La pandemia ha afectado de lleno a la industria del automóvil. Durante los meses de marzo, abril y mayo la venta de coches se ha quedado prácticamente congelada y la recuperación del mercado está siendo lenta y traumática. Las marcas ya avisaron, como Opel en palabras de Carlos Tavares, de que iba a ser todo un reto su supervivencia.
Los primeros efectos económicos ya están ahí y SEAT ha declarado fuertes pérdidas dentro de sus resultados para la primera mitad del año: 271 millones de euros en pérdidas operativas hasta el mes de junio.
SEAT ha ingresado un 40,2% menos de dinero que en el primer semestre de 2019
La firma de Martorell ha reconocido un fuerte varapalo en su balance. Ha cerrado el primer semestre con una cifra de negocio de 3.749 millones de euros, lo que significa que ha entrado en las arcas de SEAT un 40,2% menos de dinero que en 2019, cuando esta cifra se situó en 6.266 millones de euros. El año pasado en los seis primeros meses el resultado fue un beneficio de 216 millones de euros.
Obviamente estos resultados vienen como consecuencia de la brutal caída en las ventas de coches registrada durante los primeros meses de 2020. Hasta el pasado mes de junio SEAT puso en la calle 193.400 coche en todo el mundo contra los 314.300 unidades vendidas en el mismo periodo del año pasado, un 38,5% menos de coches. Todo ello pese a ser la marca más vendida en España y registrando un aumento en su cuota de mercado en Europa de un 0,1% más: de 3,2% a 3,3%.
Es complicado aventurarse a saber qué va a pasar a partir de ahora, pero en SEAT están confiados en que las ventas se recuperen progresivamente a lo largo de los próximos seis meses y que se puedan salvar los resultados financieros en lo que resta del año.
El nuevo SEAT León, el nuevo SEAT Ateca y el lanzamiento de los CUPRA con el Formentor como gran reclamo para la división deportiva de la marca deberían ser un acicate para el segundo semestre.
Dentro de su matriz, las cosas tampoco han ido demasiado bien para el Grupo Volkswagen. La corporación alemana ha cerrado su balance de la primera mitad de 2020 con unas pérdidas de 1.019 millones. Su descenso de ingresos fue deñ 23,2% con una reducción de ventas del 27,4%, quedándose en 3,89 millones de coches vendidos en todo el mundo.
Sus cifras no han sido tan demoledoras comolas de SEAT, pero siguen siendo obviamente malas, con un resultado operativo de -1.490 millones de euros contra los 8.997 millones de euros de beneficios de 2019. Sólo en el segundo trimestre de 2020 las pérdidas netas fueron de 1.536 millones de euros contra el beneficio de 4.115 millones de un año atrás.
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