Porsche, Audi y Daimler, en vilo ante la posible subida de aranceles de Trump a los coches europeos

Porsche, Audi y Daimler, en vilo ante la posible subida de aranceles de Trump a los coches europeos
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"O compráis más productos norteamericanos, o los coches europeos tendrán más aranceles". Este fue el decimoquinto (por decir algo) ultimátum que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en su frenética política proteccionista, dirigió a la Unión Europa en febrero.

Tres meses después la frágil tregua comercial sigue congelada y la Unión Europea está a la espera de conocer el siguiente paso de Trump, que es más que probable que retrase seis meses su decisión sobre si imponer o no un 25 % de aranceles a los coches europeos en Estados Unidos para no incrementar aún más los conflictos comerciales.

La esfera internacional es un avispero

Dondald Trump

Según informa Autonews Europe, los funcionarios se reafirmaron durante una reunión en la Casa Blanca el martes en su decisión de retrasar la subida de aranceles hasta dentro de 180 días. De hacerse efectiva la subida, podría afectar a unos 47.000 millones de euros en exportaciones y componentes.

Estos aranceles aplicados a los automóviles europeos que se vende en los Estados Unidos perjudicarían en gran medida Porsche y Audi, ambas del Grupo Volkswagen, ya que Porsche importa de Europa todos los automóviles vendidos en Norteamérica, mientras que Audi importa más de dos tercios, según datos compilados por Bloomberg Intelligence.

Daimler también se vería afectado, ya que el 64 % de los coches que vende en Estados Unidos provienen de Europa. BMW aguantaría un poco mejor: más de la mitad de los vehículos que vende en Estados Unidos son fabricados localmente.

Pero no solo los fabricantes se verán salpicados: proveedores de componentes, transportistas, concesionarios, financieras y los propios consumidores acabarán absorbiendo esa subida impositiva.

En este sentido, la Asociación Nacional de Comerciantes de Automóviles estima que los nuevos aranceles sumarían hasta 2.270 dólares al costo de los vehículos fabricados en los Estados Unidos y 6.875 dólares al de los automóviles y camiones importados.

Vag

Lo que el presidente republicano busca es que Europa facilite el acceso de productos estadounidenses al mercado europeo, y de paso ganar influencia frente a socios comerciales como la Unión Europea y Japón.

Pero mientras duren las negociaciones los coches seguirán estando en el centro de la ecuación. Como telón de fondo está la teoría de Trump de que la importación a Estados Unidos de vehículos y componentes europeos supone una amenaza a su seguridad nacional.

Aunque no se han divulgado los resultados de la investigación que ordenó el año pasado al Departamento de Comercio el presidente republicano, las personas que han podido ver el informe creen todo se justifica en un supuesto déficit comercial que provoca la entrada de coches europeos al país.

En medio de todo esto, Estados Unidos libra una dura guerra comercial contra China, en pleno colapso de las negociaciones y con la amenaza de que afecte seriamente a la economía global.

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