Probamos el BMW X6: el SUV coupé original se vuelve aún más grande, lujoso y brillante
Es difícil salir a la calle y no encontrarse con un SUV. Uno de los referentes en el segmento es el BMW X6, un coche que se renovó recientemente junto a su pariente el BMW X5 y que incorpora muchos y muy interesantes cambios.
Hemos probado el BMW X6 xDrive40i, la que se corresponde con la variante de acceso a la gama equipada de serie con un motor de seis cilindros gasolina de 340 CV. Un escalón de acceso que se puede cargar tanto de equipamiento que su precio supera los 115.000 euros.
BMW X6: la renovación del primogénito
Si decimos que los SUV están de moda ya no sorprendemos a nadie, pues es un hecho palpable. Ahora la tendencia es que los SUV dinamicen sus líneas para aproximarse a la silueta de un coupé, una corriente que inauguró hace más de una década el primer BMW X6. Ahora este gigante alemán se ha renovado por completo.
Esta es su tercera generación y desde Munich no han querido dejar pasar la ocasión de hacer algo especial. Por fuera tenemos un coche que, efectivamente, destaca por tener un tamaño imponente. Aunque se basa en la medida del BMW X5, sus medidas son ligeramente distintas: 4.935 mm de largo por 2.004 mm de ancho sin retrovisores y 1.696 mm de alto.
Es decir, el BMW X6 es 13 mm más largo y 49 mm más bajo y que un BMW X5 e igual de ancho. Esta anchura precisamente llama la atención en parado y le da un aplomo que casi roza lo exagerado pues (ojo) es 4 mm más ancho que el BMW X7, y eso ya son palabras mayores.
La carrocería del SUV coupé alemán por antonomasia está presidida por un frontal que impone. La parrilla como es costumbre sigue ganando tamaño y en este caso adopta unas formas prolongadas hacia los laterales. Pero si hay algo que señalar de esta parrilla es que es la primera en la historia de la marca que está retroiluminada. Por si no fuera suficientemente llamativo de por sí el X6, este gadget opcional llamado Iconic Glow es todo un "mirame, ¡MÍRAME!" apto sólo para conductores poco vergonzosos.
En los laterales tenemos unas líneas muy BMW. Si cortásemos al X6 por la mitad horizontalmente la parte superior podría ser la de cualquier berlina coupé. La caída del techo es suave y se encuentra con una cadera muy marcada. La parte inferior de cualquier coche de la serie X. Esta generación ya incluye los airblades tras los pasos de rueda delanteros. Tras los pasos de rueda traseros hay unas salidas de aire falsas que, personalmente, sobran.
Por detrás evidentemente el mayor reclamo es una caída del techo mucho más estilizada que en la anterior generación, con una fluidez enfatizada por los esbeltos grupos ópticos LED que utiliza ahora. Si por delante el X6 es un coche que impone, por detrás incluso más porque la zaga es posiblemente de las más rotundas que existan hoy por hoy en el mercado.
Por si la contundencia del X6 no fuera suficiente, en este caso la unidad incluye el paquete M con unos paragolpes de aspecto más agresivo y unas enormes llantas de 22 pulgadas (opcionales) que hay que reconocer que parecen del tamaño idóneo. Este es el BMW X6 xDrive40i, y sus llantas en origen son de 19 pulgadas. Demasiado pequeñas para el volumen del coche.
Un SUV deportivo por fuera pero a todo lujo por dentro
Pasando al interior lo primero que destaca es la altura a la que se encuentran los asientos. Para alguien como yo de 170 cm el acceso es cómo aunque si situamos el asiento en una posición alta empezará a costar subir y bajar del coche, especialmente para personas que no sean demasiado ágiles o tengan algún problema de movilidad.
Una vez sentados en su interior hay que reconocer el salto cualitativo que ha dado BMW en sus habitáculos. Este BMW X6 luce espectacular con un diseño muy en la línea de la marca pero con unos acabados que dejan un muy buen sabor de boca y empiezan a sacar los colores incluso a modelos como el Serie 5 renovado hace no mucho.
Sí es cierto que en esta unidad el equipamiento opcional era extenso y eso ayuda a mejorar la percepción. Las molduras de fibra de carbono barnizadas, las inserciones de cristal (pomo del cambio, controlador iDrive y botón del audio) o el techo panorámico con iluminación ambiental podrían sobrarle a un conductor medio, pero seguro que encandilan a los compradores de ciertos mercados, aunque en realidad no llega al estilo recargado que puede resultar un Mercedes-Benz equivalente.
Volviendo a lo terrenal, prácticamente todo el interior está revestido de piel con una intachable calidad que le da un extra de calidez al interior, mientras que el cuadro de mandos es completamente digital y también es de serie. Se trata de una pantalla de 12,3 pulgadas con una legibilidad perfecta que nos puede mostrar de manera clara las indicaciones del GPS conservando a ambos lados los indicadores de velocidad y revoluciones/consumo.
A su derecha encontramos otra pantalla también de 12,3 pulgadas y panorámica de alta resolución. Es una pantalla táctil pero nos gusta que BMW conserve el mando giratorio físico en la consola central para manipular el sistema de infoentretenimiento. Su funcionamiento es intuitivo, más cómodo y seguro, pues genera menos distracciones que estar tocando la pantalla con el dedo. Aparte, contribuye a mantener limpia de huellas la pantalla.
Conectividad total con smartphone, plataforma de carga inalámbrica, Spotify integrado, ambientador, calentador/enfriador de bebidas, sistema de audio Bowers & Wilkins, climatizador de cuatro zonas... Pocas carencias se le pueden encontrar a este BMW X6, pero si hay un equipamiento que nos gustó especialmente fueron los asientos.
Enmarcados dentro del paquete Comfort Plus, los asientos de esta unidad son ventilados y calefactados. Especialmente llamativas son sus opciones de regulación mecánica y su versatilidad, pues pueden ajustarse desde la morfología de una persona grande hasta una delgada y conseguir casi el apoyo lateral de un asiento deportivo manteniendo la comodidad. Además tienen función de masaje, así que poco más que añadir.
Dentro de un habitáculo tan sumamente elaborado nos chocó un poco el volante M. Es un aro multifunción grueso y de dimensiones contenidas, pero al margen de los indicadores LED que incorpora en los brazos horizontales parece algo desfasado si lo ponemos en contexto.
A nivel de habitabilidad el BMW X6 no es un coche que destaque especialmente en función con el tamaño exterior del vehículo. El tamaño de los asientos, el grosor de las puertas y la enorme consola central te hacen sentir un poco encajonado en las plazas delanteras.
En las plazas traseras el espacio es correcto gracias a que la banqueta trasera cuenta con unas bases que se han inclinado para obligar a encajonar al cuerpo y ganar espacio con respecto a un techo bajo. El espacio para las piernas está bien en las plazas laterales pero la central penaliza por la prolongación de la consola. Además su respaldo es duro al incluir el reposabrazos con portabebidas.
Un poco más atrás tenemos un maletero con 580 litros de capacidad declarados. Un volumen más que interesante para cualquier usuario medio. Tiene apertura automática y función de apertura sin manos. Es un maletero grande pero poco aprovechable pues dispone de buena anchura y longitud pero con poca altura. El mayor inconveniente es que el plano de carga a algunos nos queda a la altura del ombligo, así que cargar objetos pesados o voluminosos no es especialmente cómodo.
Un SUV enorme que se mueve mejor de lo que aparenta
El motor del X6 xDrive40i es el motor de acceso a la gama. Se trata de un seis cilindros en línea de bloque de aluminio con doble turbo que cubica 2.998 cc y que es desde mi punto de vista uno de los mejores motores de la marca por su equilibrio y funcionamiento.
Es un propulsor que gira muy, muy fino, con un sonido propio de los seis en línea de la marca y con una suavidad de funcionamiento a bajas revoluciones que lo hacen casi imperceptible. Ahora bien, si queremos ir rápido también es un motor que corre, y mucho, y además lo hace de una manera bonita.
Con una potencia de 340 CV y un par motor de 450 Nm, si pisamos a fondo el pedal derecho el propulsor hace ganar velocidad rápidamente al BMW X6 obsequiándonos de paso con un sonido extremadamente agradable que se torna agudo a medida que se acerca a la línea roja.
Sí es cierto que con 340 CV tenemos diversión asegurada porque la aceleración se percibe intensa, pero a un coche con semejante porte y con 2.130 kg de peso para esta versión los 450 Nm se antojan un poco justos. Esto último queda bastante bien disimulado gracias al funcionamiento de la caja de cambios.
La transmisión es una Steptronic de ocho relaciones cuyo funcionamiento está muy bien conseguido. En modo automático D funciona de manera conservadora y muy agradable, mientras que en S se vuelve más radical. Si buscamos sensaciones podemos pasar al modo manual y actúa de manera... manual. Responde de manera rápida a las órdenes y no hace cambios raros por seguridad cuando conducimos al ataque.
A nivel de sensaciones se agradece que el sistema xDrive de BMW mande por defecto casi toda la potencia al tren trasero con los beneficios de sensaciones que esto aporta, pero reparte también hacia las ruedas delanteras en caso de ser necesario. También ayuda el diferencial deportivo bloqueable M, pero es parte del catálogo de accesorios, no es de serie.
El BMW X6 cuenta de serie con cuatro modos de conducción: Eco Pro, Comfort, Sport y Adaptative. El primero suaviza la respuesta y permite un uso ahorrador con recomendaciones de conducción, mientras que el Sport se sitúa en el otro extremo endureciendo la dirección, las suspensiones y afilando la respuesta del motor.
El chasis se percibe neutro y agradable incluso en el modo más dinámico. No es un cambio de carácter especialmente extremo manteniendo el confort en las suspensiones y un tacto de suspensión suave que, aunque es algo más pesado, sigue sin ser demasiado informativa. Bien por la dirección activa integral de BMW que hace que este SUV grande se sienta ágil.
Si bien es un coche que pisa fuerte, no podemos obviar su tamaño y, sobre todo, un peso elevado que supera las dos toneladas. Las suspensiones hacen un buen trabajo pero las leyes de la física mandan y en curvas muy ratoneras se percibe pesado y los neumáticos comienzan a quejarse antes de lo esperado. Lo mismo pasa con los frenos, que hay que exprimirlos por encima de la media si queremos que frene fuerte para contener al X6.
Lo que sí hay que reconocer a BMW es que pese al tamaño del coche, su peso, su sección frontal y a las medidas de las ruedas con un perfil mínimo, el ruido que pasa al interior está muy bien aplacado. El aislamiento es uno de los puntos fuertes del X6 y contribuye a una percepción de calidad un puntito por encima.
Muy bien armado y con el propósito de deslumbrar más allá de nuestras fronteras
A nivel tecnológico y de seguridad el BMW X6 puede estar muy equipado, incluyendo visión de 360º, frenada autónoma o control de crucero adaptativo con asistente de mantenimiento de carril cuyo funcionamiento es de los mejores del mercado.
Donde sí nos ha parecido que habría margen de mejora es en el consumo, puesto que después de unos buenos cientos de kilómetros nos ha arrojado una media de 12 litros a los 100 km haciendo un uso combinado pero con fases de estilo muy ahorrador. Se aleja mucho por lo tanto de la media homologada de 9,9 litros, siendo estos 12 litros una cifra que se puede superar con bastante facilidad.
No lo dijimos al principio, pero los faros que son de LED de serie en esta unidad son los opcionales BMW Laser. Estos grupos ópticos son extremadamente potentes y pueden alcanzar hasta 500 metros de luz muy nítida que, además, tienen conexión automática de largas y recortan bien al resto de vehículos para evitar deslumbramientos. Iluminan tanto que en carreteras sin iluminación el reflejo contra un cartel blanco puede llegar a ser molesto.
En realidad el BMW X6 xDrive40i de esta prueba estaba tan cargado de extras que de los 81.850 euros de precio de tarifa, el configurador de BMW arroja un precio superior a los 115.000 euros. El Audi Q8 parte desde un precio similar, unos 86.080 euros, mientras que el Porsche Cayenne Coupé hace lo propio desde 97.217 euros y el Mercedes-Benz GLE Coupé acaba de confirmar un precio de partida de 86.850 euros.
El BMW X6 xDrive40i es un coche que por lo tanto parte como el más barato de su segmento, pero a medida que añadimos equipamiento la factura hace lo propio. En cualquier caso es un coche que a nuestro parecer está en precio, tiene un diseño atractivo y un comportamiento interesante para tratarse de un SUV grande.
BMW X6 2020 - Valoración
.3
A favor
- Estética rotunda
- Interior de calidad
- Confort de marcha
- Aislamiento acústico
En contra
- Consumo elevado
- Peso colocado muy alto
- Acceso al maletero
- Precio del equipamiento opcional
BMW X6 2020 - Ficha técnica
| Versión probada | X6 xDrive40i | |||
| Cilindrada | 2.998 cm³ | Tipo de tracción | Total | |
| Bloque motor | Seis cilindros en línea biturbo | Combustible | Gasolina | |
| Potencia | 340 CV a 5.500 - 6.500 rpm | Capacidad del depósito | 83 litros | |
| Par motor | 450 Nm a 1.500 - 5.200 rpm | Consumo urbano | N/D l/100 km | |
| Masa en vacío | 2.130 kg | Consumo extraurbano | N/D l/100 km | |
| Velocidad máxima | 250 km/h | Consumo combinado | 9,9 l/100 km | |
| Aceleración 0-100 km/h | 5,5 segundos | Capacidad maletero | 580 litros | |
| Transmisión | Automática de 8 velocidades | Precio | Desde 81.850 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por BMW. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
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