¿Tiene realmente sentido poseer y mantener todas las cosas materiales que tenemos? ¿Pagamos por cosas que no necesitamos? ¿Qué es lo que realmente nos hace felices...? Quizá estemos recorriendo un camino de vuelta que comenzó allá por los siglos XVII y XVIII con el Barroco cuando lo que se valoraba era todo lo recargado y exagerado.
Hoy en día damos valor a lo funcional frente a lo inoperante, el minimalismo frente a lo recargado, es el “Menos es más” que acuñó Ludwig Mies van der Rohe, cuya arquitectura consistía en restar hasta que todo encajaba a la perfección y resultaba útil.
Minimalismo: Japón, Van der Rohe, Toyota…
Es posible que nos resulte complicado unir a la vez al prestigioso arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe con Toyota o Japón, pero si ponemos la palabra minimalismo por medio, seguro que vamos a encontrar muchos puntos en común entre todos.
El minimalismo es una corriente artística que utiliza elementos mínimos y básicos.
Japón es sinónimo de desarrollo tecnológico y Toyota como una de las empresas que más invierten en I + D + i en el mundo ha encontrado el camino perfecto para introducir en sus coches esta evolución tecnológica. Toyota ha optado por la simplificación, reduciendo los fallos eléctricos e informáticos pero al mismo tiempo sin renunciar a ninguna prestación.
Y es que si hay algo que forma parte del ADN del arquitecto alemán y la marca japonesa, es precisamente el hecho de utilizar los elementos mínimos, básicos e imprescindibles para lograr el objetivo buscado, en definitiva, lo que llamamos minimalismo.
El padre del minimalismo
Ludwig Mies van der Rohe (Aquisgrán 1886 - Chicago 1969) es uno de los arquitectos esenciales de la arquitectura contemporánea. Aunque el término “minimalismo” lo utilizó por primera vez el crítico de arte Richard Wollheim en 1965, en el campo arquitectónico se considera a van der Rohe como el padre de esta corriente. Su influencia en la arquitectura se puede resumir en una frase suya: “menos es más”, que se ha convertido en el lema de la arquitectura de vanguardia de la primera mitad del Siglo XX.
“Debíamos distinguir el núcleo de la verdad. Solo las preguntas que se refieren a la esencia de las cosas tienen sentido”. Mies van der Rohe.
El diseño minimalista en Toyota
Cuando hablamos de minimalismo y lo aplicamos al automóvil lo primero que se nos viene a la cabeza son los aspectos relacionados con el diseño y lógicamente es un tema que no podemos pasar por alto.
Las formas sencillas y básicas son sin duda el denominador común de los diseños de la marca nipona, huyendo de extravagancias y elementos superfluos que al final puedan dar más problemas que soluciones.
Sencillez y fiabilidad frente a extravagancias y averías
El objetivo de cualquier dispositivo del vehículo es dar respuesta al conductor de forma rápida y eficaz, ¿para qué adornarlo con elementos que puedan distorsionar su funcionamiento?
Un minimalismo en definitiva que se refleja en las líneas de diseño exterior e interior de sus vehículos. Un diseño que ofrece todo lo necesario para conseguir la experiencia “más limpia” posible por parte de los usuarios. No hay que olvidar que el objetivo del minimalismo no es generar una carencia, sino dar prioridad a todo lo que realmente da valor.
Tecnología eficiente, tecnología sostenible.
Un claro ejemplo de fiabilidad es la tecnología híbrida, donde Toyota es imprescindible para hacerla llegar a millones de conductores en todo el mundo. Es fiable, eficiente y no renuncia a los más altos estándares de prestaciones y confort. Es una idea básica, sencilla… ¿cómo no se nos ha ocurrido antes?
La tecnología minimalista no renuncia a ninguna prestación y resulta eficiente y fiable
El sistema hibrido que combina motor eléctrico con motor de explosión, tiende a sufrir menos averías. El motor de ciclo Atkinson produce menos calor y es más eficiente a velocidades medias y altas en comparación con los motores de combustión habituales.
Al mismo tiempo se asume y se interioriza el reto de crear coches respetuosos con el medio ambiente, con consumos y emisiones más bajos, sin perder potencia, confort ni seguridad. Coches que gracias al equipamiento – sensores, actuadores y hasta radares o cámaras de vídeo– son los más seguros nunca vistos.
Mucho más allá del diseño, una filosofía de vida
Como cualquier otra posesión material, un coche además de darnos un servicio, sirve para hacernos felices y no debemos perder de vista este objetivo.
Un automóvil minimalista es el que satisface nuestras necesidades y nos hace felices
Para muchas personas el coche es un motivo de preocupaciones. En lugar de estar el coche al servicio de la persona les ocurre lo contrario, el vehículo condiciona sus desplazamientos, los lugares de destino, el sitio donde aparcar, en fin, una serie de circunstancias que no contribuyen especialmente a hacernos más felices. Por ejemplo, adoptar una filosofía minimalista a la hora de afrontar un viaje nos puede evitar muchos dolores de cabeza.
En este sentido la marca nipona también tiene claro que la movilidad se ha de ver como una necesidad humana, y el vehículo una pieza clave al servicio de las personas, adaptándose no sólo a sus necesidades sino también a las del planeta.
Valorar lo verdaderamente importante
Es el momento de hablar de felicidad, de filosofía positiva, y la inspiración nos viene de Japón, de escritores como Fumio Sasaki, escritor del libro, “Haz espacio en tu vida” o el editor online Katsuya Toyoda quien vive en un apartamento de 22 metros cuadrados con una mesa y un futón.
Los mensajes de Toyota se sitúan en la línea de poner a la persona en el lugar que se merece, valorar la importancia de una conversación familiar o la autoestima es más complicado a medida que aumentamos el “ruido” o los obstáculos que nos pueda producir el materialismo actual.
No lo olvides, no dejes de vivir, no dejes de disfrutar de la vida, dale valor a las cosas que realmente son importantes… ¡Vaya! Nos ha quedado un artículo un poco filosófico.
Imágenes | iStock: Jelena990; RakicN; Toyota Press Room
