Los planes de la centenaria Ford de conquistar el mercado chino se han materializado con una asociación, cuyas intenciones ya se habían anunciado, al 50 % con la joven Zotye. Ambas empresas invertirán 756 millones de dólares para fabricar y vender coches eléctricos en China, específicamente en la provincia de Zhejiang, donde la automotriz asiática tiene su sede.
Tal y como informa Bloomberg, la nueva empresa conjunta aprovechará el auge de los vehículos eléctricos en el mayor mercado del mundo y explorará la oferta de servicios de movilidad a los consumidores en China.
Hora de subir a bordo
El acuerdo de la nueva empresa se firmó durante la visita del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a China, cuando los dos países firmaron acuerdos comerciales por valor de unos 9.000 millones de dólares. Sí, de esos acuerdos comerciales que te afectarán directamente pero que se negocian y firman en secreto.
El vicepresidente del grupo Ford, Peter Fleet, ha explicado que la nueva empresa fabricará pequeños vehículos totalmente eléctricos y se explorarán soluciones de conectividad y movilidad para las nuevas generaciones de jóvenes chinos. Ford estima que se alcanzarán 10.000 millones de dólares en exportaciones de los Estados Unidos a China en los próximos tres años, incluida la firma Lincoln, y que el mercado de vehículos alternativos crecerá en el país asiático a seis millones de unidades al año para 2025.
China dio a conocer recientemente un amplio conjunto de normas de emisiones y retrasó un programa de crédito vinculado a la producción de automóviles eléctricos, dando a los fabricantes de automóviles más tiempo para prepararse para la eliminación progresiva de vehículos propulsados por combustibles fósiles en el mercado.
Esta normativa se aplica a los fabricantes de automóviles que fabrican o importan más de 30.000 vehículos tradicionales al año, y aquellos que no cumplen deben comprar créditos o enfrentar multas. China propuso anteriormente comenzar a implementar la política el próximo año, un objetivo que los fabricantes de automóviles consideraban demasiado ambicioso. Lo cierto es que el país necesita con desesperación la aplicación de las energías alternativas para alimentar a los 200 millones de vehículos que recorren sus carreteras.
La firma del óvalo también tiene joint ventures en China con Chongqing Changan Automobile Co. y Jiangling Motors Corp.
