minutos y de manera muy sencilla. Debemos tener el coche en frío, en un terreno plano y necesitamos un trapo o papel que desecharemos después.

En primer lugar, debemos buscar la varilla de aceite del coche. Se sitúa en el lateral del motor, se trata de un anillo de plástico y tiene colores llamativos (amarillos, rojos, azules...). Hay que fijarse dónde está el orificio de donde se ha sacado la varilla, sin los colores de la propia varilla, es complicado de encontrar.

Extraemos la varilla y es el momento de comprobar el estado del aceite. El color del aceite debe de ser similar al del aceite de oliva, si tiene un color demasiado oscuro, es necesario cambiarlo. Además, si encontramos posos, espumas o grumos, es necesario que llevemos el coche al taller ya que es un indicio de posibles problemas mecánicos.

Después, habrá que limpiar con el trapo o papel la parte metálica de la varilla, de tal forma que quede totalmente limpia. Después de esto, volvemos a introducir la varilla.

Tras esperar unos segundo la extraemos y entonces ya podemos comprobar qué cantidad de aceite hay en el coche. La varilla tiene dos muescas que indican el nivel máximo y el mínimo. Si el aceite se encuentra entre esas dos marcas, el nivel de aceite es perfecto. Si está por debajo el motor no tendrá la lubricación suficiente y hay que rellenar el aceite. Si está por encima de las marcas, el motor y su circuito pueden sufrir daños por exceso de presión y habrá que extraer aceite.

De todos modos, y como cura de salud, no está de más que después de adquirir un coche de segunda mano, cambiemos el aceite y los filtros. No será una inversión muy grande y nos aseguraremos de que nuestro nuevo coche funcione en las mejores condiciones y con menos riesgos.

Foto | nenadstojkovic

En Motorpasión | La importancia de conocer y probar los faros en un coche de segunda mano

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