El CEO de Aston Martin, Andy Palmer, ha revelado los planes estratégicos de la compañía británica para 2020: con el lanzamiento del BD11 este año, Palmer ha confirmado que en 2018 veremos la llegada del sustituto del Rapide. La enorme berlina deportiva será ofrecida solo en una variante cien por cien eléctrica: el RapidE, que se ensamblará en suelo chino.
Desde que naciera en 2009, ha sido la berlina de cuatro puertas de la marca, pero a medida que ha pasado el tiempo ha ido perdiendo competitividad frente a sus rivales. A pesar de los planes de expansión, la compañía no tiene intención de construir más de 7.000 vehículos al año (el año pasado Aston Martin sacó al mercado 3.700 coches).
Tal y como reveló Palmer ya en 2015, estaremos hablando de un Aston Martin eléctrico de entre 800 y 1.000 CV, donde tendremos que despedirnos del bloque V12 de su motor. "La propulsión eléctrica te da esa potencia y ese par", defendía Palmer en 2015. Así, la versión eléctrica del Rapide podría lograr una autonomía de 500 kilómetros y situarse entre los rivales del Tesla Model S.
Según ha comunicado Palmer, China Equity ha sido uno de los socios que han participado -en la parte financiera- para crear el Aston Martin Rapide Eléctrico, ya que tendrá en el mercado chino una plataforma para impulsar las ventas de la firma inglesa.
"Hay un mercado para el Rapide eléctrico, así que tiene vida por delante. Pero el Rapide como está ahora lo conocemos será reemplazado por el DBX por un lado [en 2019] y por el Lagonda [a principios de la próxima década] por otro", ha declarado Plamer. El Rapide tal y como lo conocemos será despedido del mercado con una versión especial AMR y una preparación sobre su V12 con 600 CV de motor y tan solo 200 unidades de producción.
Vía | Caradvice
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