Los dueños de Volvo y Lotus quieren entrar en el mundo de la competición comprando circuitos. El último, el de Utah

Los dueños de Volvo y Lotus quieren entrar en el mundo de la competición comprando circuitos. El último, el de Utah
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Geely es el primer fabricante chino de automóviles. En Europa lo conocemos sobre todo por ser la empresa dueña de Volvo y más recientemente de Lotus. La fiebre de compra de Geely no cesa y acaba de comprar el circuito Utah Motorsports Campus. El objetivo de Geely es potenciar su presencia en el mundo de la competición añadiendo este circuito a los que ya posee en China.

El circuito del Utah Motorsports Campus estaba bajo control administrativo de las autoridades locales, el condado de Tooele, desde 2016 ya que la familia Miller, constructora del circuito no pudieron comprar los terrenos en los que se asienta el circuito al finalizar el contrato de alquiler.

Desde 2016 es la empresa Mitime Utah Investment LLC, filial al 100 % de Geely que se encarga de la gestión, mantenimiento y negocio en general del circuito. Es un trazado en el que se celebran varias competiciones al año, tanto de motociclismo como automovilismo (Pirelli World Challenge, Lucas Oil Off Road Racing Series y MotoAmerica).

Geely planea tener más de 10 circuitos en propiedad

Puede sorprender que Geely compre un circuito, sin embargo es una pequeña pieza en el creciente interés de Geely en el mundo de la competición. Geely prevé construir 10 circuitos de dimensiones similares al de Utah en China. Actualmente, ya posee el Circuito Interniacional de Ningbó, inaugurado en agsoto de 2017, y está ya levantando de tierra su segundo trazado. Uno de los posibles objetivos a largo plazo podría ser la creación de campeonato propio o tener cierta influencia en la organización de las competiciones en China si los organizadores de éstas quieren utilizar las instalaciones de Geely.

Los circuitos, salvo contadas excepciones, son instalaciones cuya rentabilidad es bastante precaria, especialmente en Europa continental, donde a menudo se echa mano de las arcas públicas para su construcción y posterior mantenimiento. Se puede argumentar que, al igual que un polideportivo de barrio, el circuito es una instalación deportiva que no tiene por que ser rentable. Sin embargo, la realidad del mercado y las inversiones necesarias en su construcción y mantenimiento hacen que sí, deban ser rentables como cualquier otra empresa. Quién sabe si Geely no se hará también con un trazado europeo en un futuro.

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