La pandemia del coronavirus sigue haciendo estragos a nivel mundial. Las consecuencias sociales están siendo devastadoras, con más de 488.400 casos de infectados y 22.000 personas muertas en todo el mundo, mientras que en el terreno económico se empiezan a vislumbrar las primeras secuelas en el marco de la industria automovilística: las ventas de coches caerán un 30% en 2020.
Así se desprende de un análisis realizado por la consultora MSI para Faconauto, la patronal de concesionarios, que cifra en 883.000 las matriculaciones de turismos y 4X4 a lo largo del presente año, lo que supondría una caída del 29,3% con respecto al ejercicio anterior (1.258.260 unidades).
Además, la estimaciones desgranan la caída de ventas por canales y sitúan al de empresas como el más damnificado con un descenso del 38,7% en comparación con 2019, hasta los 154.213 ejemplares. Por detrás se sitúan las comercializaciones a particulares, llegando a las 439.963 con un descenso del 26,3% en comparación a 2019; y en tercer lugar, al renting (138.613 unidades, un 18% menos).
De igual forma, la previsión de cierre para el mercado de vehículos comerciales de MSI también dibuja una severa caída del 28,7%. En total, este mercado matriculará a lo largo del 2020 153.367 unidades.
El informe de la consultora anticipa que en el mes de abril será cuando se producirá la caída más pronunciada de 2020, aunque lo hace sin ofrecer por el momento cifras.
Cabe recordar que Faconauto solicitó el cierre de todas las instalaciones de la red oficial de concesionarios dedicadas a la venta y reparación de vehículos en el territorio nacional durante los días en los que se extienda el estado de alarma, por lo que el impacto de ventas comenzará a sentirse desde este mismo mes de marzo.
Un nuevo contratiempo que agrava la caída de ventas por las emisiones
Sea como fuere y a falta de corroborar el impacto real en cifras, lo que parece seguro es que el coronavirus se tornará en un nuevo varapalo para la industria automovilística, que aún sigue arrastrando la tendencia negativa de 2019, cuando las ventas de turismos cayeron un 4,8%.
Además, la entrada en vigor este año de la nueva media de emisiones de 95 g/km de CO₂ exigida por Europa dibujó ya de por sí un 2020 convulso para el automóvil. La patronal de concesionarios vaticinó entonces un descenso agregado al de 2019 del 3%.
Unos guarismos que, para más inri, son más optimistas de lo que está resultando la realidad hasta el momento. Durante el pasado mes de enero se matricularon 86.443 coches, lo que supone un retroceso del 7,6%, mientras que en febrero 94.620 unidades, un 6% menos que en el mismo mes del año anterior.
Actualmente, los fabricantes de coches se han visto abocados a paralizar la producción de coches, dejando estampas como los multitudinarios ERTE en España de SEAT o PSA y frenando en seco plantas tan esenciales para el motor industrial como las de Martorell o Figueruelas. Ahora es el momento de producir 3D mascarillas y respiradores.
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