¿Estados Unidos se enfrenta a una segunda crisis de la automoción? Deutsche Bank cree que está al caer

¿Estados Unidos se enfrenta a una segunda crisis de la automoción? Deutsche Bank cree que está al caer
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Si hay un país que está ligado a la producción de automóviles ese es Estados Unidos. La tierra de las barras y estrellas ha salido hace bien poco de una considerable crisis en la que la Casa Blanca tuvo que intervenir. Ahora, y según apuntan desde Deutsche Bank están al borde de un precipicio similar al de 2004 debido a las tasas de interés al alza, según apuntan en Automotive News.

El análisis ha corrido a cuenta de Rod Lache, Mike Levine y Robert Salmon, especialistas financieros que puntan a una potencial crisis en la industria de la automoción estadounidense. Una abrupta caída en la demanda de vehículos nuevos que podría devenir en el colapso de las endebles cuentas para las empresas fabricantes recientemente rescatadas del otro lado del charco.

La industria del automóvil estadounidense necesita reestructurarse

Jeep Gran Cherokee Trakhawk 2017 33

Tan típicamente americano como la propia industria del automóvil es que los ciudadanos se compren los coches acudiendo a la financiación externa para cambiar de coche. Con los tipos de interés subiendo como la espuma se incrementa el precio final que los americanos tendrán que pagar a la hora renovar sus coches, y deteriorar la accesibilidad de unos precios relativamente asequibles.

Esta situación estaría desembocando en una menor rotación en el parque automovilístico, pasando de 14 millones de vehículos achatarrados a sólo 11 millones durante la última década. Desde la entidad financiera advierten que para este año los coches vendidos en Estados Unidos podrían caer hasta los 16,6 millones de unidades, 1 millón menos que el año anterior.

Ford f-150

De confirmarse la tendencia y convertirse en realidad, el frenazo en las ventas de nuevos vehículos apuntaría a una sobreproducción de coches. Una demanda de casi 17 millones de vehículos al año es completamente insostenible hasta para un país como Estados Unidos donde la gasolina es barata y los coches una pieza clave en el día a día.

Al mismo tiempo, una superpoblación de automóviles en circulación colateralmente hace caer el precio de los vehículos usados en el mercado de segunda mano, redundando en aún más presión sobre las ventas de vehículos nuevos.

Los analistas de Deutsche Bank afirman que el panorama automovilístico en Estados Unidos necesita de una reestructuración severa para mantener la salud, algo con lo que seguramente el Presidente Donald Trump no va a estar en absoluto de acuerdo.

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