Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEFFICIENCY, prueba (parte 1)

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEFFICIENCY, prueba (parte 1)
55 comentarios

En esta prueba nos subimos a un segmento más alto, el de berlinas Premium. La Clase C de Mercedes-Benz merece un comentario en profundidad, es un vehículo fascinante, y veremos por qué. El modelo que se halla ante vuestros ojos es el más sencillo, Classic, con algunos extras, y es la versión de bajo consumo BlueEFFICIENCY.

En esta primera parte, como es habitual, sólo hablaré de las impresiones del interior y exterior, la parte de mañana quizás os interese un poquito más. Cuesta 32.900 euros, exactamente lo mismo que el modelo C 200 CDI sin las mejoras BlueEFFICIENCY, una política en mi opinión muy acertada. Acompañadme a realizar un viaje de lujo con este Merche.

Exterior

No recuerdo la argumentación completa, pero una vez tuve el privilegio de asistir a una charla de Don Javier Babío Descansa, un veterano arquitecto de la Junta de Andalucía. Su exposición vino a decir que el diseño de la Clase C W204 es objetivamente perfecto, es una lástima que no os lo sepa explicar mejor. Los datos lo confirman, es de los más aerodinámicos del mercado, su Cx es 0,25.

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

La versión BlueEFFICIENCY tiene los bajos completamente carenados, unos retrovisores diferentes y la parrilla está parcialmente cerrada. Sin estos cambios, la Clase C tiene un Cx de 0,27. Los neumáticos de serie son de dimensiones 205/55 R16 y ecológicos, aunque esta unidad tiene los opcionales 225/50 R16 con llanta de siete radios, concretamente unos Dunlop SP Sport.

También tiene como extra la pintura metalizada. Tal vez no se nota en las fotografías debido al fotoshó, pero o no ha sido muy bien tratado o la pintura no me termina de convencer (más bien es lo primero). Los faros de xenón son opcionales, son “inteligentes”, pues aglutinan iluminación en curva y luz activa.

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

Esta versión sólo se identifica a primera vista por el logotipo BlueEFFICIENCY que se encuentra en las aletas delanteras, por lo demás un profano no percibirá que es un modelo diseñado para gastar poco. El escape es recto, un poco chocante si tenemos en cuenta que el filtro de partículas diesel es opcional, ¿por qué no viene de serie? ¡Ay Mercedes, cómo me haces sufrir!

Interior

Cuando te subes en un Mercedes, entiendes en parte por qué pagas un sobreprecio sobre un modelo digamos equivalente. La calidad está en casi todas partes, si bien hay detalles que no terminan de convencerme como las alfombrillas o la facilidad que tienen algunos materiales de coger polvo o mancharse (p.ej. rozando con los zapatos).

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

El coche está muy bien terminado y no se le encuentran fácilmente defectos, al menos, que revistan importancia. Es cómodo para cuatro adultos, justito para cinco. La plaza central es estrecha por los cinturones, tiene el respaldo un poco duro (pero menos que un Audi o BMW) y el túnel central es muy prominente, normal en un modelo de propulsión.

Sin embargo, he viajado con los siguientes pasajeros: dos chicas de 1,65 m y unos 55-56 kg, mas dos chicos, uno de 1,80 m y 95 kg y otro de 2 metros y unos 150 kg. No sobraba prácticamente nada de sitio, pero el trayecto que hicimos de casi 100 km fue bastante agradable para todos, sobre todo para el más grande, que difícilmente va cómodo en coches de cualquier tamaño. Atrás la gente de más de 1,80 metros roza el techo.

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

En este coche hay que hablar de comodidad de una forma superlativa, en su segmento es de los más cómodos con bastante diferencia, y donde eso se nota especialmente es en viajes muy largos. Quien apueste por la máxima comodidad en este segmento, que mire la Clase C en primer lugar, luego verá a sus competidores con otros ojos. Lo explicaré más adelante.

El puesto de conducción me parece cercano a la perfección, sobre todo para viajar. En conducción deportiva no termina de satisfacerme, y tiene un par de cositas a mencionar. En primer lugar, a la izquierda tenemos dos palancas, una es del regulador/limitador y la otra integra el manejo de luces largas, intermitentes y limpiaparabrisas. A la derecha, nada.

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

Al igual que en la generación previa de la Clase C le critico lo fácil que es confundirse de palanca, sobre todo al accionar el intermitente, podemos activar el limitador sin querer. Quizás eso explica la alergia que tienen algunos conductores de la marca a usar este dispositivo, pero os juro por lo más sagrado que los intermitentes vienen de serie.

Por otra parte, el freno de estacionamiento sigue un planteamiento un poco arcaico. Para ponerlo, hay que pisar con el pie izquierdo un pequeño pedal que no se confunde con el embrague, cerca del tirador que abre el capot. Para quitarlo, hay que usar un tirador en color negro bajo el mando circular de las luces.

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

No se pone de forma automática, y eso me parece fatal. Por ejemplo, un Renault Scénic o Citroën C4 Picasso tienen un sistema mucho mejor, y son modelos mucho más económicos. Me parece totalmente desfasado para los tiempos actuales. Pero, además, el volante de serie de la versión Classic es de plástico, así como el pomo del cambio. Eso es intolerable.

Los retrovisores interior y exterior izquierdo con efecto antideslumbrante (electrocrómicos) y con función de plegado automática en los exteriores es opcional en los C 180 K y C 200 CDI, los modelos menos potentes de la gama. Cuestan 466 euros más impuestos. La parte inferior del retrovisor interior proporciona una luz muy agradable para ver la consola de noche (ver detalle).

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

Cuando te sientas en el asiento correctamente, disfrutas de una excelente visibilidad en cualquier ángulo. Además, llevas motor longitudinal alemán y en el morro, el punto de mira logo de Mercedes, ese objeto ansiado por los adolescentes sin educación ni respeto por nada. Es lo más parecido a sentirse un piloto de la Luftwaffe de la primera mitad del Siglo XX.

Bromas aparte, todos los mandos me parecen bien colocados y de fácil acceso. Esta unidad tiene el COMAND APS (navegador con pantalla plegable, cargador de CDs, disco duro, DVD...) y se maneja con el mando circular que se halla entre los asientos (ver detalle). Su manejo es relativamente sencillo e intuitivo, más parecido al MMI de Audi que al iDrive de BMW.

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

El tablero de instrumentos me encanta, proporciona mucha información sin desviar la atención sobre la carretera: ordenador de a bordo, teléfono, sonido, navegación y preferencias. Cuando toca cambiar, veremos una recomendación de cambio de marcha que sugiero seguir, no perdemos nada de confort y ayudamos a reducir los consumos, ya de por sí muy bajos.

Al apoyar la mano en el pomo del cambio se le descubre otra debilidad, y es que se perciben al tacto las vibraciones del motor, visualmente no. Eso se lo puedo pasar a un utilitario, a un Mercedes no. No es que el motor sea muy rumoroso, está bien aislado, pero el detalle está ahí. Si hay algo de lo que uno no puede quejarse en este coche es del ruido.

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

A 120 km/h, en sexta, el C 200 CDI BE gira a sólo 2.000 RPM. La sonoridad de los neumáticos se deja sentir un poco debido a su planteamiento, son gomas deportivas y ayudan a sentir el asfalto. Con los neumáticos ecológicos de serie esto no será muy diferente. La aerodinámica es limpísima, se nota mucho cuando se circula a velocidad de multa de las gordas.

El motor diesel es muy agradable en cruceros, apenas se percibe su sonido. Se le nota fundamentalmente al ralentí, en fases de aceleración fuerte o a altas RPM, condiciones que duran poco. Es más agradable que la media de tetracilíndricos de gasóleo, pero los hay mucho más suaves. En particular se aleja notablemente de la rumorosidad de los TDI de bomba-inyector.

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

En cuanto al confort climático, me parece destacable a menos que los ventiladores giren a mucha velocidad. De serie el climatizador es bizona con salida de aire trasera, pero opcionalmente puede ser trizona y se puede regular la temperatura en la zona trasera, no sólo la orientación del caudal. El bizona no tiene filtro de carbón activo, el trizona sí.

Queda un poco descuidado el carácter práctico, pues por ejemplo las puertas traseras no tienen portaobjetos de serie, y los revisteros de los asientos delanteros tienen muy poco sitio. Delante hay dos posavasos, en la parte trasera hay otros dos si se despliega el apoyabrazos camuflado en el asiento central (ver detalle), que se puede abrir para guardar objetos pequeños (ver detalle).

Mercedes-Benz C 200 CDI BlueEfficiency

En cuanto al maletero, tiene 475 litros de capacidad. Como muchas berlinas de tipo sedán, las formas del mismo son un poco irregulares. La banqueta trasera partida no es equipo de serie en la versión comentada (Classic), aunque sí lo es el botiquín y la rueda de repuesto de emergencia, ubicada bajo el piso (ver detalle).

Se nota la calidad en detalles como las bisagras del portón, que van protegidas por plástico y evitan arañar equipaje cuando se apuran las posibilidades del maletero. Si retiramos el piso inferior, accedemos a la batería, rueda y herramientas. El asidero puede engancharse a la parte superior de la boca para que no haga falta sujetar el piso. Los triángulos están aquí abajo y en el portón (ver detalle).

Continuará...

Temas
Comentarios cerrados