Japón quiere ir a la Luna y Toyota pone su granito de arena en con este Lunar Cruiser que acaba de ser bautizado. Este proyecto que está desarrollando Toyota junto a la Agencia de Exploración Aeroespecial de Japón (JAXA por sus siglas en inglés) arrancó el año pasado y se trata de un vehículo presurizado de exploración tripulado nacido para misiones en la Luna.
Siguiendo la estela del Rover Lunar o del Space Exploration Vehicle (SEV o Vehículo de Exploración Espacial) nacidos en los cuarteles de la NASA, el Lunar Cruiser es eléctrico, más concretamente de pila de combustible de hidrógeno. Es decir, comparte la misma tecnología que otros vehículos de hidrógeno de la firma nipona, como es el caso del Toyota Mirai, el autobús Fuel Cell Bus o sus propuestas de transporte pesado, como el camión que está desarrollando junto a Hino o su Project Portal.
El acuerdo entre el fabricante japonés y JAXA se rubricó en marzo de 2019 y en agosto comenzó a tomar forma: desde entonces, tres grupos de trabajo están dedicados a hacerlo posible centrándose tanto en la producción de piezas de prueba como en definir sus elementos tecnológicos, además de dar vida a su primer prototipo, que se espera para 2022.
El objetivo es que esté listo para la segunda mitad de esta recién comenzada década, siendo la fecha barajada 2029, lo que supondría un desarrollo de diez años.
Hasta 10.000 kilómetros de autonomía para exploraciones lunares
Más de un año ha tardado en recibir nombre, que será finalmente Lunar Cruiser en honor al todoterreno Toyota Land Cruiser pues, según la marca, como vehículo lunar debe hacer gala de los mismos atributos que siempre han acompañado a este 4x4, como la durabilidad o la fiabilidad. Pero también ayuda a identificarlo rápidamente con la firma nipona, claro.
Siendo un vehículo presurizado de exploración espacial y, al igual que ocurre con el SEV o el primigenio LRV, está concebido para ser conducido por astronautas, a diferencia de los Rover marcianos como el Spirit o el Opportunity, más parecidos a un robot autonómo que a un vehículo en sí.
Más allá de su denominación y respecto a cuando era adelantado meramente como Toyota 'Space Mobility concept, por ahora no se anuncian cambios en cuanto a sus características. Éstas son similares al del SEV de la NASA, pues el norteamericano también tiene cabina presurizada con espacio para dos ocupantes siendo una especie de autocaravana espacial.
Los mismos pasajeros puede acoger este Toyota Lunar Cruiser, y hasta cuatro en caso de emergencia, que, según Toyota, tendrá un tamaño equivalente a dos microbuses: 6,0 metros de largo, 5,2 metros de ancho y 3,8 metros de alto, ofreciendo un espacio en su interior de unos 13 m³. Además, el objetivo es que alcance los 10.000 kilómetros de autonomía de crucero sobre la superficie de la Luna.
Por ahora, Toyota y la agencia aeroespacial japonesa se están centrando en simulaciones para definir la potencia idónea de su mecánica eléctrica, así como su capacidad de disipar el calor durante la conducción.
También están probando diferentes compuestos para sus complejos neumáticos, seis en total, mediante test de realidad virtual y con maquetas a tamaño real. De igual manera, se está definiendo el equipamiento necesario en cabina de este Lunar Cruiser a fin de que la tripulación pueda vivir en su interior cerca de un mes.
Aún quedan bastantes años para verlo hecho realidad y conocer el resto de sus ingredientes. Toyota tiene planificado que, en 2027, el Lunar Cruiser definitivo esté preparado para someterse a las pruebas más extremas y, dos años después, ir rumbo al satélite terraqueo en la que pretende ser la primera misión in situ de Japón en la Luna.
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