Mercedes-Benz SL 63 AMG, presentación y prueba en Saint-Tropez (parte 2)

Mercedes-Benz SL 63 AMG, presentación y prueba en Saint-Tropez (parte 2)
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Tal vez algunos consideréis que el Mercedes SL 63 AMG es un coche que encaja poco en el mercado en los tiempos que corren, pero os voy a dar un dato que nos permite hacernos una idea de la importancia que tienen las ventas de este tipo de coches para la marca alemana.

De la anterior generación del SL 63 AMG con motor atmosférico V8 de 6.2 litros se vendieron unas 5.000 unidades entre 2008 y 2011. Del SL 55 AMG con motor V8 sobrealimentado por compresor que se fabricó desde el año 2001 y el 2007 se vendieron más de 21.500 unidades.

Ese SL 55 AMG consiguió con esa impresionante cifra de ventas, convertirse en el modelo AMG más vendido hasta la fecha. Durante los últimos diez años se han vendido más de 26.500 modelos SL de AMG con motor de ocho cilindros. Después de conocer el éxito que tienen estos coches, ¿queréis saber como va el más reciente SL 63 AMG?

Mercedes SL 63 AMG

Después de tomarme un café en mitad de la ruta, llegaba el momento de ponerme al volante del coche. La lluvia no daba ni un respiro, y nos quedaban otros 105 kilómetros por carreteras de curvas hasta llegar a Saint-Tropez donde estaba el hotel.

Admito que sentí cierto cosquilleo en el estómago al poner en marcha el motor y enfilar la estrecha carretera de curvas por la que estaba marcado el recorrido. Conducir un coche de tracción trasera y 564 caballos de potencia (la unidad que conducía llevaba el paquete AMG Performance) puede ser una labor de riesgo con tanta agua de por medio.

Por suerte las sensaciones que había tenido en el asiento del copiloto, esa nobleza y buena puesta a punto que se hacían notar al viajar de acompañante, también se hicieron patentes al volante. A pesar de que en algunas zonas me atreví a pisar con fuerza el acelerador a la salida de las curvas, en ningún momento el coche dio muestras del más mínimo nerviosismo o movimiento extraño.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

Es como si el coche fuese sobre raíles, separando las aguas para mantenerse bien pegado al asfalto. Las llantas delanteras de 19 pulgadas y las traseras de 20 pulgadas (solo con el paquete AMG Performance) se encargaban de evacuar el agua y mantener los 1.845 kilos bien pegados al suelo.

Un modo Confort que era el que necesitábamos

Por suerte, vivimos en la era de la electrónica avanzada aplicada al automóvil. Los más puristas, esos que defienden los coches sin electrónica, pensarán que me he vuelto loco, interpretarán mis palabras como un sacrilegio.

Pero lo cierto es que éste es un claro ejemplo de que la electrónica ayuda a que cualquiera pueda conducir un coche de 564 caballos de potencia sin correr el más mínimo riesgo y lo que es aun mejor, a un ritmo bastante alto.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

El Mercedes SL 63 AMG permite elegir mediante un mando giratorio situado al lado de la palanca de cambios entre los modos C para el modo Controlled Efficiency, S para el Sport, S+ para el Sport plus y M si queremos que funcione en modo manual.

Como es lógico, con las condiciones climatológicas que teníamos el modo más apropiado era el C, en el que los 564 caballos de potencia se entregan de forma progresiva y sin demasiadas concesiones a la deportividad. No tenía sentido arriesgar con el modo S o S+, porque un pequeño error podía acabar con un coche de casi 200.000 euros destrozado y no queríamos hacer nuestro propio Dolorpasion™.

Los consumos eran otro de los datos en los que me quería fijar. No es algo que importe demasiado a alguien que se va a gastar ese dinero en un coche superdeportivo, pero recuerdo que cuando escribí por primera vez sobre el Mercedes SL 63 AMG me sorprendió la cifra de 9,9 l/100 km que anunciaba la marca alemana.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

Cuando llegamos al hotel, después de 205 kilómetros de carreteras de curvas, atascos y un ritmo que no se caracterizaba precisamente por la constancia, el ordenador de abordo apenas marcaba más de 12 l/100 km. Es una cifra muy buena teniendo en cuenta los 564 caballos de potencia y el tipo de conducción que habíamos hecho, así que no me extrañaría que un hypermiller como Javier Costas consiga sin demasiado problema bajar hasta los 9,9 l/100 km oficiales.

La clave de estos consumos tan reducidos se esconde bajo el capó delantero. El anterior SL 63 AMG, con el cual tuve una breve toma de contacto en el Circuito Monteblanco el año pasado, entregaba 525 caballos de potencia extraídos de un motor atmosférico AMG V8 de 6.2 litros.

Ahora aparte de los dos turbos que no estaban antes, se ha reducido la cilindrada de 6.208 a 5.461 centímetros cúbicos, mientras que la potencia y el par motor han aumentado considerablemente. Solo de esta forma el nuevo SL 63 AMG consigue reducir la cifra de consumos medios homologados en 4,2 litros, lo que supone un 30% menos.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

Además Mercedes homologa este excelente consumo tanto para la versión normal de 534 caballos como para la más potente que equipa el paquete AMG Performance con 564 caballos. Impresionante y real al mismo tiempo.

El motor se combina con una caja de cambios de siete velocidades denominada AMG SPEEDSHIFT MCT. Me gustó el tacto de la caja, que permite funcionar en cualquiera de los cuatro programas en modo automático o secuencial, cambiando a través de las levas de aluminio situadas tras el volante en el modo M.

Es un cambio con tecnología multiembrague, que hace olvidar por completo los cambios con convertidor de par que llevaban otros modelos AMG anteriormente. Te permite elegir las marchas que quieres en todo momento, y salvo burradas muy descaradas no es demasiado intrusivo y hace lo que le indicas.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

Ésta caja de cambios de siete velocidades también ayuda a reducir los consumos, tanto porque solo pesa 80 kilos como porque además está configurado para hacer el coche más eficiente. Por ejemplo en el modo ECO automáticamente mete la segunda marcha en lugar de la primera a la hora de arrancar.

Se acabó el aguacero, llega una mañana de sol

A la llegada al hotel en Saint-Tropez, tuvimos que correr para llegar sin mojarnos a las habitaciones situadas a los lados de una preciosa piscina que en verano debe estar llena de gente tomando el sol. Pero por desgracia el aguacero era tan grande que ni siquiera habían destapado un precioso Mercedes 300 SL de competición (la segunda unidad fabricada que se puede ver en alguna foto de la mañana siguiente) que tenían expuesto al lado de la piscina.

Durante la rueda de prensa y la cena, cruzamos los dedos para que al día siguiente hiciese sol y pudiésemos disfrutar del SL 63 AMG descapotados. Y por suerte, al amanecer de la mañana siguiente el cielo azul se abría ante nosotros, indicándonos que había llegado el momento de disfrutar a cielo descubierto.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

En esa ocasión el SL 63 AMG que nos había tocado era de color rojo, muy bonito. Lo primero que hice como es lógico, y a pesar de que eran las 8 de la mañana, fue descapotarlo. Se hace en 20 segundos mediante un botón situado en la consola central.

Sí, no es el sistema más rápido del mundo, pero como comentaba con algún compañero, el comprador de un coche así no es el tipo de persona que tiene que dar explicaciones si llega tarde al trabajo. El deflector de aire trasero, básico para no despeinarse cuando ruedas rápido descapotado, forma parte del equipamiento opcional.

Con el techo escondido en el maletero, las sensaciones que transmite el SL 63 AMG se multiplican exponencialmente. Si el día anterior el sonido del motor había brillado por su ausencia gracias a un techo rígido que lo aislaba a la perfección, descapotados el sonido se convierte en música para los oídos.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

El rugido del motor V8 biturbo es sencillamente brutal cuando pisas a fondo el acelerador, y una vez más comprobé como la gente se llega a girar cuando van caminando para ver de dónde viene ese atronador sonido.

Por lo demás, y ya con las carreteras secas y el sol golpeando nuestra cara, pudimos pisarle más a fondo y disfrutar de las impresionantes prestaciones que entrega. Las aceleraciones son sencillamente brutales, ya que hace el 0 a 100 km/h en 4,3 segundos la versión normal y 4,2 los que levan en paquete AMG Performance.

Además hay que tener en cuenta que el par disponible es descomunal, capaz de roper en pedazos las transmisiones que llevaban los coches hace solo unos años. 800 Nm a 2.000-4.500 RPM o 900 Nm a 2.250-3.750 RPM, cifras capaces de hacer que separarte del asiento sea misión imposible cuando aceleras.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

Es excelente el tacto que tiene el motor, ya que estés al ritmo que estés, siempre tiene potencia y fuerza suficiente como para impresionarte. Las recuperaciones son instantáneas incluso en marchas muy largas y los adelantamientos se hacen de forma tan breve que llegan a ser adictivos.

Peso pluma

A pesar de que cuando probé el Mercedes SL 63 AMG de la anterior generación en el Circuito de Monteblanco me pareció un coche ligero, lo cierto es que el SL 350 no me lo pareció para nada. Tal vez los 525 caballos de aquel 63 AMG hicieron que me pareciese más ágil sobre el circuito de lo que realmente es.

Pero lo que tengo muy claro es que la ligereza y la agilidad es una de las principales señas de identidad de ésta nueva generación. Se nota desde el primer momento, rodando tanto a ritmo tranquilo por el tráfico urbano como en una carretera de curvas cuando vamos “alegres”.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

La carrocería de acero de la generación anterior ha dejado paso a una de aluminio como ya ocurrió en el SLS AMG. Gracias a este nuevo material se consigue reducir el peso de la carrocería respecto al modelo equivalente de la generación anterior en 110 kilos.

Si a esto unimos detalles como la tapa del maletero fabricada en fibra de carbono que consigue reducir el peso en 5 kilos respecto a una tapa convencional, o que gracias al sistema de escapes AMG con unos tubos más finos hayan conseguido reducir su peso en 12 kilos respecto a su antecesor, entendemos que el total del conjunto haya bajado 125 kilos. El peso total es de 1.845 kilos.

Precio del Mercedes SL 63 AMG

El Mercedes SL 63 AMG es un coche que se ha superado en todos los aspectos respecto a su antecesor. Es más ligero, más eficiente, más potente y está mucho mejor puesto a punto. Es por tanto mejor en todos los sentidos, de eso no me cabe duda.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

El equipamiento de serie, aunque no hemos entrado en demasiado detalle es de lo más completo, y permite personalizar el coche al gusto de cualquier cliente con elementos opcionales como la calefacción del cuello Airscarf, el deflector de aire trasero de accionamiento eléctrico, los frenos carbonocerámicos o un impresionante equipo de sonido firmado por Bang & Olufsen. Lujo, deportividad o ambas al mismo tiempo.

Pero también como es lógico la calidad y las innovaciones aplicadas aquí se pagan. El precio del Mercedes SL 63 AMG en España será de 181.500 euros, un precio bastante elevado que le acerca peligrosamente al del SLS AMG. Mercedes no tiene previsto vender en España más de 10 unidades, pero ya me parecen suficientes.

Si queremos optar por la versión con el paquete AMG Performance, deberemos desembolsar 17.523 euros con impuestos incluídos. Más potencia y un comportamiento más deportivo sin que los consumos se disparen, algo de lo que pocos fabricantes pueden hacer gala. Además detalles como el volante con piel vuelta en los laterales o las llantas específicas lo diferencian del normal.

Mercedes-Benz SL 63 AMG

Es un precio alto, pero un coche así se compra más con el corazón que con la razón. En éste caso, después de haber podido probarlo durante dos días por los alrededores de Saint-Tropez, estoy cien por cien seguro de que el que se lo compre no se arrepentirá, ya sea un cliente que busque el lujo o uno que busque un coche con el que pasarselo bien rodando en un circuito.

Es lo bueno de confiar en un mito de las cuatro ruedas como es la gama SL de Mercedes, que lleva más de 40 años enamorando generación tras generación. Y éste con el toque maestro de AMG, es si cabe la guinda perfecta de un pastel de lo más apetitoso. Además será una versión tan escasa en nuestro país que en unos años conseguirá convertirse en una pieza muy exclusiva. Bien hecho.

Los gastos para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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