La nueva entrega del Chevrolet Corvette, que se distingue por ser el primero en toda la historia del superdeportivo norteamericano en incorporar motor central trasero, ya se ha convertido en uno de los Corvette más caros de la historia: su primera unidad se ha vendido en subasta por nada menos que 3 millones de dólares (unos 2,7 millones de euros al cambio).
Se trata del primer Chevrolet Corvette Stingray C8, el cual, de hecho, aún no ha salido de fábrica: lo hará este primer trimestre de 2020. Así, comienza este año una nueva era para el icónico superdeportivo de General Motors.
La marca ha optado por comercializar a golpe de mazo al primero de los Corvette Stingray 2020: una práctica que, si bien no es habitual, tampoco es nueva en el caso de Chervolet con el Corvette, pues ya lo hizo con la anterior generación y sus posteriores versiones de mayor rendimiento.
Un movimiento más promocional que comercial y que se ha enmarcado dentro de la 49ª edición de la Annual Scottsdale Auction de Barret-Jackson, celebrada el pasado fin de semana y en la que los 7.625 millones de dólares recaudados irán destinados a la organización Detroit Children's Fund.
El mismo dueño que se hizo con el último Corvette C7
La cifra por la que se ha subastado supera a la de última unidad producida de la anterior generación del Chevrolet Corvette, y por tanto el último con motor delantero, que también fue subastada a finales de 2019, llegando la puja más alta hasta los 2,7 millones de dólares.
Pencils down. VIN 001 of the 2020 #Corvette #Stingray sold for $3 million at @Barrett_Jackson with all proceeds benefitting @DetChildrensFnd. pic.twitter.com/cLYUn5vuBd
— Chevrolet (@chevrolet) January 19, 2020
Quien se ha hecho con los servicios del primer Corvette Stingray C8 ha sido Rick Hendrick, propietario del equipo de NASCAR Hendrick Motorsport. Curiosamente, también fue quien hizo la puja más alta del Corvette C7 subastado el pasado noviembre. Así, Hendrick tendrá en su garaje tanto al último de los Corvette de motor delantero como al primero con propulsor trasero.
Y no es la única primera unidad de modelos Corvette que Hendrick atesora: el adinerado empresario también tiene el primer Corvette Stingray C7, el primer C7 Z06 y el primer C7 ZR1. Sea como fuere y como le ha ocurrido en otras ocasiones, para poder conducirlo aún tendrá que esperar a que salga de fábrica. Y es que, como refleja la ficha del modelo de Barret-Jackson, la unidad utilizada para el acto fue una pre-serie y el Corvette Stingray que reciba Hendrick será, por tanto diferente.
Primeramente, como afirmó la prestigiosa casa de subastas durante el evento, la primera unidad que dará el pistoletazo de salida a la nueva entrega del deportivo vestirá su carrocería en tonalidad negra y no roja.
Asimismo, este Corvette C8 001 equipará todos los opcionales posibles que ofrece el deportivo, entre los que se incluye el paquete Z51 con el que se añade el diferencial autoblocante controlado electrónicamente, además del cambio ajustado con relaciones más cortas, frenos deportivos Brembo, sistema de escape de alto rendimiento, mejorada refrigeración o neumáticos Michelin Pilot Sport 4S.
Recordemos que el Chevrolet Corvette Stingray C8 cobra vida gracias a un propulsor atmosférico V8 de 6.2 litros, completamente nuevo y en disposición central trasera, que rinde 495 CV y 637 Nm. El mismo se gestiona por un cambio secuencial con doble embrague y ocho relaciones de Tremec y monta la nueva generación de amortiguadores Magnetic Ride que estrenó el Corvette en su quinta generación.
El nuevo Corvette ya ha rodado en Nürburgring cosechando un crono de 7:28.30 minutos que Chevrolet aún no ha confirmado como tampoco lo hiciera con el C7. Si bien baja la de este último en once segundos (7:39.00 minutos), se queda algo lejos de los tiempos obtenidos por versiones más extremas del superdeportivo, como el ZR1 C6 y sí oficial (7:19.63 minutos), pese al esperado mejorado rendimiento gracias a su optimizado reparto de pesos deudor del motor trasero.
Foto: Barrett-Jackson.
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