Desde el 1 de agosto la DGT tiene nuevos 'amigos' surcando los cielos además de los helicópteros Pegasus. Imposible no saber de ellos por la enorme cobertura mediática que han recibido, a los tres drones que ya están operativos se sumarán otros ocho, que ya están en poder del Departamento de Tráfico, para denunciar infracciones de tráfico.
Pero la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha cuestionado la validez de las denuncias de los drones a los conductores que infrinjan la normativa de tráfico: si las infracciones no son observadas directamente por agentes de la Guardia Civil, pueden ser recurribles.
Los funcionarios no pueden actuar como agentes, según la AEA
Estos nuevos vigilantes, según explicó la DGT, son operados de forma remota por un piloto de aeronaves tripuladas, un operador de cámara y un guardia civil de tráfico que notifica la infracción y que no siempre está presente durante la fase de vigilancia.
La AEA considera que no se pueden equiparar las denuncias cuyas infracciones han sido observadas "por agentes de la autoridad" a aquellas que han sido constatadas "por empleados públicos de la Unidad de Medios Aéreos de la DGT (UMA)" o incluso las captadas "por medios técnicos automatizados".
Es decir, lo que esta asociación de automovilistas dice es que los funcionarios de la UMA no pueden actuar como agentes de la autoridad, y que para que una denuncia goce de presunción de veracidad debe estar formulada por observación directa de un agente de la Guardia Civil.
Otro punto débil del que ha advertido la AEA es que estos dispositivos de vigilancia no están sometidos "a ningún control técnico que certifique su correcto funcionamiento conforme a la ley de Metrología", esto es, aquella en la que se incluye el estudio, mantenimiento y aplicación del sistema de pesos y medidas.
La asociación sin ánimo de lucro asegura que estos aparatos solo se han sometido a ensayos voluntarios que no garantizan la inalterabilidad de las imágenes.
Lo cierto es que estos drones equipan, según la DGT, una cámara de alta definición con cinco kilómetros de alcance que permite grabar distracciones al volante, entre ellas el uso del móvil o comer, o si el conductor no lleva el cinturón de seguridad.
Sin embargo, el exceso de velocidad aún está fuera de su alcance, de momento. Tráfico también ha anunciado que está en proceso de licitación la adquisición de otras 20 unidades que una vez suministradas y certificadas se incorporarán a las labores de vigilancia y control del tráfico.
