Tata Aria

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Tata Aria 4×4

Se pone a la venta en España el Tata Aria, una combinación entre monovolumen, todoterreno y todocamino. Su principal atractivo es lo que obtenemos a cambio de lo que pagamos, la versión básica no llega a 20.000 euros. Respecto al producto que antes conocíamos de Tata, lo cierto es que ha mejorado de forma sustancial.

Se vende con una única motorización —2.2 DICOR (150 CV)— con propulsión trasera (4×2) o tracción total conectable (4×4). El equipamiento viene determinado por el tipo de tracción, y solo hay un extra posible: pintura metalizada. Por lo tanto, solo hay cuatro combinaciones posibles, colores aparte.

Por espacio, es un monovolumen grande, de siete plazas (5+2). Por chasis, es un todoterreno. Por sus habilidades camperas, es un todocamino. Todo esto lo explicaré convenientemente, aunque no tengo demasiado claro cómo clasificarlo al ser una mezcla de los tres conceptos. ¿Crossover? Aceptamos pulpo como animal de compañía.

Habitáculo grande y espacioso

Este vehículo mide 4,78 metros de largo, 1,78 metros de alto y 1,895 metros de ancho. Dentro alberga tres filas de asientos, siendo la tercera escamoteable y pensada para niños o para desplazamientos cortos. No es un siete plazas puro como el SsangYong Rodius. Las siete plazas vienen de serie, sin sobreprecio.

Las personas más altas se encontrarán a sus anchas, incluso atrás, no solo por la generosa altura para la cabeza, sino por la longitud de la banqueta central. Lástima de la plaza central, que carece de reposacabezas y hace poco recomendable su uso por un adulto. Si hay un alcalce trasero a más de 30 km/h, lesión cervical garantizada.

La segunda fila de asientos está partida asimétricamente (60/40) y permite la regulación en longitud y en inclinación de respaldo. Si no se usa la plaza central, se despliega un apoyabrazos que cuenta con un compartimento interno o dos posavasos. A la tercera fila se accede abatiendo los asientos exteriores.

Como las puertas son grandes, el acceso y salida del habitáculo es sencillo. La tercera fila, como suele pasar en los 5+2, carece fundamentalmente de espacio para las piernas. Tanto en la segunda como en la tercera fila hay salidas de aire, en los pilares B y C, así como entre los asientos delanteros.

Hablemos de maletero. En configuración de 7 plazas, cuenta con 214 litros. Si solo necesitamos 5, hasta la altura del asiento hay 587 litros y se protegen con una cortinilla enrollable. Si solo se usan dos plazas, se puede hacer la mudanza, hay 1.777 litros de capacidad. El piso de carga es prácticamente plano.

No se queda corto en soluciones prácticas, ya que el techo está repleto de compartimentos portaobjetos y en todas las plazas hay disponibles un posavasos. Las puertas disponen también de huecos al efecto. También se agradece la iluminación interior en múltiples lugares, especialmente por la noche y con niños.

Chasis del Tata Aria, suspensión, dirección y frenos

Tiene un chasis de largueros y travesaños (o en escalera), una solución muy robusta —típica de los 4×4 puros— pero con un gran inconveniente: es muy pesada. De hecho, el Aria supera las dos toneladas sin conductor ni líquidos. La carrocería va atornillada al chasis, como en la vieja escuela.

No se trata de una versión carrozada de un Gran Safari o Xenon, la suspensión es de doble triángulo delante y atrás es un eje rígido con cinco puntos de anclaje. Los 4×4 que he mencionado usan ballestas atrás. La inmensa mayoría de los SUV que se venden hoy día son monocasco, es decir, que chasis y carrocería son uno.

La dirección asistida es hidráulica, cuando la moda es usar electromecánica (consume menos). En cuanto a frenos, usa discos ventilados delante de 302 mm, y detrás discos macizos de 206 mm. Los neumáticos, dependiendo del tipo de tracción son 235/70 R16 o 235/65 R17.

Motor y prestaciones del Tata Aria

El turbodiesel 2.2 DICOR de 150 CV ya es conocido en otros modelos de la marca. Este es Euro 5, cuando salió al mercado con norma Euro 4 daba 10 CV menos, lo probamos en el Grand Safari (ver prueba) y el Xenon (ver prueba). Considerando lo que pesa, no va nada sobrado y podría incluso decirse que va algo justo.

Con un peso en vacío (con conductor) de 2.120 (4×2) a 2.305 kg (4×4) sus prestaciones son modestas. 0-100 km/h en 13,7 segundos (como un utilitario de 70 caballos) y una velocidad punta limitada a 170 km/h electrónicamente. Homologa un consumo de 7,2 l/100 km de gasóleo. El depósito tiene 60 litros (4×2) o 58 litros (4×4).

El par máximo del motor, 320 Nm, se halla entre 1.500 y 3.000 RPM, un ajuste adecuado al uso que se le va a dar. Normalmente la potencia siempre va al eje trasero, excepto en la versión 4×4, que puede pasar al eje delantero hasta un 40% del par en condiciones de patinado del eje trasero.

La transmisión es de cinco velocidades en ambos casos, aunque no echaremos de menos la sexta porque las marchas son en general largas. La cuarta es la “directa” (1:1) y la quinta es bastante larga (1:0,77). Carece de reductoras y no hay disponible una versión automática. Tampoco se ha previsto otro motor.

El sistema de tracción total consta de un diferencial central con un embrague electromecánico. Si está el modo 4×4 activado, las ruedas delanteras reciben menos del 10% de la fuerza. Se puede cambiar entre 4×2 y 4×4 por debajo de 80 km/h, pero la elección se mantiene a cualquier velocidad.

Por primera vez en esta marca, recibe ayudas electrónicas muy valiosas, aparte del ABS. Tiene control de tracción, control de estabilidad (ESP) y distribuidor de frenada entre ejes (EBD). No obstante, al carecer de diferenciales autoblocantes delantero y trasero, las posibilidades fuera de carretera son limitadas.

Tata Aria 4×4 – Es la versión más equipada

Equipamiento

El Tata Aria viene fuertemente equipado y sin extras, como es habitual en las marcas asiáticas. Encontraremos más dotación incluso de la que cabe esperar en este nivel de precios, donde los oponentes suelen tener versiones mucho más espartanas. Los 4×4 van más equipados que los 4×2. La pintura metalizada cuesta 370 euros, no hay más extras.

Por ejemplo, el básico tiene aire acondicionado (no climatizador), llantas de chapa y sensores de aparcamiento (en vez de cámara). El 4×4 tiene llantas de aleación, navegador, Bluetooth, sensores de luces y lluvia, retrovisores externos de plegado eléctrico y lógicamente la tracción total.

Siempre tiene dirección asistida, faros antiniebla, rueda de repuesto completa, 7 plazas, la dotación de seguridad con 6 airbags, control de crucero, ordenador de a bordo, volante multifunción de cuero, elevalunas eléctricos, tomas USB+Aux, pantalla de cuarzo con Radio-CD, piezas exteriores en color carrocería, etc.

Tata Aria 4×2 (frente) y 4×4 (fondo)

Precios del Tata Aria

La versión 4×2 cuesta 19.975 euros, y la versión 4×4 23.960 euros. Estos precios son tal cual, sin descuentos promocionales (no los hay), solo que no incluyen los gastos de matriculación, pero el impuesto de matriculación al 9,75% sí. No se ofrece como vehículo industrial, otras marcas sí lo hacen.

Dado que este vehículo se queda fuera de las condiciones del Plan PIVE, Tata rebaja el precio en 1.000 euros si se entrega a cambio un coche con más de 9 años (en vez de 12). El salto de precio de la versión 4×4 es bastante lógico, porque solo la tracción total suele costar en la competencia 3.000 a 3.500 euros.

La marca también ofrece una financiación a través de Cetelem de hasta 10 años (120 cuotas), sin entrada y con seguro de vida y desempleo. El 4×2 saldría así a 253,08 euros al mes (total 30.370,80 euros) y el 4×4 a 303,57 euros al mes (total 36.428,40 euros). El tipo de interés está por debajo del de la media de financieras, aunque no lo parezca.

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