Si vendes coches, ten cuidado con lo que pones en redes sociales

Si vendes coches, ten cuidado con lo que pones en redes sociales
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Este Land Rover Discovery hizo aguas
Este es tu coche. Este es tu coche bajo los efectos de las drogas.

Con esta leyenda se tituló esta foto, aparecida en el perfil de Facebook de Robert Becker, un empleado del concesionario BMW de Karl Knauz en Chicago (EEUU). Cuando se enteraron en la dirección, le despidieron por poder afectar a la reputación del concesionario. Esto ocurrió en 2010, y fueron a juicio.

La NLRB (algo así como Comité/Observatorio Nacional de Relaciones Laborales) ha dictaminado que el despido por publicar esa foto en su perfil personal es legítimo, pero que cuando hizo chanzas por el mismo medio de su concesionario repartiendo perritos calientes presentando el BMW Serie 5, estaba haciendo uso de su libertad de expresión en ámbito privado (protected speech en inglés).

Se da la circunstancia de que Karl Knauz tiene varios concesionarios, y también vende Land Rover. Dicho de otra forma, Becker acabó afectando a la reputación de sus jefes. Ahora bien, ¿dónde está el límite respecto a lo que un empleado puede decir de la empresa en la que trabaja, en su perfil personal?

Esto nos lleva a un interesante debate legal, en el que los empleadores deben dejar claro en sus contratos lo que supone extralimitarse en el ejercicio de la libertad de expresión, sin que ello suponga un desánimo para aquellos empleados que quieran usar redes sociales para ser más cercanos a sus clientes o potenciales clientes.

Lo de las redes sociales está muy bien, hasta que un día descubres que tus competidores te llaman cachondeándose con cosas como “¿Laváis ahora así vuestros coches?” o hablando de “Carreras de submarinos”. Me estoy refiriendo a legislación estadounidense, pero un día podemos ver un caso así en España (yo no conozco ninguno).

Ni es el primero ni el último caso en el que un empleado se mete en líos por lo que cuenta en su perfil de una red social, abierta al acceso libre. Considero que criticar a tus jefes o a tu empresa, sabiendo que te pueden leer, es poco inteligente, de la misma forma que no se diría eso a la cara a un superior.

Fuente | Automotive News

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