Un dron y la proyección de una señal a gran velocidad han bastado para confundir a un coche semiautónomo

Un dron y la proyección de una señal a gran velocidad han bastado para confundir a un coche semiautónomo
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La receta del coche autónomo definitivo tiene entre sus ingredientes uno muy importante: el engaño. Y es que sin jugarretas, hackeos y experimentos, no se pueden exponer los puntos débiles de una tecnología que promete revolucionar el sector automotriz.

En eso está un grupo de investigadores de la universidad israelí Ben-Gurion, que ha conseguido engañar al sistema semiautónomo de un Renault Captur con drones, emitiendo señales de tráfico engañosas a gran velocidad.

Estímulos que el ojo humano no ve

Los investigadores equiparon con un proyector a un dron operado de forma remota por los expertos en ciberseguridad, el cual proyectó una señal falsa que indicaba que el límite de velocidad era de 90 km/h.

La víctima en este caso era un Renault Captur equipado con el sistema Mobileye 630 pro de asistencia a la conducción, que si bien no operaba el coche de forma autónoma, 'aconsejaba' cómo proceder gracias a la información procedente de los sensores.

Es aquí donde entra en escena el dron, que proyecta durante 100 milisegundos una señal de 90 km/h en la columna de un edificio; imperceptible para el ojo humano pero que los sensores sí captan (en el vídeo que puedes ver más abajo la imagen parece estar ralentizada).

De hecho, el head-up display acaba mostrando el límite a 90 km/h cuando la vía en ese momento era de 30 km/h.

Varios test demostraron que este engaño es posible a cualquier hora del día, aunque es más efectivo por la noche, cuando disminuye la luz ambiental. Los investigadores aseguran en el estudio que enviarán la información sobre los hallazgos a Tesla y a Mobileye una vez finalice la investigación.

Es poco probable que un futuro no muy lejano haya personas que se dediquen a proyectar señales confusas para comprometer la seguridad o integridad de los pasajeros, pero muestra otro de los puntos débiles de la Inteligencia Artificial y su vulnerabilidad ante los hackeos.

Tencent Keen Security Lab trabaja desde hace años codo con codo con Tesla para detectar fallos y la última batería de ataques ha mostrado vulnerabilidades en el Autopilot gracias a unos adhesivos "de interferencia" colocados en el asfalto, y además han podido hackear el sistema.

Y hace un par de años unas pegatinas elaboradas por una impresora doméstica también pusieron en aprietos los sensores de unos vehículos autónomos.

Foto | MobilBye.

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