Probamos el Range Rover Evoque 2019: el SUV de moda ahora es mild-hybrid y un mejor todoterreno
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Probamos el Range Rover Evoque 2019: el SUV de moda ahora es mild-hybrid y un mejor todoterreno

Conocidos todos los detalles de la segunda generación del Range Rover Evoque el pasado mes de febrero, tocaba ponerse a sus mandos y catar las muchas bondades anunciadas en esta nueva entrega del SUV compacto premium, que se acerca mucho al Range Rover Velar en lo que toca a diseño y adaptado a los nuevos tiempos con una gama mecánica esencialmente mild-hybrid. Y para ello nos hemos adentrado en lo más profundo de Grecia.

El Range Rover Evoque 2019 destaca no sólo por ser más tecnológico y eficiente, si no por ser un todocamino mucho más capaz fuera del asfalto. En definitiva, se puede decir que el nuevo Evoque es más Range Rover que nunca.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

Señalado por la propia Land Rover como el su modelo más importante, el Evoque ha comercializado en su primera generación 800.000 unidades en un total de 127 mercados y ha servido para abrir la marca a un nuevo público: y es que el 80% del los compradores del SUV compacto, no eran clientes de la marca.

Es evidente que renovar un modelo de éxito es siempre un reto y la marca británica lo ha hecho en base a tres pilares esenciales: mantener la línea de diseño, cosa que hace aunque acercándose bastante al Velar, inyectar más ADN Range Rover y reducir consumo y emisiones.

De esta manera, el Range Rover Evoque 2019 cuenta con una completa gama mecánica conformada por hasta seis opciones microhíbridas (tres gasolina y tres diésel de entre 150 CV y 300 CV), apoyadas en un motor-generador de 48V y una pequeña batería de ion-litio. Todas se asocian a un cambio automático de nueve velocidades y son 4x4, incorporando la segunda generación de la tracción total Terrain Response 2, la cual le permite moverse como pez en el agua en cualquier terreno. Algo que le distingue en su segmento.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

Si bien todas éstas opciones es donde encontramos ese ADN puro de Range Rover que lo acercan a sus hermanos mayores, también hay hueco para una variante de acceso de tracción delantera y sin tecnología mild-hybrid, asociada al propulsor de gasóleo de 150 CV y con cambio manual.

Y habrá más: en 2020 llegará también otra opción básica asociada a un tricilíndrico de gasolina, también de tracción delantera, así como una versión híbrida enchufable que se sentará en el trono como la más ecológica.

Todas las variantes mild-hybrid disfrutan de etiqueta medioambiental ECO en nuestro mercado, excepto la de acceso de gasóleo, que cuenta con distintivo C. La anunciada híbrida enchufable dispondrá de etiqueta CERO.

A bordo del Range Rover Evoque 2019: aprobando asignaturas pendientes

Range Rover Evoque 2019, a prueba

En esta segunda generación del Range Rover Evoque, el fabricante inglés ha buscado mejorar las asignaturas pendientes de la primera entrega y una de ellas era la habitabilidad. Y es que el SUV compacto ha sido criticado por tradición por contar con un espacio interior poco aprovechado para un modelo de su tamaño. Sin duda en esta nueva entrega ha sabido resarcirse.

LONGITUD

ALTURA

ANCHURA

BATALLA

MALETERO (MAX/MIN)

4.371 mm (+ 1 mm)

1.649 mm (- 11 mm)

2.100 mm (+10 mm)

2.681 mm (+ 21 mm)

591 litros / 1.383 litros

El acceso a las plazas delanteras, y sobre todo a las traseras, ha mejorado notablemente, lo que se ha conseguido rebajando el centro de gravedad así como la altura del modelo. Aunque no estemos hablando de grandes cambios, es 1,1 centímetros más bajo y 1,0 centímetros más ancho, la distribución de la arquitectura interior ha mejorado notablemente.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

También crece en batalla, y a pesar de hacerlo en sólo dos centímetros, el habitáculo en general es más cómodo y espacioso, tanto en las plazas anteriores como posteriores, con más holgura para las piernas en caso de las segundas. De igual manera, la capacidad en el maletero ha mejorado respecto al modelo saliente, cubicando según la marca 591 litros, que pueden llegar hasta los 1.383 si abatimos la bancada trasera.

Además, el puesto de conducción es mucho más confortable y, aunque sigues teniendo que intuir bastante el fin del capó en maniobras más comprometidas (como aparcar o circular por caminos off road), estrena el novedoso sistema Clar Sight Groud View (adelantado en el Land Rover Discovery Vision concept), que opera a bajas velocidades y que vuelve invisible el capó, arrojando en el display ubicado en la consola central una imagen a 180º de lo que tenemos delante gracias a una cámara ubicada en la parrilla delantera y dos en los retrovisores laterales. Esta tecnología, no obstante, no está disponible en todas las versiones.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

Otra de las asignaturas pendientes del Range Rover Evoque era la visibilidad trasera. Y dado que la luneta posterior sigue siendo bastante pequeña, debido a que mantiene su caída de techo que le confieren ese aspecto coupé, Land Rover ha encontrado la medicina en la incorporación de un retrovisor interior digital como ha hecho también el Toyota RAV4.

Gracias a la cámara ubicada en la antena del techo (que repele lluvia y barro), el retrovisor se convierte en una pantalla, en la que puede ajustarse distancia y luminosidad, que ofrece una visión muy nítida de todo lo que ocurre tras el coche. Si bien al principio se hace algo raro (la imagen es algo plana y tiende a perder perspectiva), la definición es excelente y terminas por acostumbrarte.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

Y aunque está pensada para esos momentos en los que el asiento central trasero vaya ocupado, hemos acabado por llevarla activa siempre, ya que en general se ve mucho mejor que con el espejo normal (el cual siempre puede seleccionarse moviendo una pequeña pestaña inferior). Nos ha quedado comprobar si efectivamente, tal y como promete Land Rover, opera en condiciones de baja visibilidad, ya que sólo hemos podido conducirlo durante el día.

La practicidad se ha trabajado notablemente en el Range Rover Evoque 2019: por ejemplo el reposabrazos del túnel central, como ocurre en el Range Rover Velar, va dividido en dos, de tal manera que el copiloto puede acceder al cofre sin que el conductor tenga que apartar el brazo.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

Además dispone de varios huecos para ubicar dispositivos móviles con superficie antideslizante: uno bastante grande bajo la nueva pantalla Touch Pro Duo (desde la que se manejan los diferentes parámetros del coche y que también equipa el Velar) y otros dos laterales donde puede ubicarse el smartphone tanto en el asiento de acompañante como en el del conductor.

En lo que toca al maletero, dispone de huecos tras las ruedas traseras (uno con red para evitar que se mueva la carga), equipa una cinta elástica en el lateral para el mismo fin, así como de una red anclada en cuatro puntos que cubre casi toda la superficie de carga. Sin embargo, pese a prometer 591 litros, con la bandeja trasera colocada la capacidad es algo menor, además de que no dispone de doble fondo, hueco que ocupa por completo la rueda de repuesto.

Range Rover Evoque 2019, a prueba
Range Rover Evoque 2019, a prueba

A todo ello se suma la utilización de nuevos materiales de corte renovable y natural que se añaden al cuero para la tapicería, lo paneles de las puertas o el salpicadero. Es el caso de la fibra de eucalipto, la lana Kvadrat o el paño Dinámica, éstas dos últimas concebidas en una combinación de textiles con plástico reciclado.

Los materiales de alta calidad se dan la mano en el habitáculo en cada una de sus versiones, donde predominan las superficies lisas, gomosas y blandas al tacto y que se combinan con el puro minimalismo deudor de su configuración digital.

A volante del nuevo Range Rover Evoque

Range Rover Evoque 2019, a prueba

Hemos conducido únicamente dos versiones del Range Rover Evoque 2019: el intermedio de gasolina tetracilíndrico de 2.0 litros y 249 CV y el diésel también de cuatro cilindros y 2.0 litros de 240 CV. Bien es cierto que ambas no estarán entre las versiones más vendidas en nuestro mercado, pero sí que son bastante representativas de esta nueva era del Evoque.

En lo que toca a dinámica, Land Rover ha buscado mejorar a su SUV compacto en dos aspectos: el confort de la marcha sobre el asfalto y sus capacidades fuera de él. Concebido en la nueva plataforma Premium Transverse Architecture, el Evoque destaca por una conducción muy confortable en carretera.

A ello contribuyen diferentes factores, por un lado la suspensión ha sido revisada para este fin: así, la trasera, de tipo multibrazo y que separa las fuerzas laterales y longitudinales, permite un mayor control y agilidad al volante, mientras que la delantera MacPherson con sistema Hydrobush minimiza vibraciones en el volante cuando circulamos a altas velocidades.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

De esta manera, la suspensión es notablemente blanda y cómoda, absorbiendo eficazmente las irregularidades del terreno, incluyendo tanto baches como resaltos. Por otro lado, también se ha trabajado en la reducción de la sonoridad en cabina, gracias al chasis que es un 13 % más rígido, así como de los bastidores auxiliares también más rígidos, lo que contribuye de igual manera a este mejorado confort.

Por otro lado, incorpora la tecnología Active Driveline, que es un sistema electrónico de vectorización de par que equilibra la distribución del mismo entre los ejes a fin de mejorar el agarre en curvas y la respuesta de la dirección, o el sistema Adaptive Dynamics (disponible en las opciones más potentes), que combina sensores inteligentes y amortiguadores variables adaptándose a cada situación monitoreando las condiciones de la carretera cada 100 milisegundos, y que se materializa en el modo Dynamic que ofrece la posibilidad de configurarse al gusto.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

RANGE ROVER EVOQUE 249 CV AWD GASOLINA

RANGE ROVER EVOQUE 240 CV AWD DIESEL

MOTOR

4 cilindros en línea DOCH 16V turbo

4 cilindros en línea common rail DOCH 16V turbo

CILINDRADA

1.998 cc

1.999 cc

POTENCIA MAX @ RPM

249 CV @ 5.500

240 @ 2.400

PAR MAX @ RPM

365 Nm @ 1.300-4.500

500 Nm @ 1.500-2.500

CAMBIO

AUT9

AUT9

VEL. MÁXIMA

230 km/h

225 km/h

ACELERACIÓN (0-100 km/h)

7,5 segundos

7,7 segundos

CONSUMO (L/100 km)

7,9

6,2

EMISIONES (g/km CO₂)

163

180

En general, las dos mecánicas que hemos probado son bastante lineales y poco bruscas, no dando la sensación de que lleves un propulsor entorno a los 250 CV, a lo que contribuye el cambio automático, también optimizado, de 9 velocidades. Al Evoque no le gustan los acelerones, sino que pisemos el pedal de forma progresiva: el cambio tarda un poco en responder cuando solicitamos mayor velocidad, por ejemplo en adelantamientos en vías de doble sentido. Para estos casos, mejor tirar de manual y bajar marcha para conseguir más empuje.

Las versiones diésel disponen además de catalizador AdBlue, a fin de atar en corto aún más sus emisiones, con un tanque de 17,2 litros de capacidad.

El comportamiento con ambos propulsores es muy parejo, aunque hay que señalar que la opción de gasóleo, debido al mayor par (500 Nm frente a los 265 Nm del gasolina) sí que se nota un mayor empuje, por lo que le sienta algo mejor.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

A grandes rasgos el Range Rover Evoque 2019 es muy equilibrado, ofreciendo una dinámica excelente tanto en vías rápidas como en trazados más exigentes como, por ejemplo, revirados puertos de montaña: la dirección es blanda, pero precisa y siempre se puede optar por un poco más de diversión en este escenario pasando al cambio secuencial activando las marchas mediante levas.

¿Quién dijo que un SUV compacto no podía ser 'triallero'?

Range Rover Evoque 2019, a prueba

A esa comodidad sobre el asfalto hay que sumar de lo mucho que es capaz el Range Rover Evoque fuera de él y en esta generación ha dado un salto notable en este aspecto, ofreciendo bondades de todoterreno pese a su condición de todocamino. No en vano, estamos hablado de un Range Rover y esto se aprecia mucho más en esta segunda generación.

La nueva tracción total Terrain Response 2 se ofrece de serie, por primera vez, en todas las variantes 4x4 que, como ya hemos señalado, vienen siendo el 90 % de la familia del nuevo Evoque. Este sistema incluye seis modos de conducción (siete si equipa el Adaptive Dynamics) que son Comfort y Eco (pensados para asfalto en entornos urbanos o fuera de ellos), así como Grava-Hierba-Nieve, Arena, Barro y Surcos y el nuevo modo Auto, que gestiona automáticamente la distribución de par entre los dos ejes a demanda de las exigencias del terreno.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

Esto se traduce en que puede acometer sin problemas terrenos escarpados, incluyendo aquellos donde los surcos y desniveles reinan por doquier. De hecho, en la mayor parte de rutas off road que recorrimos, y que no fueron pocas (entorno a un 20% del total), la mayoría de las veces tuvimos activado el modo Auto, que nos demostró su excelente hacer.

Tanto es así, que en este modo fuimos por grava y tierra principalmente, así como por un pequeño tramo de arroyo. Y no hablamos de vadearlo, sino de circular por el mismo entre piedras y surcos, por donde discurría el agua, y apoyándose en algunos puntos en una sola rueda. A ello también ayuda que el nuevo Range Rover Evoque, con una distancia al suelo de 21,2 centímetros, dispone de unos ángulos de salida y ataque de 25 grados en el frontal y de 30,6 grados en la zaga, aumentando así su capacidad de vadeo en 600 mm frente a los 500 mm del modelo precedente.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

De igual manera, con el Evoque 2019 nos enfrentamos sobre grava a dos generosas pendientes de hasta 30º de inclinación, donde pudimos comprobar la eficacia de sus sistemas de All Terrain Progress Control (ATPC) en subida y del control de descensos para la bajada.

En el ascenso, en la zona más inclinada nos invitaron a soltar el freno y confiar en su control activo de pendiente, que se queda completamente anclado incluso en superficies de menor adherencia como era el caso.

Por su parte, en la bajada pudimos comprobar la eficacia del control de descensos, que puede limitarse en velocidad y que opera sin que pisemos el acelerador hasta el tope que seleccionemos desde el volante (el mismo mando que utilizamos para ajustar el Control de Crucero). En el caso de esta pendiente lo pusimos al mínimo (operando casi como una reductora) y le dejamos hacer.

El nuevo Range Rover Evoque equipa de serie unos Pirelli Scorpion 245/45 All Season, que ayudan a gestionar terrenos embarrados y arenosos.
Range Rover Evoque 2019, a prueba

En el caso del diésel de 240 CV, también catamos el buen hacer del sistema Clear Sight Ground View que sí llevaba equipado, aunque éste se desconecta en cuanto subimos la velocidad. Y es que el Range Rover Evoque puede circular más que alegre por tierra y grava...

Bien es cierto que el perfil de cliente del Evoque no es el mismo que el de un vehículo todo terreno y que lo normal es que circule esencialmente por carretera, no obstante, el SUV nos ha demostrado tras esta primera toma de contacto que se desenvuelve sin pudor alguno en trialleras medianamente exigentes. Así que podemos afirmar que se acerca aún más en esta segunda generación a sus hermanos mayores.

El Evoque más tecnológico

Range Rover Evoque 2019, a prueba

Más allá de mejorar en dinamismo, confort y aptitudes 4x4, en esta segunda generación el Range Rover Evoque destaca por equipar todo un arsenal tecnológico al servicio del confort, la seguridad y la conectividad.

En el interior dominan las pantallas, combinándose un display táctil multimedia que emerge del salpicadero con el nuevo Touch Pro Duo de 12,3 pulgadas, ubicado en la parte baja del túnel central. Desde éste se maneja la climatización, la calefacción de los asientos, los modos de conducción o el control de descensos entre otros parámetros, tal y como ocurre en su hermano mediano.

Range Rover Evoque 2019, a prueba

Si buscas botones analógicos no los encontrarás en el nuevo Evoque, excepto por las dos ruletas que se integran en esta pantalla y un pequeño selector para el volumen. Hay que señalar, no obstante, que este sistema es, en ocasiones algo lento, tardando en responder ligeramente cuando seleccionamos los diferentes parámetros.

Por otro lado, el nuevo Evoque dispone de dos instrumentaciones según versión: una analógica apoyada en una pantalla digital configurable, o una completamente digital, también configurable, que es mucho más cómoda si, por ejemplo llevamos activado el navegador, ya que replica la imagen del display multimedia evitando así que apartemos la vista hacia la consola central.

El Evoque 2019 dispone de manetas retráctiles que se extienden cuando detenemos o abrimos el coche, para esconderse una vez iniciamos la marcha.

Además el nuevo Evoque puede adaptarse a diferentes perfiles mediante el sistema Smart Setting (ocho en total), siendo el primer Land Rover que estrena esta tecnología. Mediante inteligencia artificial y complejos algoritmos guarda y recuerda preferencias de ajuste en la columna del volante o la posición del asiento del conductor, así como de temperatura, opciones multimedia o de agenda telefónica. Esto no obstante, requiere de un trabajo de configuración previa.

Range Rover Evoque 2019, a prueba
Range Rover Evoque 2019, a prueba

En lo que respecta a conectividad, el Range Rover Evoque 2019 es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, dispone de punto de acceso WiFi 4G hasta para ocho dispositivos, cuenta con hasta seis puertos USB a lo largo y ancho de su habitáculo, ofrece la posibilidad de ubicar soportes para tabletas Click & Go en las plazas traseras y permite manejar de forma remota algunos parámetros mediante la app para smartphone InControl Remote (como por ejemplo la climatización).

Por último, no faltan tampoco tecnologías de asistencia a la conducción, como el sistema de mantenimiento de carril, la frenada automática de emergencia o el detector de fatiga. Equipa además control de crucero, así como limitador de velocidad adaptativo, cuya eficacia probamos en las autopistas griegas caracterizadas por cambiar de velocidad continuamente.

Por contra, echamos de menos tecnologías como control de velocidad adaptativo o detector de ángulo muerto, aunque bien es verdad que los espejos retrovisores laterales son bastante generosos y éste se reduce al extremo.

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