Y este juguete diabólico es un Jeep de Barbie con un motor de 50 CV ideal para hacer el bestia por el campo

Y este juguete diabólico es un Jeep de Barbie con un motor de 50 CV ideal para hacer el bestia por el campo
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Algunos tienen una extraña fijación por los coches de Barbie. Ya los hemos visto en formato Jeep y en formato Mustang, ambas opciones bastante locas, pero lo que os traemos hoy va un paso más allá para convertirse en el coche de Barbie más potente que hemos visto hasta la fecha.

A este Jeep rosa le han instalado en su parte delantera el motor de una Honda CRF450 de Motocross, un propulsor de cuatro tiempos ligero y muy potente que consigue una potencia próxima a los 50 CV, más que de sobra para convertir a este kart de offroad en una máquina diabólica.

Un Jeep de juguete imparable... hasta que se rompe

A lo largo de 14 episodios, Grind Hard Plumbing Co se ha dedicado a modificar hasta el extremo un pequeño Jeep de Barbie (aunque a decir verdad es un Jeep de princesas), tomando como base un coche de juguete y parte de un kart de offroad bastante hecho papilla, aunque en realidad sólo se quedaron la idea para los mandos.

Un chasis tubular de acero a medida alargado y con esquemas de suspensiones bastante inteligentes, llantas con neumáticos de offroad, amortiguadores de mountain bike reforzados con unos de Subaru delante, frenos de disco... una cantidad de trabajo ingente perfectamente documentada de la que te dejamos una muestra.

Jeep Barbie 1

Pero lo más interesante de todo es el resultado final, y es que el producto terminado es un kart rosa con un aspecto intimidante que a todos nos gustaría tener en el garaje. No sólo funciona sino que además parece tener un comportamiento de lo más extravagante, hasta el punto de ser una máquina de hacer caballitos.

Tan descomunal es la entrega del motor sobre la parte mecánica adaptada de este kart que al final la transmisión trasera izquierda no consigue digerirlo y termina por colapsar, partiéndose y acabando con la diversión. Bueno, más o menos, porque cuando lo cargan sobre la pick-up en la que lo llevan están a punto de hacer un estropicio aún más serio.

Por cierto, que los autores que han perpetrado esta monstruosidad han sido los mismos que hicieron el Mustang de Barbie, así que algo de experiencia (o fetiche) tienen en estos menesteres.

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