Comercializado desde algo más de cuatro años, al Jaguar F-Pace le ha tocado la hora del restyling. Los cambios son bastante profundos, más de lo que deja intuir su aspecto. En todo caso, más de lo habitual cuando se trata de una actualización.
El Jaguar F-Pace debutó en el Salón de Frankfurt de 2015. Han pasado ya cinco años y acaba de pasar por la casilla restyling. Su estética no parece, sin embargo, reflejar la profundidad de los cambios que ha experimentado.
Empezaremos hablando del interior. Y es que en el habitáculo los cambios son flagrantes. Tanto que directamente cuenta con un salpicadero totalmente nuevo. La nueva pantalla multimedia de infoentretenimiento es la pieza central del nuevo diseño. Es ahora una pantalla curvada de 11,4 pulgadas que va enganchada al salpicadero y no integrada como hasta ahora.
Jaguar anuncia una claridad mejorada del 48% y sobre todo la posibilidad de acceder al 90% de las funciones más utilizadas en tan solo dos clics. Llamado PiVi Pro, el sistema se actualiza automáticamente de forma remota (Over The Air, OTA).
Como en muchos otros modelos recientes, solo los controles de la temperatura del climatizador bizona son botones físicos. Incluso el resto de controles, como la dirección del aire, dejan de ser físicos y se han convertido en una zona táctil en un panel liso, cual pantalla. Salvo error, tienen una respuesta háptica, pero no una delimitación física que permita encontrarlo sin apartar la mirada de la carretera.
Desde el primer Jaguar XF, el pomo del cambio automático venía siendo en toda la gama una rueda que se giraba para poner el cambio en P, N, D, R o S. Ahora, nos encontramos con una clásica palanca, un poco al estilo que vemos en el grupo Volkswagen, aunque en Jaguar es un algo más grande y, asegura la marca, tiene el tacto de una pelota de cricket.
Este es solo uno de los detalles en los que la marca ha trabajado para dotar el F-Pace de un toque más lujoso y más británico. Ha procurado eliminar todos los plásticos duros presentes en la actual generación al mismo tiempo que han cuidado el diseño y los detalles de todos los elementos, con diseñadores que vienen del mundo de la alta relojería y no de la automoción.
Los paneles de puertas interiores también han sido rediseñados, con los mandos de los elevalunas situados más abajo en la puerta con respecto a la actual generación. Los asientos ofrecen una mejor sujeción, según Jaguar, e incluyen una nueva función de masaje. Por otra parte, las zonas del asiento que destilan calefacción o ventilación son más importantes.
El conductor dispone ahora de un cuadro de instrumentos digital (pantalla de 12,3 pulgadas). Personalizable a voluntad, el sistema puede mostrar el mapa de navegación en pantalla completa, por ejemplo, y se puede combinar con una pantalla de visualización frontal.
En cuanto al diseño exterior, los cambios son más sutiles. El capó se extiende ahora hasta el borde de la calandra, la cual es también más grande. Los faros, que conservan el mismo diseño general, estrenan firma lumínica compuesta por dos “J” tumbadas.
En opción, el F-Pace puede contar con faros matriciales para iluminar la carretera de manera óptima, sin deslumbrar a otros usuarios. En la zaga, los pilotos traseros adoptan la firma lumínica inaugurada con el SUV eléctrico I-Pace.
Cuatro motores mild hybrid y un híbrido enchufable en la nueva gama F-Pace
Los cambios aportados al nuevo Jaguar F-Pace en el apartado de la mecánica son más sustanciales que su restyling exterior. Desaparece de la gama la versión de acceso actual, con motor diésel, tracción trasera y cambio manual. Ahora todos los F-Pace contarán con tracción integral y cambio automático.
La gama de motores se compone de dos propulsores gasolina, tres diésel y un híbrido enchufable. La gama gasolina se compone de un clásico 4 cilindros 2.0 litros turbo de 250 CV y de un 6 cilindros 3.0 litros turbo de 400 CV, este úlitmo con sistema mild hybrid de 48 V. La oferta en diésel es de un 4 cilindros 2.0 litros turbo de 163 CV y de 204 CV y culmina con un 6 cilindros de 3.0 litros turbo de 300 CV. Los tres motores diésel cuentan con tecnología mild hybrid de 48 V.
En cuanto a la versión híbrida enchufable (F-Pace P400e) hereda del sistema ya visto en la gama Land Rover, como en el nuevo Defender P400e. A saber, un 4 cilindros 2.0 litros turbo asociado de 300 CV que se combina con un motor eléctrico de 105 kW (142 CV). Este último va asociado a una batería de 17,1 kWh que se puede recargar al 80 % en 30 minutos con una potencia máxima de 32 kW.
La potencia combinada es de 404 CV mientras que el par motor máximo combinado es de 640 Nm. Jaguar anuncia una autonomía en modo eléctrico de hasta 53 km. Por otra parte acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos.
Entre el equipamiento de serie, el nuevo F-Pace dispone de las ayudas a la conducción que se espera en un coche de gama alta (control de crucero adaptativo, cámara de visión de 360 º, la alerta de la presencia de otro usuario de la vía al abrir una puerta, etc), pero también tiene un sistema que permite, según Jaguar, neutralizar el ruido de la carretera enviando, a través del sistema de audio, frecuencias opuestas.
El nuevo Jaguar F-Pace se comercializará en este último trimestre del año.
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