Emisiones CO2

En todo caso, la propuesta de la Comisión Europea no podrá salir adelante en estas condiciones, sin antes ser negociada de nuevo. Y el tiempo corre.

La Comisión Europea ha aprobado finalmente la ley que prohíbe vender coches que emitan CO₂ en 2035, pero ha incluido la excepción de los e-fuels o combustibles sintéticos, como pedía Alemania.

No todo es blanco o negro, es una cuestión de matices. Y sobre todo, de cómo se usan los coches.

No es el fin prematuro del motor de combustión interna.

Su puesta en marcha permitirá a los fabricantes y la industria establecer un plan que les permita anticipar sus movimientos ante un futuro en manos de la electrificación.

Marcas y conglomerados han situado su media de emisiones de sus coches vendidos en 2021 por debajo de su límite estipulado. Tesla, Honda y Jaguar Land Rover, las más comedidas gracias a sus coches eléctricos y PHEV.

Volkswagen reconoció en su día haber hecho trampas con las emisiones de CO₂. Un nuevo informe asegura que Mercedes-Benz hizo trampas con las emisiones de NOx.

Así es como los líderes internacionales han llegado a Glasgow para decir "me importa el cambio climático": en cientos de aviones privados.

El año pasado Jaguar Land Rover ya dejó de cumplir con los objetivos de 95 g/km de CO₂ de media, que sin embargo para fabricantes de coches más pesados, es mayor.

"No permitiremos que grandes corporaciones como BMW y Mercedes-Benz pronuncien discursos ecológicos, pero torpedeen la protección climática real con tanques de ciudad SUV cada vez más grandes", ha dicho la ONG demandante.

La nueva ordenanza entrará en vigor la semana que viene en la capital y con ella llegan algunos cambios a tener en cuenta.

El fabricante alemán es el segundo en unirse al proyecto Hybrit de SSAB, con la intención de reducir la huella de carbono en la producción de sus vehículos.

Un reciente estudio de la Universidad de Queensland, en Australia, ha puesto en contexto el impacto medioambiental de los perseguidos vehículos de pasajeros.

Volvo se ha sumado al proyecto Hybrit de SSAB con la intención de usar un nuevo acero de alta resistencia que prescinde del coque en favor de hidrógeno y electricidad.

La historia parece repetirse, esta vez con Renault.

El fallo llega tras una demanda presentada por la organización Amigos de la Tierra (FoE) junto con 17.000 ciudadanos holandeses en 2019.